El Fin y los Medios

Domingo,15 de febrero de 1998

"Pero aquellas recetas del Seguro, ay, no volverán..."--Cuando los sindicatos firman por usted sin consultarle--El Rey reconoce, de aquí a Manila, que más se perdió en Cuba--Cristina Almeida: que se bese, que se bese...

 

Elegía boticaria por el "medicamentazo"

-EL CORREO DE ANDALUCÍA

Adiós, Colirio Oculos del alma, adiós mi Duphalac. Adiós mi Sulvetin Papaverina... No mira el Mirantal. Adiós Celesemine, primavera que nunca volverá. Adiós, mi Colicursi Tío Cálcico; adiós, Xilorroidal. Adiós al Trombocid de mi flebitis; adiós, mi Brondilat. Adiós, Neurodavur, mi compañero de baja laboral. Adiós mi Flutenal Gentamincina, pedazo Flutenal. Adiós Gelocatil, mano de santo de la gripe invernal. Adios al Feparil, ungüento mágico, cual el de Fierabrás. Sin ti, mi Bisolvón tan bien compuesto, ¿quién expectorará? Adiós de Tanagel los papelillos... Adiós al Anatac, adiós al Mucorex, que el gargajillo difícil se pondrá. Adiós, Salvacolina, sin tu ayuda, ay, ¿quién me salvará? La Blastoestimulina por las noches no me acompañará. Y aquella Oftalmolosa Cusi Prednis mis ojos no tendrán. Adiós, ay, Plantaben, que acompañabas al bolo intestinal. Adiós, Furantoina que sedabas la angurria universal. Adiós, Neurodavur Plus Seis Ampollas, adiós mi Plastenán, adiós al Synalar Neomicina, y adiós al Acnosán. Al Venacol, un llanto de varices como un mapa fluvial. No calmará la Bronquidiazina mi espasmo pectoral, y el rosco posterior no aliviaremos con el Ruscorectal. Y llorarán de España las boticas por el Robervital, compuesto vitamínico de cine, con nombre singular, que igual que Robert Mitchum se llamaba, y el Oscar no tendrá. Nunca tendré del Secabiol receta si el corazón va mal, ni el atranque de hartón con higos chumbos tendrá su Justelax. El Plantaben será sólo un recuerdo, y un recuerdo el Cenat.

Y me asalta, en la lista, la amplia duda: ¿estará el Primperán? ¿Te habrán quitado, Clamoxil del alma, igual que al Clarvisán, mi Clarvisán, mi bálsamo de ojos cansados de mirar? Fríos están ya los Desenfrioles y el Frenadol está cuesta abajo sin frenos, que el ministro ha mandado frenar. (A Romay Beccaría le dedico la rima funeral, le extiendo la receta del poema: se lo debe tomar, señor ministro, con almuerzo y cena. Y por vía rectal.)

Dictadura sindical y Función Pública

-ANTENA 3

"Hijo, pues no sé si podremos hacer esos planes que me dices para vuestra organización del Rocío, porque no sé si cuando llegue mayo seguiré aquí en Córdoba o me habrán mandado a Valladolid. No sé si viste la televisión. Mira, salía una señora muy endomingada, arreglada y muy compuesta, así como una boticaria de pueblo, nada más que le faltaba el collar de perlas, que lo que más me sorprendió es que decían que era la representante de nosotros los funcionarios en Comisiones Obreras. Pues, hijo, no tengo el gusto de conocer a esa señora que dicen que me representa, y que sin preguntarme absolutamente nada ha decidido firmar con el Gobierno la reforma de la Función Pública, así que no sé si este año podré estar con vosotros al Rocío o si iré en el tren del descenso del Sella, porque por culpa de esa señora tan arreglada que dice que me representa sin haber tenido la delicadeza de consultarme nada antes, resulta que estoy completamente de acuerdo con el Gobierno para que me dé por saco, hablando mal y pronto, y me destine donde quiera. Y yo te digo a ti una cosa: mira, si ésa señora es funcionaria, estoy seguro, vamos, que pongo la mano en el fuego, que a ella no la trasladan, ¿qué la van a trasladar? Me apostaría algo a que incluso la ascienden en su destino, si no es nivel 28, ésa es nivel 28 dentro de dos meses, y de pluses de productividad, todos los que tú quieras. ay, si los pinos hablaran, ya que me has sacado el tema a propósito de los planes que estáis haciendo para el Rocío.. Mira, en mi Delegación estamos hartos de verlo. Los sindicatos cada vez representan menos a la gente. La gente está harta de los sindicatos. Los liberados van a su avío que se va el tío, firman con la Administración lo que sea y lo primero que buscan es su propia mejora. Los mejores puestos, niveles y complementos, para ellos. ¿No hablan de la nomenclatura que había en Rusia con la dictadura del proletariado? Bueno, Antonio, créeme, de verdad, aquí en España está habiendo una nomenclatura con la dictadura del sindicalizado, y nadie la denuncia. Como esa señora, que es que me ha puesto de los nervios, ¿quién es ella para firmar por mí que estos tíos me puedan trasladar forzosa a Badajoz?"

El Rey, penúltimo de Filipinas

-TVE y CANAL SUR

Por la televisión autonómica tengo puesta las semifinales del concurso de Carnaval de Cádiz y estoy viendo a los héroes de Baler, con música de la delicadísima habanera cuya letra escribió Enrique Llovet. Yo te diré por qué mi canción del 98 suena en Cádiz, donde un boticario amigo va de Vigil de Quiñones y los coristas de Los últimos de Filipinas llevan sangre en sus uniformes de rayadillo, sus sombreros de palma con la escarapela de la bandera de España. Es como si una lámina de la serie de Javier Figuero y Carlos García Santa Cecilia se hubiera puesto a cantar, contando la historia sentimental de la pérdida de las colonias, aquella desgracia tan sentida que dijo Pemán que lo de Cuba, Puerto Rico y Filipinas fue para Cádiz "como si hubiera perdido a alguien de la familia". Yo te diré, Quico Zamora, por qué mi canción es vuestro tango. Porque lo ha dicho el Rey de España, que eso lo saben de aquí a Manila, pero lo ha dicho allí, que es donde tiene mérito: "Rebajar nuestro pasado sería renunciar a lo mejor de nosotros mismos".

Menos mal que este 98 nos lo estamos planteando de una forma diferente a como fue aquel lamentable entendimiento de la historia en el 92, cuando de momento al Descubrimiento de América le llamamos Encuentro de Dos Mundos, vamos, como si Colón, igual que dicen que perdió el gorro, hubiera extraviado las Indias Occidentales y las hubiera encontrado Ñañe en la oficina de objetos perdidos... Como acabo de ver a Vigil de Quiñones vivo en su Cádiz natal, me emociona que el Rey de España, con uniforme de capitán general de la Armada, con dos... entorchados, haya hecho algo tan absolutamente pasado de moda como rendir homenaje a los caídos. Está bien que se recuerde que los españoles que murieron en Cuba y en Filipinas no fallecieron de infarto de miocardio o en accidente de carretera, como las amnesias pueden hacer pensar ahora. Los sueños de la razón de la Restauración engendraron aquellos monstruos, que veo con sus uniformes harapientos en un popular escenario gaditano: las tropas sin munición, sin soldada, sin moral; la escuadra hundida en Cavite. Y el Rey, al que no se le olvida el guardiamarina de Marín que fue, tiene la gallardía de recordarlo. (Claro que ahora suena En mi viejo San Juan y me parece que Puerto Rico, donde quizá está más viva la cultura española, no hubiera sido nunca nuestro, ni que todavía ondee la bandera con la cruz de Borgoña en el Morro o en el fuerte de San Cristóbal...)

 

Almeida, o el beso a lo Manolo Escobar

-ONDA CERO

La RCA sacó unos discos que se llamaban Música clásica para los que no les gusta la música clásica, Jazz para los que no les gusta el jazz y así sucesivamente... Cristina Almeida pertenece a esa serie. Almeida es la izquierda para los que no les gusta la izquierda. Lo que más me inquieta de Cristina Almeida es lo muchísimo que le gusta a las señoras muy de derechas que conozco. Por muy PP que voten, están encantadas con Cristina Almeida. La ponen en esa misma serie de Celia Villalobos, que es PP para las que no les gusta el PP, o Amparo Rubiales, que es PSOE para las que no les gusta el PSOE. El fenómeno va más allá de la solidaridad en la condición femenina. Entra en la dictadura de los medios. ¿Qué sería de Almeida sin TV? Tiene más horas de plató en directo que horas de vuelo un comandante de la flota de Jumbos de Iberia. Cristina seguirá así, como dicen en Cádiz, hasta que el Señor Galindo dé el estirón. Sabe que es su filón. ¿Da votos? No, da popularidad. Encanta a todas aquellas señoras que no la votan. Como las novelas de Juan Benet, que encantaban a todos aquellos que no las habían leído. Oigo a Cristina por la radio, en la propia caricatura de su voz, y siento una mijita de alipori. Cristina siempre consigue reducir el debate político a una caricatura, una frase de chiste. ¿Saben en qué consisten las reformas al Código Penal en materia de libertad del sexo adolescente? Pues consisten en que Cristina no quiere que cuando su novio le dé un beso en el Parque del Oeste venga un guardia y le ponga un duro de multa. El debate ha sido más profundo, pero lo que queda, Cristina, hija, es lo que queda. Le deberías aplicar la dieta de la sopa quemagrasas a tu ego, hija. Has conseguido reducir el calado de un debate político a una copla de Manolo Escobar: "Por un beso que le di en el puerto han querido matar mi alegría..."

 


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