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Igual
que el tomate no tiene ninguna culpa de que esté tranquilo en
su mata y lo metan en una lata, tampoco los búlgaros tienen
culpita de nada. Demasiado trabajo tienen los pobres búlgaros
con encontrarlo fuera de su país por la próspera Europa
postindustrial, como para que encima los insultemos cada vez que
el PSOE celebra un congreso. En el congreso socialista andaluz
de turno, Manuel Chaves, flor de la raza calé, ha sido
reelegido todo lo que quería que lo reeligiesen. Menos
mantenedor de los Juegos Florales de La Palma del Condado,
Egrabense del Año y Miss Aracena, lo han elegido de todo. A
Chaves creo que lo han elegido hasta de Chaves, que es una de
las cosas más rentables que se pueden ser hoy dentro del PSOE:
los que siendo lo que fueron, siguen siendo lo que les da la
gana, ¿pasa algo? Cómo habrá sido el besahuevos de Chaves,
que hasta ha surgido el manolismo. Yo me creía que el manolismo
era el arte que tenía Goya para pintar tapices con la manola en
la calesa, pero no. Si es por arte, el manolismo debe de ser el
arte que tiene Chaves para mantenerse en el poder, mande quien
mande en el partido. Luego, hablamos del tiempo que lleva Martín
Villa subido en el coche oficial, pero anda que Chaves... Todos
los de la famosa foto de la tortilla están ya en su lugar de
descanso del guerrero, menos Chaves, que sigue dale que te pego,
qué habilidad, hijo. A Chaves hay que decirle como a las
puretonas cuarentonas aparentonas:
- Por usted no pasan los años...
Los años ni los congresos de la perpetuación de la cuestión.
Aquí los llamamos congresos a la búlgara, pero he puesto una
conferencia a cobro revertido a Sofía y me han dicho:
- Hombre, qué alegría que nos llame usted, Burgos, porque
queríamos decirle que estamos hasta los mismísimos de los
congresos a la búlgara. Tome usted nota, como Juncal, y diga
que aquí en Bulgaria, a los congresos a la búlgara les
llamamos precisamente congresos a la andaluza.
El congreso a la andaluza suena a plato del día en el
chiringuito donde Manolo reparte el rancho entre los delegados
al congreso, de los cuales el 74% ocupa carguete y cobra de
Manolo. ¿No van a votar a Manolo los que viven de Manolo? Por
eso hay que hacerle urgentemente un monumento a ese delegado
malagueño que es médico, se llama Pedro Villagrán y le echó
el tío dos co... pi,pi,pi a la cosa y se abstuvo en la votación
a la andaluza de Manolo. Por culpa de Villagrán salió eso del
99,9% para Manolo. Una heroicidad. Como que al congreso que ha
reelegido a Manolo para lo que guste mandar le pones tú media
docenita de delegados gaditanos guasones y chirigoteros,
disfrazados de procuradores saharahuis con una sábana del
Burrito Blanco y te salen las Cortes de Franco: «A ti te lo
debemos, Manolo...».
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Biografía de Antonio Burgos
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