|
Como
Pedro Gimferrer, ese poeta que se está dejando la frente,
es catalán y le han dado el premio Reina Sofía, página
entera. Y como ha muerto Rafael de la Hoz, y era andaluz
de Córdoba, pues unas cuantas, míseras líneas. Hablo de
periódicos andaluces. Que en periódicos de Madrid, ayer,
Rafael de la Hoz venía a página entera. Así nos va.
Así nos va a Andalucía, a los andaluces y a la
arquitectura que se hace en Andalucía.
--Hombre, si el
Rafael muerto hubiera sido Rafael Moneo, o ése tan famoso
que se casó con la Doctora Ochoa, o el padre de Bofilín,
¿pero quién se cree usted que era este La Hoz? Si no lo
conocía nadie...
Eso es lo malo,
que en el Star System de la Arquitectura, nadie conocía a
Rafael de la Hoz. Lo dicen quien vivió tres añitos,
tres, en un perfecto edificio que Rafael de la Hoz
proyectó en la Ciudad Universitaria de Madrid: el Colegio
Mayor Aquinas. Un edificio que fue en su día premio
nacional de Arquitectura. De premios internacionales y
nacionales de Arquitectura, Rafael de la Hoz tenía para
dar y repartir. Pero no pintaba la mona. Y además, en mal
sitio fue a poner la era: en Córdoba..
Como un trágico
presentimiento, la otra tarde, en la galería de Pepe
Cobo, me citó a Rafael de la Hoz el arquitecto Antonio
Cruz, otro que tampoco pinta la mona y que va por Sevilla
como pidiendo perdón por haber hecho el pabellón de
Hannover y la estación de Santa Justa, de la que nadie
protesta, sino todo lo contrario, mientras que cada vez
que llegamos al aeropuerto, como servidor ayer, nos
acordamos de los difuntos todos de don Rafael Moneo, que
santa Gloria gozaban hasta que su descendiente hizo San
Pablo. Me hablaba Antonio Cruz de un tema que no es sólo
de las monografías, sino de ahora mismo: las vanguardias
imposibles de la arquitectura andaluza. De cómo quienes
no hagan chalés matalascañeros y casitas en adobo, aquí
no tienen más clientes que la Administración... el que
lo tenga. De cómo en Córdoba, al final de los 50 y en
los 60, hubo un intento con romper con el catetismo
ambiente, y de poner el reloj de la Tendillas en hora con
el mundo. Husos horarios que no se corresponden con los
usos andaluces del gusto. En la Europa de Van der Rohe, la
burguesía sevillana estaba encantada con Aníbal
González, que sostiene Cruz que le inventó un estilo a
la ciudad para que se gustase a sí misma, algo así como
los Quintero le inventaron un habla y unos arquetipos.
Gracias a Rafael
de la Hoz, la vanguardia imposible fue posible en una
cierta Córdoba, durante un cierto momento. Nos dejó,
entre otras cosas, el gusto por las calidades. No hay más
que mirar los pisos de Córdoba y los bloques de Sevilla
para comprobar que allí se sigue construyendo con mejores
calidades que aquí, y al maldito San Pablo de Moneo me
remito. Si Rafael de la Hoz hubiera sido catalán como
Gimferrer y esto no fuera la Andalucía que es, ahora
habría poco menos que un día de luto oficial en Córdoba
y tres días de luto en nuestra cultura. La vanguardia
imposible sigue siendo tan imposible como siempre, y
convendría preguntarlo a las estrellas arquitectónicas
del efímero Star System de 92. Se muere Rafael de la Hoz
y tiene que ser en Madrid donde lo valoren. Hombre, si por
lo menos hubiera vivido en Australia, ¿quién sabe si lo
habría sacado Lobatón en Canal Sur? No he visto un zoo
que cuide menos a sus gorilas blancos que Andalucía.
Biografía
de Antonio Burgos
Firmas
en El Mundo
RECUADROS DE DIAS ANTERIORES
|