CREO que este domingo que viene es el último en que se pueden publicar encuestas electorales. Encuestas absolutamente prescindibles en Andalucía. Para saber que va a ganar Chaves otra vez (qué señor más pesado), no es necesaria ninguna encuesta. Los andaluces en este punto se comportan siempre igual que Fidel Castro, será porque Cádiz es La Habana con más salero. El dictador cubano ha dicho: «Cambio, cambio, cambio, estoy de acuerdo... pero en Estados Unidos». Y los andaluces vienen siempre a decir: «Cambio, cambio, cambio, estoy de acuerdo... pero de Despeñaperros p´arriba, que aquí vamos a seguir aviándonos todos».

En vez de gastarse ese dineral en encuestas que siempre dicen lo mismo, quienes las encargan podrían convidarnos a una cervecita en tanque de salmuera con unas buenas gambas blancas, que es lo que de verdad preocupa al personal. Mientras los tanques de salmuera sigan echando espumosa de la Cruz del Campo, aquí no habrá sensación de crisis. O también podían reutilizarse las encuestas en preguntar las cuestiones que de verdad preocupan al personal. A saber:

¿Dónde hay más canguelo a causa de nuestra humanitaria tarea de importación de bandas de delincuentes internacionales? ¿En Montequinto o en Simón Verde?

¿Qué plaza le pone a usted los vellos más de punta, de pura emoción al verla? ¿La Alfalfa o la Plaza del Pan?

¿Qué es más típicamente cofradiero? ¿Ver un paso de palio junto a las setas de La Encarnación o verlo junto a las catenarias de la Plaza Nueva?

¿Qué signo del pujante e imparable desarrollo de la economía sevillana cree usted más indicativo? ¿Las tiendas de camisetas para turistas mugrientos de la calle Mateos Gago, o las tiendas de delantales de faralaes para turistas zarrapastrosos de la calle Hernando Colón?

Pero sobre todo, gracias a las encuestas, podríamos tener una respuesta científica y solvente a la pregunta que se han hecho tantos y tantos sevillanos que han ido a dar la cabezada en el entierro de un ser querido de algún amigo. A saber:

¿Qué capilla es la más fea y horrorosa de toda Sevilla?: ¿la del tanatorio de la Ese Treinta o la del Tanatorio de San Jerónimo, que es para coger al que la hizo y darle en toda la cocorota con la mismísima piedra del San Jerónimo de Torrijiano del Museo?

La encuesta sería interesantísima, porque es más que probable que la respuesta mayoritaria fuera:

-Pues ninguna de las dos: la iglesia más fea de toda Sevilla es la parroquia de Los Remedios -dirían las antiguas alumnas de las Esclavas, ahora feligresas de don Francisco Navarro en la ex parroquia de Don Otilio (¡guasa!).

-Pues ni la capilla del tanatorio de la Ese Treinta, ni la del tanatorio de San Jerónimo, ni la parroquia de Los Remedios -terciaría una antigua alumna del Instituto de la B.V.M.-. La iglesia más fea de toda Sevilla es la de mi antiguo colegio, la de las Irlandesas de Bami.

Las citadas, ¿son capillas e iglesias, o hangares desechados por feos, que rechazaron por horrorosos en esos proyectos de la Sevilla Aeronáutica que tanto gustan al alcalde? Si a mí me preguntaran en esa encuesta, me entrarían profundas dudas. La capilla de las Irlandesas es tela de fea. Pero anda que la del tanatorio...

-¿La del de la Ese Treinta, la que tiene dentro hasta olivos, como si fuera la hacienda de Juan Ramón Guillén cerca del Sevilla Dos?

No, la otra, la de San Jerónimo. Toquen madera, y ojalá no la vean en mucho tiempo. (Y más ahora, con huelga de funerarios anunciada). Pero lo de San Jerónimo tiene un ver. De momento han puesto de sagrario una caja fuerte de Fichet, como las que desvalijan los simpapeles en Simón Verde. Y en el presbiterio, para los oficiantes, han puesto unas butacas de tresillo azul marino que, vamos, le falta delante un televisor. Como que un mariquita azúcar que enterraba allí a la madre de su novio, le dijo al verlas:

-Hijo, Paco, el cura aquí, ¿a qué viene? ¿A decir un responso por tu madre que en gloria esté, o a ver «Arrayán» sentado en ese tresillo azul marino tan horrorosssssssso?