Las leyes antes
tenían nombres que eran como la solapa explicativa del libro
de su contenido y su argumento. Leías "Ley de Vagos y
Maleantes" y sabías de qué iba la cosa. De lo que, por
ejemplo, volverán a poner en vigor dentro de poco para
aplicárnosla a los que todavía fumamos, como quieren hacer
el Club de los No Fumadores Por la Intolerancia, que funciona
con bastante más fuerza que el Club de Fumadores por la
Tolerancia.
Antes leías
"Ley de Caza", y sabías de qué iba la cosa, de
escopeta y perro, y del pájaro perdiz para la cacería en el
puesto de jaras del que tan buena literatura hace el embajador
José Cuenca Anaya. Antes leías "Código de la
Circulación", y sabías que iba la cosa de flechas y
contraflechas. Pero ahora, como nadie quiere ser lo que es y
todo el mundo se atreve a ser más de cuanto es, a las leyes
les ponen unos nombres extrañísimos, cuando no
contradictorios. La Loapa, por ejemplo, tenía nombre de pieza
que se le rompe al coche y que descubre el mecánico cuando lo
llevamos al taller: "Ese ruidito es porque hay una biela
que roza en la loapa..."
Aquella otra ley
autonómica, la Lofca, tenía nombre de medicina. De
reconstituyente: "Lofca Forte, cinco viales en ayunas
cinco días consecutivos, y verá usted cómo el niño le come
mejor, señora", parecía que iba a decir el médico...
Ahora que ninguna ley con nombre tan poco apropiado, tan
osado, tan contradictorio, tan ofensivo, como la LORCA. Sobre
todo cuando se piensa que esa ley ha sido aprobada por el
Parlamento Andaluz. Que el Parlamento Andaluz apruebe una ley
que se llama la LORCA me parece tan falto de respeto como si
el Parlamento Gallego aprobara una ley que se fuera la
CASTELAO o la ARANA en el Parlamento Vasco. Con la de nombres
que se podían haber buscado en este siglo de las siglas y los
acrónimos para una ley redactada y aprobada sólo para
perseguir a un cura en Córdoba, a sus señorías tan poco
ilustrísimas andaluzas no se les ha ocurrido otro que el de
Ley de órganos Rectores de las Cajas de Ahorros. La LORCA en
siglas. Hasta de Lorca echan mano para impedir que don Miguel
Castillejo siga presidiendo Cajasur. Y no me extrañaría que
tras la LORCA aprueben la ALBERTI: Añadido Legal para Borrar
de España a los Reverendos Tonsurados Insignes. O la PEMAN:
Programa para Extinguir los Montes de Ahorro Normales. O la
CERNUDA: Control Extremo de los Recursos Unidos del Ahorro.
¿Será por poner nombre de poetas a las leyes comecuras, a la
antigua usanza?