Gentuza

"El PSOE, sí, está dividido; pero entre los que tienen
vergüenza y los que no la tienen, entre los que
son gentuza y los que no lo son"

Como, igual que el verso de la primavera de Machado el Bueno, que es Manuel, Borrell ha ganado y nadie sabe como ha sado, es natural que no quieran reconocer su victoria y ande el hombre como güisquera dominicana por puticlub de carretera, que es la versión hodierna de la hetaira por rastrojo. Los que tanto presumen de modernidad y progreso no están preparados para la vida moderna, y hablo de la vida moderna del espíritu de Montesquieu, que como es bien sabido está enterrado y bien enterrado a efectos de la mamela de Gobelas y del mendaz de Ferraz. En el Partido Socialista el artículo primero de los 26 puntos de la Falange de sus estatutos federales sigue diciendo que el Jefe siempre tiene la razón, y que cuando no la tiene se remiten las astas de los toros de las cornás que pega al artículo número 1. ¿Pero dónde vamos a llegar? ¿Cómo vamos así a devolverle a España la modernidad y el Estado del Movistar y del Moviline que le arrebató Aznar? ¿Cómo se pueden atrever las bases a votar contra los deseos de González Márquez? Qué osadía, qué riesgo, qué temeridad, qué falta de precaución... Claro, van como van y luego sale elegido el imprudente Borrell... Qué insensatez, no tienen en cuenta las bases votantes y sonantes del Partido Socialista los supremos consejos de Perlita de Huelva: Atención, amigo conductor, la senda es peligrosa... El felipismo militante repartía en la campaña de las primarias pegatinas con la frase Papá, no corras, que es peor, y estos insensatos de los borrelianos han corrido más de la cuenta, ¿qué se habrán creído, querer a estas alturas de curso imponer la voluntad de las urnas sobre la voluntad de Su Excelencia?

Es, pues, de todo punto lógico y natural que ante esas locuras de atreverse a votar contra la voluntad de esa lumbrera refulgente de la ciencia política occidental, de ese prohombre del actual siglo XX y del venidero XXI, de ese premio Carlomagno (y Carlo...mango), el aparato del partido tome sus precauciones, y no le entregue el PSOE así como así a un advenedizo. Como el PSOE sabido es que constituyó durante catorce años el nuevo Movimiento Nacional, es de todo punto lógico y natural que por consiguiente sean aplicadas las Previsiones Sucesorias establecidas por Su Excelencia El Jefe del Partido y no introducir dentro de la casa los demonios familiares de los deseos de ruptura, de regeneración, de renovación y de borrón y cuenta nueva, ay, compañeros, muy cuidado, que Borrell suena a borrón. Más que probablemente lo de Borrell pertenece a una conspiración judeo-masónica, porque tienen envidia de nuestra paz, de nuestro orden, de nuestro sol y de nuestros sueldos oficiales en la Junta de Andalucía, que todo hay que decirlo...

Viendo la petaca que le quieren hacer al pobre Borrell por haber cometido la imprudencia de ganar unas elecciones contra la voluntad de Su Excelencia El Jefe del Partido, me he acordado de un juicio moral que suele hacer Julio Anguita en privado, y que ya va siendo hora de que un día lo proclame en público. Anguita lo dice referido a los felipistas y guerristas reciclados que gobiernan en Andalucía el partido y la Junta, pero podría aplicarse a España entera. Afirma Anguita en privado a quienes lo quieren oír, y probablemente en público, si le preguntan, dirá que él nunca ha dicho eso:

-El problema de los dirigentes del PSOE es que la mayoría son gentuza...

Bingo, don Julio. Bingo y línea... de la Concepción, hasta la verja de Gibraltar, vamos, hasta la bola. Eso sí que es un juicio moral sobre una generación envilecida por el poder. El poder todo lo justifica para esta gentuza. Permanecer en el poder, a cualquier precio, contra cualquier voluntad popular, es el supremo norte personal. ¿Qué sería de ellos si les quitáramos el título de consejeros, de secretarios provinciales del partido, el coche oficial, las siete secretarias, el jefe de protocolo, el jefe del gabinete, la firma en el Boletín Oficial, los escoltas, la tarjeta Visa oro, el comedor privado del despacho, los asesores, los dos billones de presupuestos? Pues serían más que probablemente cuanto son con todo eso encima: gentuza.

El problema es que los que quieren que se acabe la gentuza e intentan lograrlo por medios democráticos están siendo arrasados por los que permanecen aferrados al aparato del poder. Como las palabras las carga el diablo, aferrado suena espantosamente a Ferraz, y tener una Gobela hasta parece cervantino arcaísmo de disfrutar de una canongía, una injusta prerrogativa, un privilegio injustificado, lo que el hermano mayor de la Cofradía de la Columna, Jaime Campmany llama una mamandurria. Dicen que las primarias han dividido en dos el Partido Socialista. Estoy completamente de acuerdo. Con la salvedad de que la tal división no es entre felipistas y borrelianos, entre aparatistas y críticos, entre ala izquierda y ala derecha, entre vencedores y derrotados de las primarias. Esa división es mucho más simple y elemental, y sirve, además, para clasificar todos y cada uno de los aspectos de la vida española. El PSOE, sí, está dividido. Pero entre los que tienen vergüenza y los que no la tienen, entre los que son gentuza y los que no lo son. Qué porcentajes pertenecen a cada una de esas dos alas es pasatiempo que propongo a la atención de los que hasta aquí me han concedido la merced y el honor de leerme... *

Volver a Página Principal

 

Portada del último número de EpocaEpocaEl último número de la revista, en Internet