Aznar, con gabardina, junto al Rey a cuerpo, en el
chaparrón del desfile del 12 de octubre
Hasta ahora, en la historia contemporánea de España, cuando
hablabas del hombre de la gabardina pensabas inmediatamente en aquella última batalla de
las guerras carlistas que se libró en las campas de Montejurra, donde un tradicionalista
pistolero, de gafas oscuras y de la antigua observancia, trasunto de Pinochet, le
descerrajó dos tiros a un democrático carlista reformado y autogestionario de Carlos
Hugo. Decías "el hombre de la gabardina" y evocabas los duros tiempos de los
muertos de Vitoria, de los tiros en Montejurra, de los manifestantes de la libertad
asesinados en portales de la calle Barquillo por los guerrilleros de Cristo Rey, que se
olvida que en España la "kale borroka" nunca es nueva, hasta Goya la retrató,
con dos españoles enterrados hasta las rodillas y matándose a estacazos.
Yo estaba hasta esta misma mañana contra la gabardina de
Aznar en el desfile de la victoria... de la victoria del 12 de octubre como Fiesta
Nacional frente a los que quieren mudarla al 6 de diciembre. Pensaba que no era de recibo
que el Rey estuviera de uniforme de capitán general a cuerpo gentil, aguantando el
chaparrón (uno más de los muchos que tiene que aguantar en estos días de nacionalismos)
mientras Aznar estaba también de uniforme, pero de uniforme del Teniente Colombo. Pensaba
que era una falta de delicadeza que Esperanza Aguirre, que es una señora, se empapochara
de agua, mientras Aznar iba en plan ande yo caliente.
Pero hoy he visto que Aznar estaba prestando un servicio
impagable a la democratización de la gabardina. Uníamos la imagen de la gabardina al
carlistón fascista de Montejurra, a los policías de la Brigada Político-Social
deteniendo estudiantes y sindicalistas en la dictadura. La gabardina de Butragueño en el
otoño madrileño no había pasado por la tintorería de la Constitución, hasta que Aznar
se la puso en el desfile y la democratizó. Además, que la gabardina no tenía nada que
ver con el temporal, sino con la bonanza. La gabardina de Aznar forma parte de los
indicadores económicos de la bonanza. El dijo que España estaba bajo la lluvia fina de
la benefactora acción de gobierno del PP. Como la lluvia fina dicen que ya es chaparrón,
por eso Aznar cogió la gabardina como Johnny, un americano que sentó plaza en la
Legión, cogió su fusil y se puso a desfilar bajo la lluvia detrás del borrego, un, dos,
papa y arroz...