La ratio de la Infantita.- La Infantita Doña Leonor cursará a partir de septiembre educación infantil y luego Bachillerato en el colegio Nuestra Señora de los Rosales de Madrid, el mismo donde estudió su padre, el Príncipe de Asturias. ¡Qué maravilla Madrid, qué maravilla Los Rosales, y qué maravilla la enseñanza no concertada y sin trincá! ¿En qué centro de Sevilla los padres pueden llevar con esa naturalidad a sus hijos al mismo colegio donde ellos estudiaron? ¿Se imaginan que el Príncipe de Asturias hubiera estudiado, un poner, en Portaceli y quisiera llevar allí también a la Infantita? ¿Se imaginan a los otros padres cuyos hijos se han quedado sin plaza, poniéndole detectives, y chivándose de que La Zarzuela queda fuera de la zonificación de la baremización de la ratio del por aquí te quiero ver? ¿Quedan en Sevilla estos colegios de calidad donde estudian libremente los hijos de los antiguos alumnos, o están todos arrimados al perol de la concertada, ese PER de la enseñanza del que nadie habla? Y luego, encima, se quejan de que les obligan a dar Lavado de Coco Para La Ciudadanía. ¡Pues no haber concertado el colegio, y que los padres se gasten el dinero en enseñanza y no en gambas!

Consistorio inconsistente.- Veo que cada vez se usa más lo de Consistorio para referirse al Ayuntamiento de Sevilla, en vez de llamarlo Casa Grande u otros sinónimos clásicos. La palabrita de moda está muy mal elegida. No hay en Sevilla nada menos consistente que el Consistorio. Que se lo pregunten, si no, a los que han chaqueteado y se han pasado a Viera o Viese. (En la guerra del PSOE municipal, ¿cuáles son los rojos y cuáles los nacionales?)

Delegados con calzador.- Al que elijan presidente del Consejo de Cofradías le meterán con calzador, sin comerlo ni beberlo, los delegados de día que ya le han elegido unos señores por su cuenta. Eso es tan absurdo como si a Javier Criado, que anoche tomó posesión como presidente de Estados Unidos, digo, como hermano mayor de Pasión (¡guasa!), los de la candidatura de Fernández Argüeso le hubieran metido en su lista sin consultarle al secretario segundo, al mayordomo y al prioste primero. Pero esta Sevilla es tan rara (o tan falsa) que a todo el mundo eso le parece lo más normal, y no que el que salga gregorianamente elegido ponga en su equipo a los que les salga del cirio, joé.

La dictadura de las minorías.- Con su vocecita como de Gracita Morales, La Maleni dijo ayer en «Los desayunos de TVE», antes que los últimos mohicanos de la huelga de transporte la desconvocaran, refiriéndose a ellos: «No podemos ceder a las peticiones de la minoría...» Hija mía, Maleni, pues la camionera será la única minoría ante la que no os bajáis los pantalones hasta los calcañares. Porque hace cinco años que gobernáis sin hacer otra cosa que ceder ante lo que piden los nacionalistas, lo que pide el lobby gay, lo que piden los de la mezquita, lo que piden los abortistas, lo que piden los verdes y lo que pida la última minoría radical de mierda que os pueda sumar un puñadito de votos más.

El polvo de Maleni.- Hablando de Maleni. Bibiana, La Miembra, le ha quitado el sitio y el foco. Ya ni se le echa cuenta a sus paparruchás. La ministra de Fomento volvió el otro día a hacer gala de ellas, pero nadie lo ha comentado. Preguntada en la Comisión de Fomento del Congreso por el incidente de la inauguración del tren de alta velocidad Madrid-Valladolid en noviembre pasado, cuando el vagón de periodistas fue inundado por el polvo, La Maleni sólo atinó a decir: «¿Que hay polvo en una obra? ¡Pues claro que hay polvo en una obra! Si no hubiera polvo no habría obra. O no hay obra sin polvo.» ¡Lo que sabe La Maleni sobre el polvo! El polvo propiamente dicho, que conste. Esto es, el polvo y la polva, que diría Bibiana La Miembra.

Abril en Mayo.- En esta Sevilla donde los seises son 10, ha hecho muy bien Rosamar con su proyecto de ordenanza, dejando claro que el 1 de Mayo no será Feria de Abril.