Cuentan que
cuando, ataúdes y calaveras, coronas entre gusanos y mitras
entre tibias, estaba Valdés Leal pintando para el Hospital de
la Caridad sus dos medios puntos de las postrimerías del
hombre, llegó Murillo y ante la terrible contemplación de la
muerte, le salió del alma decir:
-- Compadre, estos
cuadros hay que mirarlos con las narices tapás...
Como si fuera un
cuadro de Valdés Leal, Almunia ha pintado los diez puntos de
sus novísimos pactos de progreso o postrimerías de la
mayoría imposible, y estoy seguro que muchos comunistas
convencidos, los que creyeron en el sueño de Berlinguer y de
Marchais, los camaradas de los tiempos del eurocomunismo,
cuando hayan oído que Izquierda Unida tiene que retirar sus
listas en 34 provincias, 34, que son unas cuantas
circunscripciones, habrán dicho como Murillo:
-- Compadre
Almunia, esta propuesta habrá que votarla con las narices
tapás...
Pienso en los
viejos camaradas de aquellos sueños utópicos de la Junta
Democrática de España, ¿verdad, Federico Jiménez
Losantos?, y por muchos esfuerzos de imaginación que haga, no
los veo renunciando a sus siglas en 34 provincias y tapándose
las narices para votar al partido que los metió en la OTAN,
que pactó con la Trilateral y que cantó el ardor guerrero de
la Guerra del Golfo. Tengo buenos y antiguos amigos en el PCE
y por mucho que pacten Frutos y Almunia, la verdad que no los
acabo de ver tomando la papeleta del PSOE el 12 de marzo.
Pienso, por ejemplo, en mi amigo Pepe Francés, a quien metí
en el PCE. Yo lo quería apuntar al andalucismo
antifranquista, pero me dijo que aquello era muy burgués,
que, hombre, si fuera en el PCE... "Pues te vas a
enterar", me dije malvadamente, y le preparé una
entrevista-encerrona con dirigentes comunistas: "Pepe,
que quiere entrar en vuestro partido..." Y entró. Vamos
que sin entró en el PCE... Como que no ha salido. Aunque haya
cambiado de lugar de residencia, de Sevilla a Alicante, y de
profesión, de técnico del INI a catedrático de Instituto,
sigue con sus firmes convicciones utópicas de aquel PCE tan
lírico, tan sentimental de cuando la dictadura. Nos llamamos
de año en año, siempre deseando que los nuestros la
Nochevieja que viene tomen por fin las uvas en las Puerta del
Sol, y siempre me hace los mismos reproches de aquellos de la
foto de la tortilla, que conoció en sus comienzos, cuando
eran la nada con Willy Brandt al fondo. Desde el respeto que
tengo a la ideas de Pepe Francés y de tantos viejos
compañeros de la lucha por la libertades, la verdad que por
mucho que digan Frutos y Almunia, no los veo tapándose las
narices para votar al partido de los GAL y no percibir ese
olor a cuadro de Valdés Leal de la fosa de las postrimerías
de Laza y Zabala.
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