Feria del Libro, Feria de la Tapa

Peligra la Feria del Libro de Sevilla. Lo menos doscientos mil sevillanos no han dormido hoy con la preocupación. Ojalá, niño, ojalá. Ojalá tuviéramos esa ciudad soñada, donde la Feria del Libro, un poner, tuviera más fuerza que la Feria de la Tapa. Nunca leeremos un titular así: "Peligra la Feria de la Tapa". Ni la Feria de la Tapa, ni la Feria de la Sevillana Rociera, ni la Feria del Traje de Flamenca, ni la Feria de las Túnicas de Nazarenos, ni la Feria de los Pregones "Cofrades", ni la Feria de los Mesones Serranos, ni la Feria de las Barbacoas de las Parcelitas, ni la Feria del Que no Farte de Ná. Sevilla le sigue teniendo a la letra impresa el mismo pánico escénico de siempre. A esos que dicen que González ha dejado a Sevilla de dulce, me gustaría oirles otro discurso de la modernidad y el progreso, que fuera más o menos así:

--- Sevilla ha sido la ciudad española donde se han abierto más librerías y de ocupar el puesto número 34 en el concierto nacional de entre las consumidoras de libros, ha pasado al puesto 3, después de Madrid y Barcelona, en términos absolutos, pero en términos relativos es la ciudad de mayor consumo de libros per capita de España. E igualmente, durante los catorce años del felipato y la tira de años del gobierno felipista de la Junta de Andalucía más los ayuntamientos de los Manolitos, se han abierto una media de dos bibliotecas públicas en cada barrio, mientras que ante la demanda de usuarios han tenido que ser ampliadas las instalaciones de las bibliotecas Universitaria, Provincial y Municipal. En cuanto al consumo de periódicos, cada sevillano lee una media de 1,3 periódicos al día, lo que coloca a nuestra ciudad en la cabeza del consumo relativo de prensa de toda España, y en cuarto lugar en términos absolutos...

Pero esto es un sueño. Esta es la Sevilla que debería existir,. si fuera verdad ese cuento chino que nos dicen de la modernidad y el progreso y que los tíos de maletín pusieron esto de dulce. Aquí sólo ha cambiado lo externo. La piel, pero no el espinazo, que seguimos doblándolo lo menos que podemos. Aquí ha cambiado el aspecto externo de la ciudad, pero en el fondo esto sigue siendo un pueblo. con todo lo malo de los pueblos, y sin ninguna de las ventajas de la gran ciudad. La mentalidad es tan pueblerina como antes de la Expo famosa. La incultura sigue siendo tan generalizada como antes de la Expo famosa.

No sé si seguirá en pie la cifra, pero Nicolás Salas me dijo, que el consumo de periódicos diarios en Sevilla seguía siendo inferior al que había antes de la guerra civil. En otras palabras: que la Sevilla de los 650.000 habitantes de los años 90 lee menos periódicos diarios que la ciudad de los 350.000 habitantes de los años 30, en la época de "El Liberal", el gran periódico popular sevillano que sí que era progresista y moderno y todo lo que se dice ahora, y que se lo incautaron los falangistas para hacer el "FE", sin que nadie, por cierto, haya reclamado aquella propiedad, ahora que todo se va en pedir el patrimonio histórico de los sindicatos y de los partidos. Sin El Liberal no se entiende a Chaves Nogales, a Galerín, a don José Laguillo, a Diego Martín Núñez, a Antonio Nuñez Herrera, a toda una veta de literatura periodística sevillana que apenas se recuerda. El propio Manuel Halcón comenzó escribiendo en "El Liberal". Era un muchacho que desde las páginas de aquel periódico se oponía a las locuras que estaba cometiendo la ciudad en vísperas de una Expo, 1925, ¿a que les suena?