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a Los Gatos Contados por Sí Mismos
Me llaman Taby, pero soy un callejero de toda
la vida
Hola, me llamo Taby. Muchos de vosotros ya me conocéis, pero aun
así voy a darme a conocer, que me lo ha pedido mi humana
Resulta que soy un gato (“gordo” dice mi dueña, pero no la hagáis
caso, es que no tiene perspectiva) de seis años que vive con la que
aquí conocéis como Yies. Soy un callejero de toda la vida, pero no
sé porqué esa manía de ponerme raza así que nada, ahora voy y me
entero de que soy un europeo.... Oys, y yo que pensaba que tenia
primillos por las Américas... En fins, ya sabéis, nuestros humanos
que son un poco pijines últimamente. Bueno, yo estoy aquí para
contaros mi historia así que empecemos por el principio:
Yo nací un 28 de febrero, el tercero de los cinco que fuimos y
estaba rodeado de niños. Bueno, eso me lo ha contado mi humana, que
yo cuando nací no veía ni tenia las orejitas abiertas. El caso es
que ella me ha contado que mi mami era muy buena con todos y dejó
que un montón de críos vieran como nacían sus crías (usease yo y
mis hermanos) y luego dejaba a todos esos niños que nos toquetearan
y nos sobaran bien sobaos y hasta alguna vez esos niños tuvieron
que ir a rescatarnos de las garras de Manchitas, una gata que nos
estaba robando todo el día. Así salió Princesita de tonta (es mi
hermana pequeña). Bueno, dormíamos todos en una caja de frutas que
había traído un niño pequeño para mi mama y entre un montón de
jerseys viejos, pero nos lo pasábamos bien, sobretodo Mickey y yo.
Mickey es mi hermano mayor y aunque al principio tuvo menos suerte
que yo, ahora vive como un rey. Mi humana me ha contado que cuando
fue a recogerme una chica, Lucia creo que se llamaba, cogió a mi
hermano y se lo llevo a casa, pero acabo abandonándolo en la clínica
de las veterinarias... Que horror!! Yo no quiero que mi humana me
deje allí nunca, prometo no volverme a portar mal, de verdad, pero
no vuelvas a llevarme allí!! Joooo, que son unas asesinas en
potencia! El caso es que al final una señora lo adoptó y se lo
llevó a vivir a un chalet de Mirasierra. Que bien vive el tío, y
parecía tonto. Yo que quería que mi humana se lo trajera también
a casa... Pero Mamá (aunque mi humana diga que es su mama, es
mentira, en realidad es mía, fiaos de mí, que soy el que sabe de
esto) se negó en redondo y dijo que bastante con haber acogido a
uno (ignoro si con ese uno se refería a mi humana o al gorrión que
todos los días me hace burla frente a la ventana de mi terraza).
Mi humana me ha contado que llegué en una cajita de zapatos y que
era muy pequeñajo, que le cabía en la mano. Yo, francamente, no me
lo creo, porque desde que tengo uso de razón he sido así, pero el
otro día Papa puso en la tele una cinta de esas negras que tanto
adoran y por las que tanto me regañan... No se dan cuenta que lo
divertido no es que se lo trague esa cosa negra sino jugar a tirar
de la cinta??? Ains, estos humanos son muy raros... Bueno, pues el
caso es que en la tele había una cosa pequeña, con legañas, lleno
de bichos y que parecía que había metido las patas en el
enchufe.... Que feo era, por favor! Que insulto! Decían que era yo!
Ja, que sabrán ellos??
Bueno, también me ha contado mi humana que cuando llegué a casa
estaba muy asustado y que no me atrevía a salir de la terraza, que
me daba miedo el poyete.... Anda que... Mira que son ganas de
mentir. Si yo soy un machote y no me da miedo nada!! También me ha
dicho que en cuanto cogí confianzas empecé a robar comida a Mamá
y de verdad que yo eso solo lo hago con el pescado. Cómo iba yo a
robar un muslo de pollo?? Yo creo que deliran un poco... Si el pollo
es un asco!! Si es que...
De pequeño al parecer era un pupas. No es que yo lo fuera a propósito,
de verdad. Si cualquiera al que se lo digan pensaran que soy masoca,
to el día me lo pasaba en la clínica de las torturas chinas. Había
tres asesinas en serie en ese habitáculo, pero la que peor me cae
es aquella que se hace llamar Susana. Siempre acaba pinchándome y
tirándome del pelo. Habráse visto! Pues claro que me pongo bruto,
lo que pasa es que mi humana es un poco bestia la chica (entre
vosotros y yo, la pobre se piensa que me sujeta contra mi voluntad,
pero en realidad es que me dejo, que por ella hago cualquier cosa) y
me aplasta contra la mesa de la sala de torturas mientras la tal
Susana me habla como si no me fuera a pasar nada. Si, si. Que nos
conocemos, rica!! Que tú por delante muy buenas maneras pero en
cuanto me descuido ya me has pinchao! Y encima tiene luego la cara
de darme una galleta. Yo por supuesto se la rechazo. No me rebajo al
nivel de todos esos perros que después de tantas putaditas cogen la
galleta. Eso si, si me la da mi humana se la cojo, que se que ella
me da cosas buenas. Mi humana dice que la galleta es la misma y eso
yo lo sé, pero uno tiene principios y no cogerá nada de la asesina
en serie.
Bueno, a lo que iba, que de pequeño, a parte de vacunas,
quitabichos (la verdad es que aunque me quejara, aliviaba mucho la
espumita esa quitapulgas) y auscultaciones varias, mi humana me
fracturó una pata. Si, si, ella me la rompió y aun así la quiero.
En realidad fue culpa mía, que me puse a enredar con sus pies en el
pasillo y la tiré al suelo cuando intentaba evitarme. Y aparte de
no evitarme (me pisó al final y me rompió la patita de atrás) se
dio un morrazo... Si no hubiera sido por el dolor de la patita me
hubiera reído. Como era domingo por la tarde acabamos en una clínica
de esas de tortura china, que las hay por todo Madrid (que miedo)
con un par de señores muy grandes que encima no me dejaron
reaccionar. Pinchazo (todo lo arreglan a pinchazos estos señores) y
me quedé totalmente grogui. Encima de dormirme, luego me
despertaron a golpes en la frente, pero tuvo una cosa buena, y es
que esa noche pude dormir con mi humana en su camita, aunque tampoco
me entere mucho. Lo malo es que tuve que llevar puesta una campana
(collar isabelino según la asquerosa de la Susana) que molestaba
bastante, pero oye, al final tuvo su gracia pelearse con ella. La
pata ahora la tengo fenomenal, lo digo por si os interesa.
Mi segunda pupa fue también por culpa de mi curiosidad. Resulta que
había un hilo sospechoso colgando desde muy alto del armario y lo
cogí con los dientes y tiré, tiré, tiré.... tiré y cayó del
cielo un cesto de mimbre lleno de lo que en ese momento me
parecieron juguetes. Estaba lleno de hilos de colores, botones y un
huevo enorme de madera. Bueno, pues estaba jugando a morder un hilo
y tragué y me hice pupita, así que fui corriendo a llorarle a
Mama, que llamo corriendo a mi humana porque estaba tosiendo sangre.
Los cabos los unieron cuando vieron el costurero (resulta que era
eso) tirado por el suelo, así que mi humana me agarró debajo del
brazo y corriendo a la clínica... UNA VEZ MAS!! Como volvía a ser
domingo por la noche, tuve que ir de nuevo a la clínica de los señores
enormes, que pinchazo y ale, a sobar otro ratito. Mi humana estaba
mu triste y no quería dormirme pero al final me pudo el sueño. Me
sacaron la aguja que me había tragado y que se había quedado
clavada en la garganta y dijeron que tuve mucha suerte, que casi
pincha a una tal yugular. El caso es que me repincharon unas cuantas
cosas mas y para casa y otra vez pude dormir con mi humana favorita.
Lo malo es que luego estuve una hora con la psicópata de la Susana
pinchándome. En el fondo creo que la mola eso de meter agujas por
todo mi cuerpo. Yo creo que me ha confundido con un acerico porque
parece su mayor hobby.
Tras múltiples pupas mas, como gastroenteritis, vomitonas y peleas
con un bóxer (juro que no fue mi culpa, es que mi humana se puso a
acariciarle y eso si que no. Mi humana con el enemigo no se va! Habráse
visto!) me entro la gran pupa, pero esta vez si que no fue mi culpa.
Mi humana me ha contado que los gatos, sobretodo los machos, tenemos
la uretra (a saber que será eso) con forma de churro, o de L y que
hay propensión a que se nos hagan cristalitos de ácido úrico
(ella se entiende, yo os cuento como dice ella) y al final se hizo
un atasco y no podía hacer pis. Menos mal que mi humana se dio
cuenta de que me dolía ir a la cubeta y que no hacía pis y me llevó
ante la duda con la SUSANA!!! Resulta que tenia FUS y que casi me
muero (eso dice ella, pero para mi que exageraba porque la verdad es
que yo estoy mu sanote ahora). Me ha contado, que yo ya no me
acuerdo, que estuve una semana hospitalizado y con una sonda puesta
(sonda que me arranque un día que mi Mama no estaba tan pendiente).
De lo que me acuerdo es que había una chica muy buena por las mañanas
que se llamaba Alicia y que era muy buena, no como la Susana, que me
cuidaba. Cuando volví a casa no podía comer porque seguía con los
niveles de toxinas muy altas en la sangre y lo vomitaba todo, pero
las psicópatas dijeron que así mi humana hacía prácticas (todavía
me pregunto a que se referían, que me dejaron mosca) y que me
pusiera ella los sueros. Además, yo estaba mas a gustito en casa y
quitando que se atasco un catéter (adivináis cuando??) un domingo
por la tarde y acabé de nuevo con el gigante rubio ese, que esta
vez no me pincho lo de dormir porque no tenía fuerzas para atacar a
nadie (que conste que si hubiera tenido se acuerda de mi para el
resto de su vida). Me cambio el catéter de pata, me pincho lo de
todos los días y ale, para casa otra vez. Al final mejoré y la
tonta de la Susana le dijo a mi humana que me diera potitos para
comer. Yo maullando porque tenia hambre y la Yies me pone una
cucharada de pasta beis, viscosa en el comedero... Puse una cara...
Además, aquello no se podía comer! Yo metía el morro y aquello se
desparramaba por todos lados. Al final mi humana dejó de reírse
(le parecería gracioso, encima! Pero yo la perdono todo) y me lo
fue dando con el dedo. Como ya he dicho, no le rechazo nada, que
nunca me da cosas malas como la Susana, así que me lo comí todo.
Luego Susana tuvo la gran idea de cambiar el potito por algo mas
consistente, unas latitas azules que le daban a mi humana allí.
Estaban buenas, pero yo seguía echando de menos mi pienso de toda
la vida. Pienso que... snif.... no volví a ver. Al final me
cambiaron la dieta para que no volviera a ponerme malito y al
principio me puse cabezón y me negaba a comer. Pero entre vosotros
y yo, mi humana es todavía mas cabezota que yo y al final me ganó
y tuve que comer. Si es que hasta tenia cortado el paso a la panera
y sus deliciosas miguitas!! En eso fue cruel, pero lo dicho, que
hasta eso le perdono yo.
Mas cositas. Bueno, mi humana no se que manía tiene de ponerme los
cuernos. Resulta que yo salgo a la calle con correa pero un día que
ella no podía bajarme, tenía trabajo, o eso dijo, la que me bajo
fue mi Mamá. Estaba yo tan feliz oliendo flores por el parque
cuando de pronto, a lo lejos, la veo paseando.... Y CON EL
ENEMIGO!!! Era un perro naranja y con orejas y lógicamente me tiré
a defender lo que era mío. Pero a mi humana no le hizo gracia y el
perro naranja con orejas (que era un cobarde) se escondió detrás
de ella. Menos mal que había una valla entre el y yo, que sino, le
iba a haber dado yo dos yoyas que se iba a acordar.
También me pone los cuernos con un montón de humanos masculinos.
Cada día viene alguno a casa y bueno, a Víctor se lo permito, que
es mi hermanito mayor (jugaba conmigo de pequeño), pero al tal
Alberto... Es majo, tengo que admitirlo, me rasca y juega conmigo,
pero no se porque esa manía que tienen los humanos de sentarse en
la cama de mi humana (yo creo que es mas cama mía que de ella, que
al fin y al cabo yo duermo 18 h en ella y mi humana solo duerme 8,
pero bueno, yo no la discuto). El caso es que mi humana siempre que
viene Alberto acaba enfadada conmigo. Total, yo solo ataco a sus
tobillos y solo cuando se sienta en su cama, que soy un caballero.
Pero nada, no me entienden y acabo lanzado por la puerta al pasillo
y me cierran la puerta desde dentro... Serán.... Pero que conste
que no me separo de esa puerta, eh?? Que estaré fuera, pero a cabezón
solo me gana... mi humana.
También cazo. Mi humana dice que soy patético, pero lo que pasa es
que yo escojo a mis presas cuidadosamente. En seis años he cazado
una polilla (según mi humana tardé hora y media en cazarla, yo
digo que estaba jugando al pilla-pilla y que le di ventaja), un
saltamontes (mi humana dice que era viejo y no tenía patas, yo le
digo que era grande y que era un regalo para ella), una araña (esa
si que debo admitir que fue un error. Yo quería olerla y la aplaste
con el morro) y un bicho bola. El otro día perseguí una polilla
durante dos horas, pero la tía hizo trampas y se escapó.
En resumen, que soy un gato mu bueno, mu payaso y mu feliz con mis
humanos, y si, me recomiendo, que para algo soy muy egocéntrico. Os
dejo un PD de mi humana, que ya me echa.
Un ronroneo , Taby
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