uando
se lee la palabra "desactivación", se piensa inmediatamente en
los valerosos Tedax de la Policía Nacional y de la Guardia
Civil, que se juegan la vida para desarmar los mecanos de la
muerte que colocan los terroristas asesinos. Cuando hablan de
desactivación, se pregunta uno: ¿dónde han puesto la bomba estos
hijos de la gran puta? Pero, tranquilos, que la desactivación de
hoy no esa cosa de triquitraque. Es un petardo. Un petardo que
pegó con Sevilla ese petardo de ministro de Defensa que fue
Federico Trillo el del PP, el que dejó a San Fernando sin
Escuela de Infantería de Marina. A Sevilla, de momento, Trillo
la ha dejado sin Tablada. Sin lo que significaba Tablada para la
Historia de la Aviación Española.
Andalucía fue a la historia de la Aviación lo que Florida a la
carrera espacial. Para toda aventura aeronáutica se necesitan
cielos despejados, llanuras sin montes, clima benigno,
visibilidad de luz velazqueña. Cabo Cañaveral, en Florida,
ofreció esas condiciones a los astronautas para la conquista de
la Luna. El viejo aeródromo de Tablada, sobre los terrenos del
antiguo hipódromo y del tiro de pichón, para el nacimiento y
desarrollo de la Aviación. Tablada fue el Cabo Kennedy de los
años 20 y 30 del siglo XX, de donde salían aquellos chalados con
los locos cacharros del "Jesús del Gran Poder" o del "Cuatro
Vientos".
Todo eso lo ha mandado Trillo al baúl de los
recuerdos. Insisto, Trillo, no Bono. A Bono, que lo registren a
bordo del helicóptero oficial donde va todos los días de su casa
al despacho, Bono es el inventor del helicóptero oficial, en vez
del PMM, el PHM, Parque de Helicópteros Ministeriales. Esta
noche se produce en Sevilla una desactivación sin bomba, pero
con bombarderos, con cazas y con aviones de transporte. A mí
nunca me habían invitado a una desactivación, y mire usted por
dónde esta noche voy a asistir a una, en la que me acordaré de
los antepasados todos de Trillo. El general Pedro Bernal
Gutiérrez nos invita a las 21 horas en Tablada a "la
desactivación del Mando Aéreo del Estrecho y de la Segunda
Región Aérea". Vaya por Dios y la Santísima Virgen de Loreto.
Otra pérdida más para Sevilla. Nos dejaron sin Capitanía General
del Ejército de Tierra y, ahora, sin la antigua Capitanía
General de Aviación, de la Segunda Región Aérea, de la Región
Aérea del Estrecho o de eso que últimamente le habían puesto de
mote, con el manual de siglas de la OTAN: el MAEST, Mando Aéreo
del Estrecho.
En vez de hacer en Tablada el Museo de la
Aeronáutica Española, ya que allí rodaron exteriores de la
película "La batalla de Inglaterra", a la base ribereña la
convierten en cabecera de la Dirección de Enseñanza Aérea. La
degradan, vamos, sin que nadie haya levantado la voz, ni los
cientos y cientos de sevillanos que hicieron la mili en Tablada
como voluntarios de Aviación con el comandante Cantero, con el
teniente Piquero o con el general Lecea. La Región Aérea hasta
tuvo su palacete, como la Capitanía General de Tierra. Estaba
frente por frente a la iglesia de San Vicente, en el antiguo
palacio de los Domonte. Allí estuvo la corte de los milagros
artísticos de Lecea, que enchufó como soldado de Aviación a todo
pintor, cantaor, torero, guitarrista o escultor en edad militar.
Lecea protegió el genio libre de Romero Ressendi en la Sevilla
inquisitorial del Cardenal Segura y escribió nuevos capítulos
del cervantino discurso de las armas y las letras, enchufando a
las letras en la antigua Arma de Aviación.
A partir de hoy todo eso será historia. La
Tablada de Gallarza, de Vara del Rey, de Ramón Franco, de
Hidalgo de Cisneros, historia. Sin mayúscula siquiera. A Tablada
le desactivan hoy hasta la hache de la Historia grande de la
Aviación española.