http: //www.nauta.es/epoca

"No podía sospechar que EPOCA fuera una auténtica
"revista de bandera" que lleva a España por el mundo"

Querido Antonio Burgos: ¡Qué razón tienes! Tu artículo http://www.nauta.es/ epoca/e641/burgos.htm es una joya. Imagínate el placer de leer EPOCA todas las semanas desde aquí, desde Miami, donde vivo hace casi veinte años. Y el de no poder leer tantas otras revistas cicateras que se imprimen en España, pero cuyos editores no tienen los timbales de Campmany y no se atreven a ponerlas en la red. Seguid con vuestra buena labor. Poned anuncios, ganad dinero a espuertas. Pero seguid enviando este regalo semanal que es la revista EPOCA a quienes, desde luego, la compran con verdadero gusto cada vez que la encuentran en cualquier quiosco del mundo. ¡Una vez más, enhorabuena!" El lector que tal me decía, a raíz de mi artículo Nuestros lectores en Internet es don Juan de la Cierva (jcierva@ibm.net). Uno de los muchísimos que por esos mundos recogieron mi mensaje de botella de náufrago. Mi dirección del correo electrónico (infanzon@arrakis.es), se me ha quedado bloqueada como cierta centralita.

No me podía imaginar lo que es la revista virtual en las posibilidades de Internet. Había presentido algo, con los correos de los lectores que me movieron al comentario sobre esta nueva dimensión del periodismo, absolutamente apasionante. No podía sospechar que EPOCA fuera hasta ese punto una auténtica "revista de bandera", que lleva a España por el mundo. A España se le está yendo este tren tecnológico que es la globalización de la información. En vez de llenar Internet de nuestra cultura, de nuestra lengua, pensando en los millones de cibernautas hispano-parlantes, el Reino de España no ha asumido su papel ante el mundo tampoco en este campo. Mientras que Reuter, Associated Press y las grandes agencias invaden con sus servicios gratuitos de noticias todos los buscadores, nuestra Agencia Efe es de paganini, cuando debería ser la abanderada de España. Menos mal que está EPOCA. Tengo ya la completa seguridad de que es la primera revista española en la red. Las respuestas a mi llamamiento son una OJD particular de la presencia en la red. Casi hemos logrado el periodismo interactivo. A las pocas horas de publicarse el número 641, mi buzón se llenaba de comunicaciones. Desde los lugares más insospechados. De Madrid, Barcelona, Málaga o San Sebastián, ni hablo, aunque muchos comunicantes se mosqueen por no ver sus palabras. Me comprenderán que dedique el espacio a explicar la alegría de recibir, por ejemplo, desde Las Vegas este mensaje de Juan Marín (juanmarin@webtv.net): "También desde el Estado de Nevada se lee EPOCA" O éste de P.L.(Cibeles@ix.netcom.com): "Me encantó( como casi siempre) su articulo en EPOCA ( a través de Internet, por supuesto). Para que se quede tranquilo le diré que yo soy una de esas ciberlectoras que los lunes puntualmente (esté donde esté) leo la ciber EPOCA. Y para su total información le diré que estoy en el Estado americano de Rhode Island (al lado de Boston, como usted menciona en su artículo). Así que le doy toda la razón a usted con respecto a la influencia de la única revista española en el Internet, y al señor Campmany las muchas gracias de todos los que somos tan dependientes del Internet para saber lo que pasa tanto en España como en Australia."

Saludos desde Escandinavia" me envía don Jaime García Solana (solana@dorit.ihi.ku.dk), desde la Universidad de Copenhague: "Un saludo muy cordial de un lector que le viene siguiendo desde hace ya bastante tiempo a través de medios impresos y que ahora se ha pasado en los últimos meses y movido por la necesidad a Internet. Gracias por sus columnas." En Internet, EPOCA corre más mundo que el baúl de la Piquer y en mi OJD particular hasta estoy por pensar que tiene que haber estos lectores-tipo de la ciberrevista, como los profesores en las universidades extranjeras, los españoles que trabajan lejos de su tierra o los viajeros natos y veteranos de Internet. Como don Carlos Leira (Carlos_Leira@ com.com), lector en Holanda, quien me dice: "Sé que no es de recibo irrumpir en el despacho de nadie, y mucho menos ignorando tildes y demás lindezas que los teclados "anglo" no nos reservan a los ingenieros en la diáspora, pero ya que ha publicado su dirección de correo electrónico este lunes pasado, he aquí unas líneas. Para su información, y en respuesta a su articulo del lunes 2 de junio le comunico que sí, le leo desde Holanda regularmente, y no sólo desde allí. Todos los lunes una de las pocas compensaciones que tengo, esté donde esté, es "bajarme" la revista EPOCA y pasar un buen rato leyéndola fuera de la oficina, o en un avión, o sala de espera. Me gustaría que también supiera que leo El Mundo todos los días de forma electrónica, y por lo tanto también le leo allí... Esta rutina la sigo a rajatabla éste donde éste: desde la oficina de Hong-Kong, Frankfurt, Boston, Inglaterra... o Utrecht, donde paso la mayor parte de mis horas. Me conecto a la red de múltiples formas (desde el trabajo, desde casa por RDSI, por módem, etc) y llevo usando la red desde 1992 (en la Universidad). Por cierto, como menciona a los "antiguos" en la red, le recuerdo que El Correo Gallego, de Santiago de Compostela, lleva en la red más de 24 meses en http://www.ecg.ozone.es, y creo que fue uno de los precursores, junto con el ABC, los diarios de el grupo El Correo, etc. En cualquier caso, es estupendo poder seguir en contacto con mi país todos los días. Eso sí, desisto de explicarle a mis colegas de Hong Kong lo del "Soldado Topógrafo", ya que al verme muerto de risa leyendo el duelo por los percebes, tenían curiosidad por saber qué era aquello tan divertido..." (Como ves, Alfonso Ussía, hasta los percebes que te debo salen en Internet...) *


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