ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla,  15 de noviembre de 2014                 
                                
 
El poyete del río

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Lo que son las cosas. Un trágico accidente con resultado de muerte le ha devuelto la vida a una palabra que se había olvidado hasta en Triana: poyete. Una chavala polaca que estaba haciendo una foto en el poyete del río en la calle Betis se precipitó la pobre al vacío y se mató. Por decirlo con otra palabra que esta muerte devuelve a la vida: se desnucó. O con otra resurrección léxica ante esta triste muerte: se escrismó. (Aunque esto de escrismar, aparte de partirse el cráneo, la crisma, tiene también en Sevilla el sentido de dejar a alguien arruinado: "Esa lagartona con la que se casó y luego se fue con otro escrismó al pobre de Manolito. Lo dejó pegado a la pared".)

El poyete de la calle Betis... Qué clásico. Y qué propio del nombre romano del Guadalquivir. Porque poyete es tan Roma pura como el milagro del armao de la Macarena. Latín de la Bética en la calle Betis. "Poyete" es diminutivo de "poyo", banco de piedra. Y en este "poyo" se ve al trasluz el espinazo latino de nuestra lengua. El "poyo" es el latino "podium", casi, casi sin traducir, sólo con resolver el grupo yod de la semiconsonante agrupada con la consonante anterior, dicho sea con permiso de los filólogos.

En las primeras informaciones sobre el desgraciado accidente de la chica polaca que nos da hecha la Sabatina del Habla Sevillana en Extinción vimos que a ese pretil sobre el río se le llamaba malecón. Hasta que surgió la voz de siempre: poyete. Y, con ella, la polémica sobre su protección y altura. Palabra y medidas de seguridad sobre la que nos dice doña Rosa María Santos: "Nací en Triana y mi madre fue una trianera de pro. Le quería comentar que al vivir en el Altozano al lado de la botica de Aurelio Murillo mi niñez era la escalerilla donde estaba la semillería y la zapata. Desde pequeñas nos asomábamos al poyete para ver las bolsas de gatos que tiraban y los ahogados que recogían los buzos del bar de esquina a calle Pureza. Y no le digo nada cuando llegaba la Velá, apretándonos todos los críos sobre el poyete para ver la cucaña. Yo tengo 67 años y nunca he escuchado que se cayera nadie del poyete de la calle Betis y ahora al cabo de tantos años todas son denuncias por un caso, el de la cría polaca, que creo que es el primero y le ha ocurrido por culpa de los dichosos móviles, no por el poyete. En fin, cuánto echo de menos mi Triana antigua, mi puesto del Maño, el bar del Altozano de Pedro Santos, debajo de casa por cierto de mi tío, y los corrales de la calle Betis donde jugábamos tantos críos en libertad y sin internet".

Si poyete es el diminutivo sevillano del podio latino, no menos de aquí es su aumentativo: poyetón. Sinónimo de soltería. Que una mujer se quedara "sentada en el poyetón" era que tenía asegurada para toda su vida la fe de soltería. Y el poyetón hasta tenía un santo: San Elías, que salió hasta 1885 en un paso alegórico de la Hermandad de Montserrat. Tan famoso era San Elías, el Santo del Poyetón, que Palacio Valdés lo saca en el capítulo IX de "La Hermana San Sulpicio". Dice allí Gloria Bermúdez: "Ni me siento en el poyetón ni quiero que San Elías me apunte en su libro de memorias". Y aclara Don Armando: "Por Semana Santa sale un paso donde va San Elías con una pluma en la mano y mirando a los balcones. Se dice por Sevilla que va sacando la lista de las solteronas." El recordado Juan Martínez Alcalde y el cultísimo académico de Medicina don Eloy Domínguez-Rodiño y Domínguez-Adame (vulgo Eloíto), explicaron en 1987 en estas páginas de ABC la leyenda, ya casi tan olvidada como el propio poyetón de las "poyetonas", que así llamaban a las solteronas. Poyetón que recordaba perfectamente el sevillanísimo Rafael de León cuando en 1963 le escribió a Juanita Reina, para que con música del Maestro Quiroga la estrenara en el Teatro San Fernando con el espectáculo "Señorío", la canción cómica "Soltera yo no me quedo", y en cuyos tres estribillos variables se repetía esta constante de versos del poyetón: "Tendrían las cotorronas/a gala, gala y satisfacción/si vieran a mi persona/sentada, tada en el poyetón./ Iguá que Sansón acaba/con todos los filisteos,/por más que me pongan trabas,/por más que me pongan trabas,/ sortera yo no me queo."

Letra completa de "Soltera yo no me quedo", de Quintero, León y Quiroga

VIDEO: Juanita Reina canta "Soltera yo no me quedo"

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