El Recuadro

El Mundo de Andalucía, miércoles 10 de diciembre de 1997

A buenas horas, labios verdes...

 

Por la televisión donde después de comer (para poder vomitar la ingesta y ayudarnos así a conservar la línea) aparecen las viejas verdes que tan bien retrataba y analizaba Gómez Marín... Por la televisión donde después de la cena sale la del moño rubio con la cabeza que no le corresponde al cuerpo y anuncia las cochinerías que salen cada noche tras noche a troche y moche en San Juan de Aznalfarache... Por esa televisión, que como han visto no puede ser otra que Canal Sur, están poniendo una campaña de defensa del habla andaluza. Y salen unos labios verdes que me hacen pensar que más que una campaña de defensa parece una promoción del último disco de Alaska. Tú pones unos labios pintados de verde y no piensas en el habla andaluza, sino en Alaska y sus pelos de color panocha, o del color que le haya tocado a la mujer teñírselos ese día, creo que lunes, miércoles y viernes es morado y martes, jueves y sábados, panocha, quedando los domingos reservados para media cabeza color amarillo y la otra media de color rosita.

Cada vez que hay una campaña de defensa del andaluz me echo a temblar. Venimos asistiendo, una tras otra, a campañas de defensa del habla andaluza desde 1977. Y ninguna de ellas ha servido para nada. No ha servido para nada porque voy a lo de siempre. Antes que decir que hay que hablar bien, que es hablar en andaluz, hay que quitarle al pueblo andaluz su complejo de inferioridad. Y antes de eso, hay que devolverle al pueblo andaluz su sentido de pueblo, que con el engaño a que lo sometieron tras la campaña del 28-F y tras el otorgamiento (que no conquista) del Estatuto, es algo que brilla por su ausencia. Perdonen por ir adonde siempre, pero cada vez que me meto en carretera del andalucismo acabo en Cataluña o en el País Vasco. Miren ustedes cómo a los vascos no tiene que salir un anuncio por la Euskal Telebista diciéndoles que hablen en vascuence. Miren ustedes cómo a los catalanes no tiene que salir un anuncio por la TV 3 diciéndoles que hablen en catalán. Para esos pueblos, la lengua es una conquista, mientras que para nosotros, como ya no tenemos sentido de pueblo, la lengua es lo que utilizan en Madrid cuatro chuflas para ganarse la vida contando chistes. El día que el andaluz no sea el patrimonio de Chiquito de la Calzada, y de Paz Padilla, y de Los Morancos, ese día existirá Andalucía, y ese día correremos a gorrazos a quienes perpetúan el papel quinteriano del habla andaluza reservada para la parte cómica del espectáculo nacional.

Me extraña, además, que la campaña parta de los andalucistas, esas tatas tan eficaces y tan serviciales que se ha buscado Chaves para que le limpien los rincones del palacio de San Telmo, como estas telarañas de la mala conciencia andalucista. Miren ustedes: en vez de poner tantos anuncios por el Canal Sur, lo que tenían de momento era que mandar al eso de su madre a todos los invasores castellanoparlantes que hemos de padecer en cada momento y en cada hora en el canalillo. Miren ustedes cómo a Felipe Mellizo, un poner, no lo llevan a Euskal Telebista ni a TV 3 de guru de los ... ¿debates? Miren ustedes cómo ni a Gurriarán ni a la Sampedro ni a demás desechos de la TV central les buscan un apaño en Euskal Telebista ni en TV 3. Menos labios verdes y más verde el corazón y la vergüenza, es lo que hace falta aquí, señores del PA, cómplices del centralismo, transformistas polìticos, drag-queens con los labios pintados de verde...

En vez de poner tantos labios verdes, lo que habría sencillamente es que irse a la Biblioteca del Congreso de Washington y sacar los discos con la voz andaluza, preciosa, de Juan Ramón Jiménez recitando el Animal de fondo, y ponerlo a los cuatro vientos, para que veamos que no le daba lacha su precioso acento moguereño. Y había que poner la voz de García Lorca, y la de Cernuda, y la de Alberti. Y no ser cómplices, señores del PA, de los que sepultaron la ilusión del pueblo andaluz. ¡A buenas horas, labios verdes...!


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