ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC, 17 de febrero de 2015                 
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Hospital Milit...¡ar!
 
Hagan la siguiente composición de lugar... Supongan que en las últimas elecciones andaluzas la derecha cobardona y comodona no se quedó en su casa, confiada en las encuestas y en el perfil plano aconsejado por el omnipotente Arriola, el marido de la abortista Celia Villalobos, y que votó en tropel al PP, y que Javier Arenas sacó mayoría absoluta, y que con toda justicia ocupó la presidencia de la Junta, dándose entonces la gozosa y saludable novedad de que por vez primera en más de treinta años se producía la alternancia democrática en Andalucía, la tierra empobrecida por la tenaz persistencia de un Régimen sustentado por unos votantes que justifican que los nuestros roben, porque para eso son de los nuestros...

Y siguiendo con esa hipótesis de no doblarla (porque ya estoy cansado con tanta "hipótesis de trabajo"), supongamos que Arenas, que ha prometido en su campaña el oro y el moro, como su jefe Rajoy con el aborto, tiene cerrado el Hospital Militar, mientras que las criaturitas se almacigan en los pasillos y salas de espera de las urgencias, y hasta hay algunos que la palman a las dos o tres horas de que les hicieran el "triaje", eso que se ha inventado el SAS para que cuando llegas a un hospital te creas que ya te están atendiendo, cuando lo que te mandan es directamente a que esperes sentado o tumbado en una camilla en un pasillo sin que nadie te eche cuenta, pisando la raya de picadores de la denegación de auxilio.

¿Se imaginan la de mareas de todos los colores y de batas blancas, y la que le estarían liando al presidente por tener cerrado el Hospital Militar mientras las listas de espera llegan desde aquí a Roquetas de Mar, por poner un sitio que es mucho de Arenas? Los gritos por el hospital cerrado se oirían por toda Sevilla, y todos los días habría una manifestación con pancartas, pitos y flautas ante el SAS de la Avenida (otro edificio que habría que derribar en aplicación de la memoria histórica, porque lo hizo Franco.)

¿Y qué pasa? Pues No Passsa Nada. Porque pasa que la derecha cobardona y comodona se quedó en su casa aquel electoral domingo de mayo. Y pasa que Arenas se quedó rozando la mayoría absoluta. Y pasa que los perdedores pactaron entre sí, y que el hijo del oficial del Regimiento de la Guardia del Caudillo, o sea, don José Antonio Griñán de Velasco, hizo un pacto con el comunista del butano, y continuaron mandando en el Régimen Andaluz los de siempre: los socialistas que por medio de Escuredo le arrebataron la bandera verde y blanca a Rojas Marcos por el procedimiento del tirón y aquí están apoltronados y colocados desde entonces. (Inciso: llamo "Régimen Andaluz" a la autonomía porque esto es la pura continuación del Régimen anterior. El miedo que hay a meterse con el Régimen, "chiquillo, cállate", es exactamente el mismo. E incluso sospecho que la derecha cobardona y comodona que hace sus negocietes con la Junta está tan encantada con Susana Díaz como lo estaba con doña Carmen Polo de Franco, pero sin collares. Y hasta intuyo que va a votarla para que no venga Podemos.)-

Nadie protesta porque las criaturas estén muriendo en la espera de las urgencias y tengamos el Hospital Militar cerrado. Claro, como son los nuestros los que tienen cerrado ese hospital, pues por algo lo tendrán cerrado, sus razones habrá. Y además, que son los nuestros, ¿cómo vamos a protestar contra los nuestros, si son los que nos dan de comer y si protestamos van a venir los fachas?

¿Y saben quién tiene la culpa de que esté cerrado? Pues Rajoy. Como de todo lo que administra mal la Junta, como de la educación y la Sanidad, la culpa es de Rajoy. No sé cómo se las avían estos virtuosos de la demagogia, la manipulación y el embuste, que han hecho creer a a la gente que Rajoy es el culpable de todas sus incompetencias en la administración de sus competencias. (No ha habido más que escuchar, ay, las coplas del Carnaval de Cádiz, que siempre son un espejo del Régimen, del régimen de Franco con las Fiestas Típicas y del Régimen Socialista de la Junta ahora. Contra la Junta, ni pío.) Así que ya saben la consigna: no hay que decir ni palabra sobre el cierre del Hospital Militar: "¡Atento, compañía de paniaguados y trincones! Silencio sobre el Hospital Milit...¡ar!".

 

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