El Recuadro

El Mundo de Andalucía, lunes  26 de enero de 1998

La "Guía Apasionada"

 

No quería yo que ustedes, mis lectores sevillanos, se enteraran por los periódicos de que EL MUNDO DE ANDALUCÍA va a publicar como coleccionable de Cuaresma mi libro Guía apasionada de la Semana Santa, pero la campaña de publicidad del periódico se me ha adelantado y no he podido tener ese detalle, que a uno le gusta ser cortés. He visto ya en los quioscos los carteles con las manos del Gran Poder, a las que me he encomendado para esta empresa. Las manos del Gran Poder son la portada del primer capitulo de este libro coleccionable. Como "apasionada" que es, la Guía es mucho del Gran Poder, mucho de la Macarena, mucho del Silencio, total, tres cruces de mayo buenecitas que salen en abril...

--- Anda que tiene usted mal gusto, maestro...

Las manos del Gran Poder no están en esos carteles y en la portada de la primera entrega de ese libro por casualidad. Aparte de que mi padre me encomendó a El cuando de colegial de la Doctrina Cristiana estuve más para allá que para acá (por lo que estuvo muchísimos años saliendo descalzo con un farol de su Cruz de guía), yo soy mucho no sólo del Gran Poder, sino concretamente de las manos del Gran Poder, en las que vemos las que crearon el mundo y este prodigio de ciudad. A las manos del Gran Poder dediqué aquel recuadro que los amigos de la Fundación Machado (otros cofradieros de la bulla como yo), dieron el premio "Demófilo". Yo soy mucho del Gran Poder también por aquello que un día explicaba Luis Rodríguez Caso al duque de Segorbe. Cuando Segorbe restauró la Pía Unión del Vía Crucis de la Cruz del Campo, reunió en un almuerzo en Pilatos a los hermanos mayores de penitencia, presididos por el entonces titular del Consejo de Cofradías. Y no se le ocurrió al duque otra cosa que preguntarle a Rodríguez Caso, allí con todos los hermanos mayores delante:

--- Luis, ¿cuál es el mejor Cristo de Sevilla?

No tenía cuello la camisa de Rodríguez Caso para albergar tantos movimientos de cabeza y tanto tragamiento de saliva ante semejante embolado. Del que salió Rodríguez Caso diciendo:

--- Hombre, Ignacio... En Sevilla hay muy buenas hermandades, con cosas muy buenas. Sin ir más lejos, ahí está el Señor de Pasión, que mejor iglesia no se puede tener: el Salvador, casi una Catedral... Y esa plaza adonde sale, no me dirás que hay otra igual. Y la hermandad... Una hermandad seria, magnífica. De la escultura ni te cuento: la obra cumbre de Martínez Montañés... Ni del día que sale la cofradía y la hora, más solemne no puede ser: el Jueves Santo, a las ocho y media; no es lo mismo salir el Jueves Santo que el Martes... Y el paso, inmejorable... Todo de plata, de Cayetano González, una maravilla. Ahora, que El Que Cura Hasta Los Resfriados vive en San Lorenzo...

A la hora de poner en la calle la Cruz de guía de la Guía Apasionada, pensé en aquella anécdota de Rodríguez Caso. Ante el Señor de Sevilla sí que no hay "fías, ni porfías ni cuestión con cofradías", como las que no quería Santiago Montoto ni amarrado. Sevilla, como es la Tierra de María Santísima, anda con el corazón repartido en las advocaciones marianas. Tú puedes poner en el arranque de un libro de Semana Santa a la Macarena, que para muchos de nosotros es la Madre de Dios, pero te pueden salir otros diciendo, no sin razón, que la Madre de Dios es Trianera. O venir unos terceros afirmando que no, que está sentada en un sillón en la Catedral, porque es la Reina de los Reyes. Pero ante el Gran Poder, gorros fuera y capirotes fuera. Ahí no hay mitades en esta barroca ciudad de los duales. Ante el Señorío jurisdiccional del Gran Poder sobre Sevilla no hay privilegios realengos ni behetrías, y ahí se unen béticos y sevillistas, trianeros y macarenos, gallistas y belmontistas, apolíneos y dionisíacos. Si la Guía Apasionada de este MUNDO DE ANDALUCÍA sale medio regularcita nada más, no será por nuestros méritos, sino por gracia del Señor que con sus Manos creó el mundo.


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