El Fin y los Medios

Domingo, 12 de octubre de 1997

!Cómo nos va la Marcha... Real!

*EL MUNDO

Por leyes que no quede. Constitución. Título Preliminar, Artículo 4: "1. La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas. 2. Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas de lasa Comunidades Autónomas. Estas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales". ¿Será por leyes?

No digo ya en el País Vasco, no digo ya en Rentería, Pasajes, Oyarzun, Usurbi. Digo en un sitio tan tranquilo como Cataluña. Pasé el otro día, antes de la boda, por un montón de pueblos, ora por las autopistas, ora por la carretera nacional, volviendo del homenaje a Luis del Olmo en Roda de Bará, y en todos los balcones de los ayuntamientos vi el exacto incumplimiento no ya de la ley 39/1981 de 28 de octubre sobre el uso de la bandera, sino el artículo 4.2 del Título Preliminar de la Constitución. Había unas solitarias banderas catalanas que daba gloria verlas. A mí me encantaría que en los balcones de los ayuntamientos de mis pueblos andaluces hubiera esos pedazos de banderas verdes y blancas solas, no arracimadas con la europea y con la nacional como ahora, y que el que quiera banderas de España, que se vaya a un partido de fútbol de la selección nacional, que las venden en la puerta del Bernabeu, de Mestalla o del Sánchez Pizjuán.

Me he leído el texto del decreto regulador del uso de la Marcha Real, que es la que Franco llamó Himno Nacional e Himno Nacional se le quedó en plena Monarquía, y he llegado a la conclusión de que aquí nos gusta una ley más que un duquesito a Mar Flores. Cumplirlas es otra cosa. Se legisla y nos quedamos tranquilos. Y al que incumple lo legislado, vista gorda. Creo que Arzallus está preocupadísimo, porque cuando interpretan el Eusko Gudariak, tocan luego la Marcha Real, pero con una indicación metronómica que es de negra igual a setenta y dos, y no a setenta y cuatro como dice el decreto. En cuanto a Pujol, se ha apuntado al Conservatorio, porque la Marcha Real que tocan siempre después de Els Segadors está dividida en tres secciones, cada una de las cuales tiene cinco compases repetidos, y no en dos secciones con cuatro compases repetidos en cada una de ellas. ( Y dice la banda sonora de la realidad: "Tararí"...)

Javier Arenas:"¿Voy bien, José María Cuevas?"

*TELE 5

Ahora que está de moda otra vez Carlos Puebla, como banda sonora oficial del XXX aniversario de la muerte del Che de los posters de la progresía aquella que tenía también el Guernica a modo de Corazón de Jesús en la salita del equipo de música y los porritos, viendo esta foto habría que hacer decir a Javier Arenas como a Fidel Castro en la canción de Los Tradicionales: "¿Voy bien, Camilo?" ¿Voy bien, José María Cuevas? Me han dicho que el asesor de imagen de Javier Arenas se ha vuelto a Sevilla, harto de coles de Madrid. Y se nota. Ni Almunia con la polaroid del duque de Feria saca una foto tan pornográfica del pacto social como esta fina estampa, caballero, caballero de fina estampa. Arenas de ciego provisional y Cuevas de Lázaro de Tormes de los presupuestos. Y ese sonido ambiente de la televisión, cruel, con el presidente de la CEOE diciendo al ministro de Trabajo: "Vas bien, Javier, vas bien, sigue así..." Y Arenas, de Steve Wonder de los presupuestos, si te bebes los vientos por quedar bien con los sindicatos, no conduzcas el pacto social, con las gafas negras de no ver lo que quiere la CEOE que tenga siempre como la niña de sus ojos, la cuota empresarial de la Seguridad Social. Arenas con las gafas negras de Joaquín Rodrigo en el concierto de Aranjuez de la exposición de la ONCE sobre trabajo de los minusválidos, y Cuevas escribiendo la novela picaresca del lazarillo de la Trilateral, del Guzmán de las privatizaciones: "¿Pero no ves que así, Javier, no se puede crear empleo, si no nos rebajas las cotizaciones sociales?". "No veo nada, José María"... "Pues te vas a pegar el pellejazo, Javier, anda, tira un poquito más a la derecha, que te vas a escoñar con tanto triunfalismo y tanta autocomplacencia, y a ver si bajáis el gasto público, que es lo que tenéis que hacer, derrochones, que sois todos unos derochones, que os vamos a mandar al cobrador del frac, que el Estado nos sigue debiendo a las empresas tres billones de pesetas..." Y Javier Arenas, ciego sin haberse tomado ni una copita de pacharán: "¿Voy bien, José María?" Y José María, como siempre, a lo suyo. De lazarillo del Gobierno.

Don Juan Carlos Primero... de la clase

*TVE

Con las lágrimas del pueblo, cuando los Windsor habían dejado a Diana de Gales en consigna y se habían vuelto al veraneo, los Reyes de las casas reinantes europeas dijeron como en las películas de llorar con historias de infidelidades: "Ya nada podrá ser como antes". Se dieron cuenta todas las coronas europeas de algo que en el Reino de España está en vigor desde aquel 23-F de los tricornios y los tanques: que a los Reyes se les examina ahora de su oficio todos los días, y se les da matrícula, se les aprueba o se les manda a clases de recuperación. En España no puede ocurrir lo de Gran Bretaña porque hace muchos años que estamos examinando al Rey todos los días. Le dimos summa cum laude en la reválida del Trono aquella noche de los tricornios largos, cuando levantó los ánimos del "todos al suelo", pero le seguimos haciendo exámenes parciales a cada momento. Y como es tan aplicado y se sabe tan bien la asignatura, siempre saca aprobado por curso.

Me he dado cuenta de que el Rey ha aprobado los exámenes de octubre cuando lo he visto en Valencia, sentado en la banca de un escolano. Así está Don Juan Carlos siempre, en clase, pasando examen. Frente a la soberbia de los Windsor, el borboneo de los Borbones, antídoto contra regias altanería, extintor de humos y vacuna de arrogancias. El Rey había sacado el 10 que la Universidad Popular de Barcelona otorgó por la boda de Doña Cristina no solamente a él, sino a toda la Familia, incluido el fachón de Doña Elena con cabeza y rostro cubiertos por aquélla como lona del Circo del Arte de Emilio Aragón. Otro cualquiera en su caso hubiera cogido y se hubiera ido a descansar de tanto ajetreo y de tanto recibir coronas, a pegar barcazos al lugar del título ducal de su augusta hija, que es lo que le gusta, más que a Rahola una butifarra. Pero no. Cogió el hombre, y tras los barceloneses trotes, se fue al más humilde y arriado barrio de las inundaciones de Alicante y se puso de barro hasta aquí. De las pamelas de las duquesas, a los lamentos de las marías que echaban el agua fuera con la fregona. Directamente. Sin pasar por el purgatorio, que esto de tener que examinarse todos los días de Rey es un infierno. Don Juan Carlos y su Real Familia están ya consagrados como los anti-Windsor; el chalecito sin adosar de La Zarzuela es el anti-Buckingham Palace. Cuando lo vi en la banca escolar, comprobé que es el primero de la clase. El primero de la clase de los Reyes europeos, donde a Isabelita Windsor le dan esos cates tan sonados...

Las Spice Girls, sin Alhambra

*CANAL SUR

Vino primero pura, vestida de inocencia, como en el poema de Juan Ramón, la puesta de sol de Bill Clinton. Con la banda sonora del Granada de Agustín Lara que se sabe medio mundo y parte del otro medio, el presidente americano decía que donde estén las puestas de sol de Granada, que se quite el Cañón del Colorado y hasta el cañonazo de pescado frito de Cipriano en Puerto Banús. Dijo eso Clinton, y, hala, 7.000 millones de americanos, a sacar billete para ir a ver la puesta de sol de Granada, tierra soñada por etcétera. Y las Spice Girls tienen que presentar disco nuevo, y como han oído a Clinton, no quieren ser menos. Y allá a Granada que se van, con todo el poderío de esa nueva fuerza de desembarco internacional que es la Virgin Records, que en este mundo, lo que no es de Bill Gates y de Microsoft es porque es de la Virgin e islas adyacentes. Y las muchachas, los modelos estéticos de las alumnas de Primaria y de Bachillerato de todo el mundo, pues se piden Alhambra. Si Clinton se pidió jardines del Generalife, y Albaycín, ellas, las pobres, que están tan buenas como dice su sobrinillo de 10 años que están, pues se piden Alhambra, para eso están tan macizas, y son tan famosas, y han hecho que las niñas de todo el mundo se vistan como ellas, que como se caigan de una de ésas botas con plataforma, adiós Pampa mía de tibia, fémur y peroné. Y los de la Alhambra les dicen que no, que dónde vamos a llegar, que la Alhambra es una cosa muy seria como para que el más famoso conjunto musical haga una propaganda gratuita de España. ¿Se imaginan lo que hubieran dado los franceses si las Spice Girls quieren presentar su disco en la Torre Eiffel? Las Spice se quedaron sin Alhambra, como Boabdil. Menos mal que el alcalde Díaz Berbel les cedió su balcón municipal para que se echaran un cante. "Eso es un balcón, papá, --te dirá tu hijo Tristán, Pedro Jota-- y no el tuyo con Aznar..."


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