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Como
me gusta escribir sin trampa ni cartón, nunca oculté que soy
mucho de Paco Vázquez, el alcalde de La Coruña. Tan
partidario, que hasta estoy por llamarlo Don Francisco, si no
sonaran tan mal en nuestra Historia esto de un Don Francisco
gallego, así que vamos a dejarlo. Tras
las últimas municipales hasta le pedí que me empadronara
en La Coruña. Es una maravilla esto de que vayas a votar a
un señor, este señor saque mayoría absoluta y después no te
hagan un pacto por debajo de la mesa y utilicen tu voto para
poner de alcalde al Doctor Liendre, que de todo sabe y de nada
entiende. Y Paco Vázquez, que tiene paladar y sentido del
humor, hasta me mandó los papeles del empadronamiento, sin
necesidad de ir a La Coruña como si fuera el paso del Ecuador
que les imponen a otros sin papeles que se quieren avecindar, un
poner, en Lepe.
Me encanta Paco Vázquez, como me declaraba partidario en su
momento de Borbolla. Me encantan estos socialistas atípicos,
que suelen poner la vergüenza torera por encima del libro de
normas y del manual de estilo del partido, que gobiernan
pensando en los ciudadanos y no en la ejecutiva de Ferraz. Igual
que el que escribe para comer ni escribe ni come, el que
gobierna para agradar a Ferraz, ni gobierna ni agrada a Ferraz.
Y quien dice Ferraz dice Génova, que conste.
Paco Vázquez tiene la habilidad y el valor de decir todo
aquello que usted había pensado, pero no tenía cojones de
decirlo. Paco Vázquez ha dicho sobre la hoja de almanaque del
13 de mayo lo que piensa media España informada y parte de la
otra media sospecha. Paco Vázquez ha dicho que el peor
terrorismo es el de la enseñanza. Que tan importante como poner
a detener terroristas enchampelados a la Policía Autónoma
Vasca (me niego a escribir lo de Erzanosequé) es desmontar
cuanto antes el aparato operativo de un sistema educativo
diseñado para que las pobres criaturas aprendan... a odiar a
España. Hablamos de comandos informativos, pero Paco Vázquez
me ha hecho pensar en los comandos formativos, más
destructores, más extendidos. Hay escuelas que son perfectos
comandos legales, donde ya se ha lavado el cerebro para siempre
a un par de generaciones.
Ya puestos a no dejar tranquilo a nadie como ha hecho
Vázquez desoyendo las divinas enseñanzas de Zapatero, yo
rescataría toda la enseñanza de todos las autonomías. Si
allí arriba enseñan a odiar a España, aquí abajo enseñan a
ignorarla, que no sé qué será peor. Allí los chavales saben
quién era Arana y no tienen el gusto de conocer a Cervantes.
Aquí saben quién era Infante, pero no tienen el gusto de
conocer a Cambó. Qué maravilla si no hubiera este terrorismo o
este electoralismo de la enseñanza, y todos los chavales de
toda España aprendieran del tirón quién era Cervantes, quién
Arana, quién Cambó, quién Infante...
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Biografía de Antonio Burgos
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