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En
los tópicos de la moda de la vida sana, siempre toca
tabaco. El alcohol nunca va a examen. No hay que leer
siquiera la letra grande del libro gordo de Petete sobre
el alcohol que han publicado el Colegio de Médicos y la
Comunidad de Madrid. Como voy contra la moda, me he leído
hasta le letra chica de ese borgiano Informe sobre
Borrachos. ¿Cuándo veremos aquí que un grupo
cirróticos se une para demandar a la ginebra Rives, al
ron Bacardí, al güisqui Dyc? Los camareros que tanto
cuidan tus pulmones y te ponen en la espantosa mesa de
fumador no se preocupan por tu hígado si les pides cuatro
güisquis uno detrás de otro.
Todo debe de ser
porque como el hígado español, ninguno. Qué hígados...
Probablemente es una excelencia del RH que tanto preocupa
al cura exclaustrado y malasangre. España es el quinto
país del mundo en consumo de alcohol, mientras que en
mortalidad por cirrosis sólo somos el octavo. Así que
¡vivan nuestros hígados! Aguantamos más que felipista
en gestora. Echen, pues, a nuestros hígados bebidas
blancas, licor, vino blanco, tinto, ¡hala!, que lo
aguantan todo. ¿Prohibiciones contra el alcohol dice
usted? Ni hablar. Menuda fuente de ingresos. ¿No ha visto
usted el escandallo de Hacienda en los golletes de las
botellas? ¿Prohibir el alcohol a los jóvenes, dice? En
absoluto. Lo que hay que hacer es buscar ámbitos
lúdicos que le dicen para la botellona, para la
litrona. Ah, y que en la movida no fumen, que el tabaco es
muy dañino.
La antigua mala
imagen social del borracho ha pasado al fumador. Todo el
mundo celebra que Terenci Moix se haya quitado del tabaco.
Nadie lamenta que al pobre de Alfonso Grosso lo matara el
alcohol. Se habla de los muertos anuales del tabaco pero,
por sus muertos todos, nadie quiere oír lo que sólo en
cinco grandes hospitales españoles hay 165.000 ingresos
anuales a causa del alcohol. Ningún conductor fumado mata
a nadie en la carretera, mientras que los borrachos al
volante causan el 40% de los accidentes de tráfico. No se
conoce que el 30% de los asesinos vayan con el cigarrito
en la mano, mientras se sabe que el 46% de los homicidios
fueron cometidos por gente bebida. Aquí mucho hablar de
lo que nos cuestan las consecuencias del tabaco en los
hospitales, pero no se citan los 637.717 millones de
gastos en la Sanidad pública por enfermedades que causó
el alcohol. En la moda antitabaco, al alcohol nadie le
tose.
Biografía
de Antonio Burgos
Firmas
en El Mundo
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