A mí me
encantaría que el presidente de la Junta de Andalucía
viviera en un palacio. A mí me encantaría que el presidente
de la Junta de Andalucía se mereciera vivir en un palacio. A
mí me encantaría que todos los palacios nos parecieran
chicos, y poco lujosos, y poco monumentales, para que viviera
en ellos el presidente de la Junta de Andalucía. A mí me
encantaría que el presidente de la Junta de Andalucía,
cuando saliera de su palacio, y fuera en su coche, se parara
la gente al ver el banderín blanquiverde desplegado sobre la
aleta, encantados de la vida:
-- Ole ahí ese
tío que va ahí, el presidente, cómo defiende a nuestra
tierra este hombre...
A mí me
encantaría que los andaluces mantuviéramos aquel orgullo de
nuestra tierra que sentimos aproximadamente durante cinco
minutos en el 28-F. Cuando los niños chicos se aprendieron el
himno y los mayores querían habérselo aprendido, con lo
difícil que es la letra y más difícil aun que es la
música, sus castas todas.
A mí me
encantaría que los andaluces fuéramos respetados en España
entera porque tenemos un presidente que los pone sobre la mesa
cada vez que hay que ponerlos, para defendernos ante el
chantaje de los catalanes, ante la leña de los vascos que nos
la meten doblada, y con bombas encima.
En ese caso, yo
seria el primero que diría que todo palacio me parecía poco
para el presidente. No en cuanto presidente, a ver si me
entiende usted, sino como dignísimo representante de todos
nosotros, de nuestras aspiraciones, de nuestros sueños. Que
en estando el presidente en palacio, y con criados de librea
si hacía falta, y con alfombras de la Real Fábrica de
Tapices media cuarta de gordas, éramos todos los andaluces
por él representados los que ocupábamos, ni más ni menos,
que el sitio que merece nuestra dignidad como pueblo.
Pero como esto por
desgracia no es así, como Chaves ha sido durante muchos años
un mandado del gobierno de Madrid, que vino a la fuerza, y que
si en los cuatro últimos años ha levantado la gaita no ha
sido por Andalucía, sino para dar por saco a la derecha que
gobernaba en Madrid... Como esto es así, como Chaves fue
siempre un empleado distinguido de su señorito González y
ahora sigue siendo el que da la cara, qué cara, por
González, para cambiar los mismos perros, los mismos
collares, las mismas perreras y las mismas pulgas, pues lo del
palacio me parece algo que tiene una palabra muy andaluza para
definirlo: mangazo.
Señor, ¿no lo
desahuciaron de la Casa Sundhein con todas las de la ley, y
tuvo que pasar esa vergüenza? Si el presidente hubiera
representado a los andaluces, con lo que somos cuando nos
tocan el orgullo, prontito hubiéramos consentido que el PP e
IU hubieran desahuciado al que estaba allí representándonos
a todos. Pero no nos representa a todos, y ahora hasta
difícilmente representa a los suyos. Pero sigue erre que
erre, queriendo mangar el mangazo de residencia oficial. Nada,
que es muy duro ser como todos y pagar cada mes la facturita
de la luz, y el agua, y los gastitos de la casa. ¿Y éste es
el que tiene que cambiar al PSOE, el que sigue queriendo vivir
de gorra a cualquier precio, contra la voluntad del Parlamento
soberano expresada en su día? Pues aviados van en el PSOE
como el que tenga que cambiar el PSOE sea el que lo único que
quiere es pegar el mangazo de casa como sea...