La gradación de la torpeza debe de ser, aproximadamente: torpes,
torpísimos y del PP. Lo digo porque hasta ahora (a buenas horas, mangas verdes) el PP no
ha anunciado oficialmente lo que antes decían como si fuera un secreto de Estado: que al
llegar al poder se encontraron la Seguridad Social en quiebra. Los socialistas sabían lo
que se traían entre manos cuando anunciaban apocalípticamente a los jubilados de sus
mítines:
-- Si llega el tío del bigote, os quitará las
pensiones...
Sabían que con aquella quiebra que les dejaban malamente
iban a poder pechar con el Estado del Bienestar. Y el PP, en vez de coger, tocar a rebato
y anunciar:
-- Señores, que los que estaban aquí se han gastado en
vino y almejas todo lo que había en la caja, que conste. Pero, tranquilos, que vamos a
dejar de tirar el dinero como tierra, vamos a escatimar hasta la ultima peseta de gasto
público y vamos a tratar de arreglarlo todo. Mientras tanto, recen lo que sepan...
En vez de eso, con el clásico complejo de derecha que
llevó a la UCD al desastre, se dedicaron a pedir perdón por haber ganado. En todos los
medios, el cartel que colocaron fue:
-- Hombres de derechas trabajando: perdonen las
molestias...
Pusieron España de dulce. España no sólo va bien: va
divina. Pero tienen que venir los italianos a decirlo:
-- Signori: que l´Espagna va de putesca mamma...
Tenía que dolerle la boca a González Ferrari de decir eso
en los telediarios. Pero no. Aunque Ferrari tiene nombre de coche italiano, tienen que ser
los italianos quienes vengan a decirlo. Aquí el mensaje que se transmite es el contrario.
El mensaje de Almunia, el mensaje de Chaves, que los jubilados cobran las pensiones
gracias a ellos, y que si no llega a ser porque la Junta le mete las cabras en el corral
de la Moncloa a Aznar, a estas horas estarían los pensionistas sin cobrar. Cuando es todo
lo contrario.
-- ¿Quién le lleva la política de comunicación a Aznar?
Pues yo creo que un enemigo. Polanco quizá. No se explica
esto de que en más de tres años no hayan conseguido transmitir la bonanza económica que
han logrado con su más que juiciosa política. Han puesto a España con los indicadores
económicos sacados de brillo, en perfecto estado de revista y policía para Europa, pero
no se han enterado ni ellos. Yo creo que Rodrigo Rato no está muy convencido. O al menos
no consigue transmitir ese convencimiento.
¿Habrá algo tan simple como la bonanza de las hipotecas?
Puede ser el símbolo. Gracias a la política económica del PP hacia Europa, ha bajado el
precio del dinero y el paganini de las hipotecas. Como media España tiene una hipoteca
pendiente, todos han pegado el suspiro de alivio. En vez de 125.000 pesetas al mes, ahora
tienen que pagar sólo 90.000. Seis mil duros en mano todos los meses, para gastárselos,
un poner, en gambas. Seis mil duros que han hecho que los tíos que venden gambas estén
contentísimos. Pero creen que es por intercesión de la Virgen del Rocío, no por la
política del PP. El andaluz medio que paga ahora con más desahogo su hipoteca cree que
todo es gracias a Chaves. Así que hasta que Teófila no consiga explicar la fàbula de la
hipoteca, aquí tenemos Chaves para rato. Porque la hipotecada es la derecha con su
complejo.