Volver a la página principal Indice de "Puntas del Diamante" | ¿QUIÉN HACE ESTO? | Articulos de "El Mundo"
Puntas del Diamante / Antonio Burgos
El Mundo de Andalucía, sábado 19 de enero del 2002 Ilustración de Idígoras y Pachi Entrevista con IDIGORAS Y PACHI
Hacia el segundo deshaucio de Chaves
Esto, que podía imaginarse en la ciencia-ficción de las películas sobre la Casa Blanca, ha ocurrido en Andalucía. Y no hace tanto, sino con Chaves de presidente. Manuel Chaves quizá haya sido el único presidente de un territorio en todo el planeta que ha sido desahuciado por su correspondiente Parlamento. Fuese y no hubo nada, ni nada pasó. Como en la vida política de Andalucía hay tanta memoria como vergüenza (es decir, ninguna), conviene recordar que Chaves se tuvo que ir a vivir a un piso del barrio de la Cruz Roja cuando el Parlamento le desautorizó el uso de la Casa Sundhein de la avenida de la Palmera de Sevilla, cuyo acondicionamiento como vivienda presidencial había sido pagado con dinero público.
Sigan imaginando. Pero por mucha fantasía que le echen, ¿imaginan que el Parlamento Catalán desahucia a Pujol? Inimaginable. Entre otras cosas, porque allí está clarísimo lo que aquí anda bastante oscuro. Pujol es el presidente de todos los catalanes. Chaves es un señor que fue candidato a palos, que no quería venir a los donuts de Andalucía para no perder la cartera de Trabajo, y que ahora, cuando publica en el Boletín Oficial del Polanco-Felipismo un artículo que se titula "Marruecos, tenemos un problema", se pone como identificación de la firma: "Manuel Chaves González es presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía". Precisamente por este orden. Que traducido resulta: "El que tiene puesto el PSOE como presidente de la Junta de Andalucía". Que es una cosa muy distinta al presidente andaluz.
Pues este desahuciado, no contento con aquella mudanza, autoriza ahora que los proyectos sobre el Palacio de San Telmo se limpien en las cortinas de los acuerdos del Parlamento Andaluz, y erre que erre, diseñen un casoplón de residencia presidencial oficial. No se trata de un presidente que busca piso. Lo más triste para Andalucía es que se trata de un piso que busca presidente. Y no lo encuentra más que del partido que lo tiene colocado aquí. ¿O será que va en busca del segundo desahucio parlamentario como parte de la famosa segunda modernización?
Memoria de Andalucía La Andalucía de Idígoras y Pachi
Idígoras y Pachi en el archivo del humor de EL MUNDO
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No es que ocurra como en Benalmádena, que vas a tomar café un día y el ayuntamiento te pone una calle. Pero en Huelva, el alcalde está demostrando que a imaginación en la política del nomenclator callejero no hay quien le gane. No sé por qué Perico Rodri no está ya en el Guinness Book de los récords. Es el único alcalde de derechas que le ha puesto una calle a La Pasionaria. Hecho tan insólito como, un poner, si el demagógico alcalde de Marinaleda (después hablaremos de él) le dedicara una calle a Monseñor Escrivá de Balaguer. En su política liberal de callejero, Pedro Rodríguez le quiso dedicar con todos los honores y toda justicia una calle al primer alcalde democrático que tuvo Huelva tras la restauración de la Monarquía Parlamentaria. Un alcalde de los de cosecha del 79 que, además, en su etapa posterior como presidente del Parlamento Andaluz demostró sobradamente talante abierto, moderación, mesura, y por descontado que es tan moderno y progresista como marca la tabla de aplicación y tiro de su partido. Hablamos de José Antonio Marín Rite. No es lógico que Luis Uruñuela y Manuel del Valle tengan calle en Sevilla y que Marín Rite no la tenga la suya en Huelva, ciudad abierta de callejero. Pero el caso es que la tendrá. ¿Porque se opone el PP? Eso sería lo lógico. Marchando otra de Guinness Book, niño: Marín Rite no tendrá calle en Huelva porque no lo quieren los de su propio partido. Dirán probablemente que medallas de liberalismo del alcalde popular a costa nuestra, ni mijita. Con lo que dan el cante. La envidia cochina, que es muy mala. Y el otro cante, por Huelva, de la copla de Manuel Machado. Los de su partido le han cantado a Marín Rite: "Tu calle ya no es tu calle,/que es una calle cualquiera/camino de cualquier parte". O sea, que han inventado la "no calle" como homenaje del nomenclator. Podía muy bien el alcalde aprovechar una esquina de la calle Concepción y poner allí en azulejos los nombres de todos los que no pueden tener calle a pesar de su voluntad: Marín Rite, Ceada, etc.
Los piños de Gordillo
No sé qué estaba haciendo el señor fiscal de la Audiencia cuando Sánchez Gordillo se dedicaba a hacer apología del terrorismo en el programa de Jesús Quintero en Canal Sur. Donde su imagen apareció con el sobreimperiosado de "Líder revolucionario campesino", como si estuviéramos en una dictadura sudamericana y no en una democracia europea. Seguramente es que no le dio importancia a sus habituales montajes. Para muchos, Gordillo no tiene la menor credibilidad. Para servidor, desde luego, ninguna. Viéndolo con esa dentadura tan espantosamente descuidada en esta Andalucía donde Chaves convida a odontólogo, pensamos: "¿Cómo va a ser éste capaz de arreglar el campo, si no es capaz de arreglarse los piños?"
Tanto hablar del corralito argentino, y aquí en Andalucía hemos tenido un corralito en el que nadie se ha fijado. El Partido Socialista, con la colaboración estelar de IU y Comisiones Obreras, ha conseguido convertir las Cajas de Ahorro de Sevilla en sus corralitos privados. Qué corraleros...
Las bromas de Escuredo
Rafael Escuredo tiene una imaginación desbordada. Una noche, por ejemplo, se le ocurrió aquella fábula de la reforma agraria. Luego se le han ocurrido otras ficciones, ya sin fincas mejorables de por medio, en forma de relatos cortos (no vamos a decir cuentos intencionadamente) o novelas. Pero una cosa es que Escuredo, que es un guasón, gaste estas bromas de la reforma agraria o de publicar una novela, y otra que los críticos se lo tomen en serio. No era el 28 de diciembre cuando la Asociación de Críticos lo nombraba entre los finalistas al Premio Andalucía de la Crítica, con su obra "Cosas de mujeres". Y lo ponían, además, al lado de cuatro aficionados a escribir que están empezando. Por ejemplo, a uno de Sanlúcar que se llama Caballero Bonald y que ha publicado una cosita sin el menor interés que se llama "La costumbre de vivir".
Cernuda en la Diputación
Llaman a la Casa de Cultura de un pueblo de la provincia de Sevilla: --Por favor, ¿el concejal de Cultura? Lo llamo de la Fundación Luis Cernuda, de la Diputación. --No, ahora mismo no está--contesta un funcionario de la citada delegación de Cultura—- Cuando llegue le aviso de que ha llamado usted. Llega por fin el concejal y le dice el funcionario: --Don Fernando, que lo acaba de llamar a usted don Luis Cernuda, de la Diputación Provincial.
La anécdota, tan significativa ante el Año Cernuda, es históricamente cierta. "Verídica", que dice Gandía. Si ése es el conocimiento de Cernuda en las Casas de Cultura, ¿cómo será en las Casas de Socorro?
Litri, problema para Huelva
Monumento al Litri y a los Litris en Huelva. Un problema. Como se imponga el denostado centralismo sevillano en este asunto, ahora tienen en Huelva que buscarse a Chamaco para hacerle una entrevista preguntándole qué piensa del monumento a Litri y no al toreo de Huelva; tienen que buscarse a uno que publique una carta al director poniendo como los trapos a Miguel Báez; tienen que buscarse a unos ecologistas que escriban lo de "asesino" en el pedestal; tienen que buscarse a otros que viertan una lata de pintura. Un lío....