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No
hay nada como escuchar las radios del polanquerío. Lo que se
aprende escuchando esas radios... Y nada digo leyendo sus
periódicos. Yo acabo de aprender de Derecho más que si me
hubiera apuntado a un curso en la UNED. Pregúntenme lo que
quieran de jueces. Gracias a las consignas recibidas por los
órganos y organillos del polanquerío sé que acaba de
inventarse en España una nueva figura en la Administración de
Justicia: el Juez Prevaricador. Hablan del Juez Prevaricador y
ni tienen que citar su nombre. Así que colijo que esto del Juez
Prevaricador es un cargo nuevo en esta España de los
organigramas. El Juez Prevaricador debe de ser como el Justicia
Mayor de Aragón, una cosa así. No saben estos señores lo que
les agradezco que enriquezcan mis cortos y torpes conocimientos
jurídicos. Porque yo sabía que estaba el juez de línea en el
fútbol, el juez de menores, el juez de familia, el juez de
vigilancia penitenciaria, el juez de paz, e incluso el juez de
naranja y el juez de limón. Pero desconocía la existencia del
Juez Prevaricador del Reino.
Juez del que hablan casi tanto como de La Tani, pero en
sentido contrario. Pedazo de heroína social, versión 2000 de
la navaja de Carmen, ahora con pistola en la liga. Pobre Tani
que mi Tani que mi Tá, que canta Carlos Cano. Tani se libró de
la trena, pero no de la justicia gitana. A Tani la han hecho
heroína payos de ONG, pero le queda la justicia calé del ojo
por ojo y diente por diente. Por eso la escoltan los municipales
de su pueblo, donde de un momento a otro la harán hija
predilecta. La justicia gitana no entiende de indultos payos.
Así que, si el preguntar no es molestia: ¿es acaso gitano
Jesús de Polanco? ¿Es el patriarca calorró de una tribu
mediática que impone sus leyes de bronce, ojo por ojo, desde la
autoridad de su cachaba de Tío Casiano? Sólo así puedo
explicarme que Tío Jesús Polanco, con su cachaba, haya dicho a
sus primos de película de Pérez Reverte que tienen que aplicar
la ley gitana al Juez Prevaricador. Los payos de la Moncloa
pueden dictar sus indultos, pero no valen para los patriarcas
del gitaneo mediático, que tienen que hacer cumplir sus propias
leyes, ojo por ojo, banquillo por banquillo. Nada, nada, cadena
perpetua para el Juez Prevaricador. Por Undibé, que Tío Jesús
ha pregonado con su cachaba a los de su raza que hay que echarle
la perpetua...
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