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Lepe... La industria principal de Lepe no es la exportación de fresas. No son los
chistes. La industria principal de Lepe es el ingenio. Lepe subyuga. Lepe inquieta. Creo
que la CIA tiene a Lepe lleno de espías, para ver qué traman los leperos, de lo que
depende el futuro del mundo. Pujol está, como saben, tan intrigado con Lepe, que se fue a
pie de obra a ver qué era aquello. Con lo grande que es España, Pujol no ha ido a
Galicia, a ver cómo funciona la industria de la emigración. Ni ha ido a Extremadura, a
ver cómo funciona la máquina de improperios que tiene instalada allí Rodríguez Ibarra
y que últimamente está con la producción bajo mínimos. Pujol no ha ido a la Rioja, a
ver añadas de tinto para compararlas con las del blanco del Penedés, ni ha ido a
Cantabria para inquirir por qué los montañeses venden tan buen queso en Sevilla y en
Cádiz. Pero Pujol ha ido en cambio a Lepe. La única autonomía española visitada
oficialmente por Pujol ha sido Lepe. Porque Lepe es una autonomía. Igual que Marbella es
una Ciudad-Estado gobernada por Jesús Gil, Lepe es una autonomía virtual, sin estatuto,
ni falta que le hace. Igual que Treviño es un territorio castellano enclavado en el País
Vasco, Lepe parece un territorio catalán enclavado en Andalucía. Lepe es lo más
nacionalista que se despacha en Andalucía.
-- ¿Lepe, entonces, es una
nacionalidad histórica?
-- Completamente histórica.
Pues anda que no tienen probada antigüedad los chistes de leperos...
En esta autonomía lepera,
como en todo país próspero y avanzado, existe un importante departamento de I + D que le
llaman. Eso que iban a hacer en la Expo cuando acabara la Expo, pero de verdad. Veo en los
periódicos la última fotografía del laboratorio de I + D de Lepe, que es el que vende
los cupones en la playa, a bordo de una moto de arena, de ésas con tracción a sus tres
ruedas gordotas. La moto de los policías de Los vigilantes de la playa es algo
habitual en Lepe. Ni cuando estaba allí Miguel Durán logró en la ONCE una tecnología
punta como la del tío de los cupones de la playa de Lepe, cuyo nombre siento que no den
las gacetas que difunden su verdadera imagen motorizada. Tengo que ir a La Antilla sólo
por comprar cupones de I + D, cupones de la tecnología lepera. Ejemplo que debería ser
imitado en todas las playas andaluzas. La imagen entre Lepe y el resto de Andalucía es
que El Papi, el que vende las papas fritas en las playas del Puerto de Santa María,
aunque le tocó la quiniela y es inmensamente rico, va todavía de infantería, con el
canasto al brazo, mientras que en La Antilla el tío de los cupones va motorizado. Lo que
en La Antilla es normal en el tío de los cupones es la excepción, por ejemplo, en la
Playa Victoria de Cádiz, donde la alcaldesa Teófila Martínez le ha comprado una moto
playera, una sola moto playera, a los chavales de Salvamento para que acudan raudos cuando
a Vanessa se le vaya la mano dándole una ahogaílla a Iván...
--- Ya está...
--- ¿Que ya está qué?
--- Que ya sé para qué fue
Pujol a Lepe...
--- ¿Para qué?
--- Para aprender a dar la
ahogaílla... Mira, después de Lepe, Pujol ha cambiado la inmersión lingüística en
catalán por la ahogaílla lingüística en catalán. Eso que dice su consejera de
Justicia, que todos los funcionarios allí no solamente tienen que saber catalán, sino
ser catalanes, no es ya inmersión lingüística... Eso es ya una ahogaílla...
Bueno, a lo que iba. Que me
quito el jipijapa de Urculo mirando al mar soñé ante la tecnología lepera de la moto de
playa. Con lo larga que es la costa de Andalucía, a nadie más que a un lepero se le ha
ocurrido esta utilización comercial de la moto de playa. Y ya verán cuando los leperos
se pongan a buscarle utilidad a la moto náutica. Verán cuando inventen un día de éstos
el repartidor de pizzas en moto náutica por las sombrillas de la playa...