Estaba
servidor en Zurich, mando a distancia en mano, tratando de
enterarse por TVE Internacional si Aznar había iniciado ya
con los sindicatos sus contactos previos a la investidura. Y
no conseguí enterarme de nada. Es más: como he estado unos
días en Suiza, a estas horas no sé si los sindicatos le
comen ya en la mano a Aznar o no. Pero, en cambio,
pregúntenme lo que quieran de los cuernos de Antonio David y
del vestido de novia de Bibiana. Me lo sé todo. Gracias a TVE
Internacional, televisión pública de bandera. Emitiendo para
todo el mundo (qué alipori), una señorita rubia de
vascongada nación que ronea de Ginger Rogers con sus ojos
como dos puñaladas en un tomate, ofrecía puntualmente un
resumen de cuanto la noche antes el tal convicto de
benemérita mangoleta había manifestado sobre sus propios
cuernos en "Tómbola". TVE le daba a Antonio David
tratamiento de jefe de gobierno. Ni unas declaraciones de
Clinton, un poner, a "Der Spiegel" merecen en TVE
los honores del resumen que las declaraciones del vendedor de
cuernos a la TV pùblica valenciana. Esto en cuanto al señor
Flores. Que en cuanto a la señora Fernández, pregúntenme
también cuanto quieran sobre su nupcial atuendo, sobre su
desposado maromo cubano.
No es
abyecto: es que vamos a más. Del cornudo consentido hemos
pasado al vendedor de cuernos, que convierte sus falsos
apéndices frontales en rentabilísima "stock
option". Para cobrar 10 millones de pesetas por los 12
cuernos de una corrida, Juan Pedro Domecq ha de criar y
seleccionar con mimo durante cuatro años unos ejemplares
únicos. Eres tonto, Juan Pedro. Hay quien a 4 pares de
cuernos, 4, le saca en TV más que Victorino Martín a la
corrida de San Isidro... con Vía Digital incluida. Lo más
lamentable es que España entera habla de este culebrón
construido con mentiras por un ser despreciable elevado a la
categoría de héroe popular por la TV. Pero no por unas
televisiones cualesquiera, sino públicas. Si Tele 5 y Antena
3 quieren gastarse millonadas en comprar basuras y en el
aprovechamiento de residuos sólidos morales, su dinero
arriesgan. Pero es inadmisible que esta colectiva abyección
nacional se difunda y pague desde televisiones públicas, como
TVE, el Canal Valenciano o Telemadrid. ¿No propone el PP un
pacto por el empleo, un pacto antiterrorista? ¿Por qué no
logra usted, señor Aznar, un pacto contra la basura en la TV
pública, para que los cuernotraficantes no cobren al menos de
nuestro dinero de contribuyentes? Si tal pacto se hubiera
hecho, podría usted haber leído aquí una elogiosa columna
de sus entrevistas con los sindicatos, y no sobre los civiles
expulsados del Cuerpo que pasaron directamente de "el
honor es mi divisa" a traficar con el deshonor de su
divisa, su hierro y su señal.