|   | 
                
                Los 
                niños vienen con el pan bajo el brazo y los ministros de 
                Defensa, con la Patria bajo el brazo. Estás con un ministro de 
                Defensa y como te descantilles, te pega con la Patria en toda la 
                boca. En España la Patria es un arma arrojadiza como otra 
                cualquiera, como flecha de arquero que enciende el pebetero 
                olímpico. Los vascos nos lanzan la jabalina de la patria vasca y 
                Carod es medalla de oro en su especialidad de darnos con la 
                patria catalana donde más nos duele: en la cartera. Estaría por 
                proponer que el Lanzamiento de Patrias sea reconocido como 
                deporte por el Comité Olímpico. 
                 Bono, como viene con la Patria debajo del 
                brazo, se ha montado para él solo el Ardor Guerrero de la 
                Señorita Pepis. Está haciendo bueno a Trillo. Siendo de la 
                tierra de Don Quijote, es raro, raro, raro, que Bono no haya 
                anunciado el repliegue iraquí de las tropas españolas con alguna 
                galanura literaria. Le hubiera quedado precioso algo así como: 
                "Al alba, nuestras tropas toman gloriosamente el Juan Naja de 
                Levante". Le ha salido algo más sanchopancesco: "Amo a mi mamá 
                la Patria". A su toma de posesión no le faltó un perejil para 
                que Berlanga la filmara como parte de su Patrimonio Nacional. 
                Quizá estaba cortita de marquesas y de peinetas, y quizá faltaba 
                Marujita Díaz cantando el "Banderita". Pero hay que reconocer 
                que en clase de vergüenza ajena le quedó redonda. 
                Y viendo que los civiles elevados al máximo de 
                su capacidad de hacer el ridículo como ministros de Defensa dan 
                estos espectáculos, ruego que, por favor, inmediatamente, como 
                las balas (y nunca mejor dicho), pongan a un militar en esa 
                cartera. Todo les sale chusco porque son chusqueros. Con un 
                militar eso no ocurriría. Peor que los curas son esos 
                aficionados a curas, esos neocatecumeles o como se llamen, que 
                recuerdan la maledicencia madrileña sobre la tenista Lilí 
                Alvarez: "Viene por allí por la esquina Lilí Alvarez, y antes de 
                que llegues te has convertido". Peor que los militares son estos 
                paisanos nombrados ministros de Defensa. Viene por allí Pepe 
                Bono y primero te pega un patriazo que te avía, y luego te larga 
                un discurso sobre el honor del tambor y la disciplina de 
                plastilina que te deja vaheando. Bono tiene el temible fervor de 
                los conversos. Los militares mejor que nadie saben que la Patria 
                es algo muy serio como para dejarlo en manos de estos chufleteos 
                folklóricos. Que vea Bono los sobres de la paga de los 
                militares, verá lo serio que es servir a la Patria. Trillo, 
                cuadrando con toda su soberbia a la gente, como ministro 
                patatero y chusquero que era, ni se dignó mirar esos sobres.
                 
                
                
                
                
                
                
                
                 
                
                 
                    
                Hemeroteca de
                artículos en la web de El Mundo   
                Biografía de Antonio Burgos   
 Libros
de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés 
Libros
de Antonio Burgos publicados por Editorial Planeta -  
                  
                
      
    Correo 
      
                 
                  |