De servicio de
documentación, de papeles, puede que andemos algunas veces
tan chungos como decía Salvi Domínguez que estaba, cuando
aquella famosa comparecencia ante el Parlamento Andaluz que no
la mejora Chiquito de la Calza, aquello sí que fue Carnaval y
no El Libi. Nuestro servicio de documentación es muchas veces
algo que no se enseña en las Facultades de Ciencias de la
Información ni se estudiaba en las Escuelas de Periodismo,
pero que es fundamental en el oficio: el olfato. El primer
periodista con olfato en la historia creo yo que fue Noé.
Mientras otros decían que no te pongas así, Noé, que esto
son cuatro gotas y que ésta va ya para Carmona, el hombre,
como tenía olfato, se lió a meter animales dentro del arca.
Mi servicio nasal
de documentación, por lo que llevo olisqueado, me dice que
Chaves ha dejado de ser alcalde de Sevilla...
-- Pues que Santa
Lucía le conserve la vista, porque lo que es el olfato, lo
tiene usted más perdido que los cielos de Romero Murube...
¿Cómo se le ocurre a usted decir que Chaves ha sido alcalde
de Sevilla?
Se me ocurre
decirlo porque mientras que en Sevilla ha habido un alcalde de
otro partido, fuera del PA, fuera del PP, acto público
importante que había en Sevilla era acto donde acudía Chaves
en su calidad de presidente de la Junta, vecino y residente en
la capital de lo que dice el Estatuto que es una nación,
aunque no se lo crean más que los de Nación Andaluza y unos
cuantos loquitos más que lo soñamos. Chaves iba a todos los
actos de medio qué que hubiera, a por atún y a ver al duque.
Quiero decir, a presidir y a dar de paso un poquito por saco a
Soledad Becerril. Chaves no iba a actos locales de Granada, de
Córdoba, de Huelva, y mucho menos antes de la victoria
popular en las municipales antepasadas, porque no tenía
alcaldes del PP a los que dar por saco. En cambio, en Sevilla,
es que no desaprovechaba ocasión.
No sé si lo han
observado, pero desde que el Partido Socialista ha rescatado
el baluarte y el buque-insignia de la Alcaldía de Sevilla,
Chaves cada vez acude menos a actos de naturaleza local. No es
que no quiera quitarle protagonismo al alcalde. Es que como el
alcalde es de los suyos, no tiene ya que dar por saco al
protagonismo de nadie ni chuparle cámara a nadie. Chaves
ahora sabe que tiene los mismos socios a un lado y a otro de
la Avenida de la Constitución de Sevilla. Chaves se pone en
la Puerta de Jerez, donde tiene de socios a los andalucistas y
manda él, y mira hacia el Ayuntamiento, donde tiene de socios
a los andalucistas y puesto de alcalde al señor Sánchez, y
le entra por cuerpo una tranquilidad de agenda enorme:
-- Qué alivio,
esta tarde no tengo que ir a quitarle protagonismo al alcalde
de Sevilla en ningún acto oficial...
En el cuerpo se lo
ha encontrado. Chaves ahora tiene más tiempo libre para hacer
ejercicio físico en Antares y para poder maquillarse a fondo
antes de salir en las cámaras amigas de la nuestra (donde
mandan los suyos), pidiendo tranquilidad en El Ejido. Por
cierto: mira cómo en El Ejido, como el protagonismo que hay
es el que hay, lagarto, lagarto, Chaves no le chupa cámara en
lo más mínimo a Pepe Torres Hurtado, el delegado del
Gobierno...