La gran calle de
Alcalá que reluce cuando suben y bajan los andaluces se llama
ahora Ave...
-- Usted estaría
en su momento contra el Ave, pero ahora no se quejará
usted... Anda que el avío que le está dando a usted el Ave
como materia de escritura...
-- Pues sí, le
llevo ganados al Ave unos cuantos jornales. Hombre, no para
comer, como los que llevaban a Suiza los maletines de sus
comisiones, pero para algunos desayunos sí que me ha dado ya
el Ave...
El Ave es para
muchos una herramienta de trabajo. Que se lo pregunten a los
políticos, a los empresarios, a los ejecutivos de ventas, a
los artistas. ¿Cuántos kilómetros de Ave tienen en el
cuerpo Los del Río, por ejemplo? Haciendo comparaciones al
modo americano y de Libro Guinnes, con la distancia que han
recorrido Los del Río a bordo del Ave no digo yo que dos
veces a la Luna, pero por lo menos 7.000 millones de veces de
Sevilla a Dos Hermanas sí que podían haber ido Antonio y
Rafael. Como los citados, muchísimos sevillanos y cordobeses
que trabajan en Madrid de lunes a viernes tienen el Ave como
socorrido cante de ida y vuelta, Ave ascendente, Ave
descendente. Aunque trabajan en Madrid, no les ha dado la gana
desmontar su casa de Córdoba o de Sevilla. Y quien dice estos
andaluces de viernes a lunes dice los cordobeses que todos los
días vienen a trabajar a Sevilla, o los profesores sevillanos
que enseñan en la Universidad de Córdoba. Hablo de los que
se tienen que pagar el Ave de su bolsillo, no como los
políticos.
Bueno, pues estos
andaluces avedependientes están discriminados con respecto a
los castellano-manchegos. ¿Por qué AVE-Renfe o Renfe-Ave
(que tanto monta) tienen y mantienen bonos y abonos,
kilométricos que se decía antiguamente, para los que usan
cada día como herramienta cotidiana de trabajo el Ave de
Madrid a Puertollano o el Ave Madrid- Ciudad Real. ¿Será que
Bono protesta más que Chaves, y hasta les han puesto a los
castellano-manchegos lanzaderas para ellos solos, mientras los
cordobeses ven el centralismo sevillano de trenes que pasan
por la estación camino de Madrid y no dignan pararse?
Todas las rebajas
para el tío Paco de Ciudad Real y de Puertollano (perdón,
director, Francisco Rosell, no va por usted) y no existe
ningún tipo de bono para los aveadictos de Sevilla o de
Córdoba. ¿O es que cree Renfe que con el descuento de la
tarjeta AVE de viajero frecuente (un 10% con la Oro), ya
tienen que estar agradecidos los que utilizan el AVE dos veces
por semana, que son unas 90 veces al año? Y ya puestos: ya
que estamos en la era de la movilidad laboral geográfica, si
un señor que vive por la carretera de La Coruña en Madrid
tarda lo mismo en llegar a su trabajo que un sevillano desde
Santa Justa a Atocha, ¿por qué el de aquí no puede ir y
venir a Madrid en el día, como el de Torrelodones? Pues por
culpa, culpita de los abonos mensuales del Ave ad usum
baeticorum. Si tal fuera, muchos, en vez de alquilarse un
apartamento en Madrid, iban y venían para dormir en casa,
porque como en la casa de uno no se está en ninguna parte.
Pero pagarse el Ave ahora todos los días, sin abono, al
precio de 15.840 pesetas diarias (en turista ida y vuelta),
que por 5 días y 4 semanas son unas 316.800 pesetas al mes.
Hombre, los sueldos en Madrid están mejor que en Sevilla o en
Córdoba, pero no como para gastarse más de 300.000 pesetas
mensuales en Ave. Avé. A ver si le ponemos remedio,
presidente de Renfe...