Multifondos Banco Santander

Anteriores artículos de Antonio Burgos en "Epoca"         Artículos de Antonio Burgos en otros medios, libros, canciones...

Radetzky o el arte de tocar las palmas

C

omo la televisión es ya la vida misma, tenemos que reconocer que el año comienza siempre con un concierto de palmas. Me refiero al clásico concierto de la Orquesta Filarmónica de Viena de cada 1 de enero en el Musikverein. Me encantan estas naciones europeas que no tienen el menor rubor con sus tradiciones, por tópicas que sean. En Baviera, los dependientes de las cervecerías van vestidos como nos imaginamos a los protagonistas de los chistes de Otto y Fritz. En Nueva York, los cocheros de Central Park van como el auriga del Conde de Montecristo, sombrero de copa incluido. Y en Viena, cada año se pegan los hombres su homenaje al tópico de los valses, a orillas del Danubio, naturalmente que azul. ¿Se imaginan que aquí en España los camareros de los bares de turistas fueran de toreros, cantaores o bandoleros, que los cocheros de punto de Córdoba fueran con sombrero de ala ancha? ¿Se imaginan que aquí inaugurásemos el año con un concierto de la Banda Municipal de Madrid en el Teatro Real, con un programa de pasodobles y zarzuelas, con mucho Chueca y Barbieri, mucha agua, muchos azucarillos y mucho aguardiente? Pues eso mismo es lo que hacen los vieneses, sin el menor rubor. Como si Madrid estrenaran el año con el chotis o en el Palau de la Música hubiera un concierto de sardanas.

¿Van los vieneses a oír concierto o a que los saquen por televisión cuando se ponen a tocar las palmas como los locos a los compases de la Marcha Radetzky, que suena en la mañana de cada primero de enero como el Himno Mundial de la Resaca de la Nochevieja? El espectáculo es siempre aguantar el concierto hasta el final para ver cómo el público sigue con las palmas el leit-motiv de la marcha de Strauss, porque a los Strauss les iba la marcha, la Marcha Radetzky. Planos y más planos consumen las televisiones de todo el mundo para mostrar cómo el director de turno (este año el alemán Nikolaus Harnoncourt), importándole un pito la orquesta, se vuelve en su atril y se pone a dirigir el compás del palmoteo del público.

Se ve que los de la Eurovisión conocen poco España. Como concierto de tocar las palmas, el de Viena me parece una ridiculez. Tenían que venir a la plaza de toros de Jerez, para escuchar cómo todos los tendidos, sin que nadie los dirija con su batuta, se marcan el compás festero de las bulerías cuando torea Rafael de Paula. O tenían que ir al Teatro de la Maestranza de Sevilla, donde es voz común que fueron inventadas las palmas a la española, a compás, a mucho compás, que dicen por sevillanas, pero que recuerdan más bien el ritmo de los cantes por fiesta de los gitanos de Utrera. Llega Montserrat Caballé a la ópera de Sevilla y se maravilla del compás de los aplausos finales, tiene que salir a saludar una y otra vez y rara vez se resiste a hacer como que se marcara un baile con ese ritmo.

Y sin tanto Strauss y tanta batuta, también nos hemos inventado en España las palmas civiles de protesta. Aunque parezca paradójico, sí, palmas de protesta. Son las palmas que suelen acompañar al grito de ¡Basta ya! en las manifestaciones contra los criminales terroristas. Ese ritmo del "¡Basta ya!" Que hasta corearon los diputados de la Unión cuando el Parlamento Europeo entregó su premio a esta plataforma cívica, en la persona de Fernando Savater. Estas palmas del ¡Basta ya!" son, por otra parte, españolísimas. En la jerga de los espectáculos públicos, se las llamaba en las reseñas "palmas de tango".

Así que no me vengan con la sorpresa mundial ante el anual y vienés palmoteo desangelado de la Marcha Radetzky. Aquí en España toca mejor las palmas hasta Doña Sofía que, dicho con todos los respetos, con la de años que lleva en España aún sigue haciendo palmas en alemán.

               Todos los fondos que le interesan en un solo fondo BCH


Epoca es marca registrada de Difusora de Información Periódica, S.A.
Prohibida la reproducción total o parcial de estos documentos sin previa autorización.

 

Subir


Anteriores artículos de Antonio Burgos en "Epoca"         Artículos de Antonio Burgos en otros medios, libros, canciones...

   

Volver a Página Principal


 

 

 

 

 

Clic para ver el sumario del último numero y el contenido de todos los anterioresEpocaEl último número de la revista, en Internet