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No
voy a decir el nombre del pueblo, porque no quiero buscarle una
ruina a este hombre. Se trata de un alcalde socialista como el
título de aquel disco: "Jazz para los que no les gusta el
jazz". Un alcalde a lo Paco Vázquez, de los que ponen los
intereses de los vecinos por encima de las consignas del
partido; de los que en su política aristotélica de la ciudad
ideal son más amigos de la verdad que de Platón. Esos alcaldes
que ganan votos a babor y a estribor. Me encantan estos alcaldes
por una estampa antigua, como en sepia, que producen cada
domingo de municipales: la señora del PP de toda la vida que al
salir de misa va al colegio electoral a votar a Paco, porque
aunque Paco el pobre es socialista, ¿qué culpa tiene, si lo
está haciendo tan requetebién de alcalde? Para estas señoras
del PP, el Paco Vázquez de su pueblo es un socialista como les
gustaría que fueran todos los socialistas. Y quien dice
alcaldes de amplio espectro electoral del PSOE lo dice del PP,
rebañadores de ollas de votos a su izquierda, con su toque
ecologista y cruzados en solidarios.
El pueblo de cuyo nombre no
debo acordarme para no buscarle una ruina a su alcalde
socialista es uno de los que tienen mayor participación en el
PIB de su provincia. El alcalde ha puesto aquello de dulce,
dando facilidades y hasta suelo gratis a cuantas empresas
querían instalarse en los polígonos industriales que ha
promovido. Ha potenciado la cultura, la enseñanza, las nuevas
tecnologías, las tradiciones religiosas locales, las fiestas,
la gastronomía, el turismo. La Biblia en pasta. No creo que
tenga dificultad alguna en salir reelegido. Y más cuando le
pregunté si Zapatero iba a ir a apoyarlo en la campaña y me
dijo:
-- No se lo digas a nadie, pero
he conseguido que me deje tranquilito y que no venga. A otros
que no han hecho nada durante el mandato quizás les venga muy
bien que llegue Zapatero a arroparlo con la alta política. Pero
a los que tenemos un balance municipal que presentar, traerlo
nos hace un pie agua. Nos estropean el planteamiento local de la
campaña y hace que todo el mundo se ponga a mirar a Irak o a
Galicia, en vez de valorar lo que hemos hecho aquí en empleo
juvenil o en asistencia a los ancianos. Y en mi caso, que sabes
que me votan muchos que en las autonómicas y en las generales
votan PP, pues ni te cuento. Como venga Zapatero y se ponga a
largar fiesta de Aznar y del Gobierno, me mosquea a la clientela
y me espanta a los votantes de la derecha, que son los que me
dan la mayoría absoluta. Los míos incondicionales del PSOE me
dan la mayoría, pero la absoluta la tengo gracias a las
señoras de toda la vida, como tú dices.
Así que ya lo sabe usted,
señor Zapatero: por favor, no vaya por nada del mundo a estos
sitios con alcalde socialista a lo Paco Vázquez que sin
demagogias llevan los hombres muy seria y dignamente, y desde
hace muchos años, la política abierta de gobernar para
"todos y todas", poniéndoles "jardines y
jardinas" y "autobuses y autobusas", como dice
genialmente mi compadre Alfonso Ussía.
Sobre Paco Vázquez, en El RedCuadro:
¡Empadronadme!
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