En la provincia de Sevilla hay dos grandes pueblos que con sólo nombrarlos evocas el crujiente pan candeal y las tortas que llevan la Marca España por medio mundo. Hablo Alcalá y de Castilleja. Este Alcalá no complutense es Alcalá de los Panaderos, oficialmente Alcalá de Guadaira. Que tiene que agradecer eternamente a Isabel Pantoja que su prisión haya enseñado a España entera, vía Telediario o "Sálvame", a poner a la palabra "Guadaira" el acento donde le corresponde. Es "Guadaíra" y no "Guadaira": hay que romper el diptongo. En este Alcalà de Guadaira (que es también el Alcalá de los Pintores regionalistas que con su río y sus aceñas la tomaron como su particular bosque de Vincennes) amasan y hornean un pan absolutamente glorioso por su blancura, que compite en renombre mundial con las tortas del otro pueblo que he mentado: de Castilleja de la Cuesta, de donde son las "legítimas y acreditadas" de Inés Rosales.

Les cuento todo esto para que vean la importancia que tiene cuanto se le ha ocurrido a esa cabecita de Susana Díaz, sola o en compañía de otros. Susana Díaz ha logrado que lo que nunca había conseguido nadie en la industria de los derivados de la harina: la sinergia entre Alcalá y Castilleja, al hacer un pan con unas tortas. Un pan candeal y zurbaranesco, digno de ir en la mesa del paso de la Santa Cena; y unas tortas crujientes y lustrosas, como las que ve uno en el escaparate de una tienda de delicadezas de Munich, como las he quincado, y de pronto te suena por dentro "Suspiros de España"... Con la convocatoria de elecciones anticipadas, eso ha logrado Susana Díaz: hacer el más crujiente pan calentito con las más exquisitas y dulces tortas.

Aun con los presupuestos ya aprobados con el voto de sus entonces socios comunistas, Susana echó a Izquierda Unida a la puñetera calle por meterse con la Banca y dijo que disolvía el Parlamento para asegurar la estabilidad del Régimen Andaluz. Susana Díaz convocó elecciones anticipadas para evitar la inestabilidad y ha conseguido justamente lo que trataba de evitar. La inestabilidad del Régimen Andaluz es ahora paradigmática. ¡Qué bien puesto el nombre de la desamortizada iglesia donde funciona el Parlamento: las Cinco Llagas! Las Cinco Llagas de la inestabilidad política andaluza son, a saber: PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos e IU.

Creo que todos los vuelos a Sevilla y todos los trenes del Ave vienen completamente llenos. No hay plazas libres. ¿Los que vienen al Rocío? No, los expertos en Ciencia Política de todo el mundo, los catedráticos de Oxford, los profesores de Princeton, los expertos de UCLA, que quieren ver de cerca cómo es esto de que pueda organizarse en tan poco tiempo un caos tan perfecto como innecesario, porque no se lo creen.

Y ya que están en Andalucía, quieren estos expertos acercarse a Cádiz para estudiar otro asunto realmente insólito. Tan sorprendidos están los expertos mundiales ante la irracionalidad del planteamiento de Susana Díaz como por el programa electoral municipal de Podemos en Cádiz. Son tres palabras solamente, como en el bolero, que han despertado la curiosidad de todos los politólogos del mundo. Esas tres palabras son: "Echar a Teófila", que es el programa electoral de Podemos para tó Cádiz, la Catedral, La Viña y El Mentidero. Y se preguntan, por ejemplo, los profesores de Políticas de La Sorbona, reunidos en comité de sabios: "¿Cuántos meses o años de trabajo y de estudios profundísimos les ha costado a este Nichi de Cai y a su equipo de asesores y consultores la elaboración de un programa político de tanta profundidad, de tan hondo calado y tan largo recorrido, por decirlo en perfecto tertulianés? ¡Ah, ni se sabe! Así que entre el pan con unas tortas de Susana de Triana y la profundidad del pensamiento político del Nichi de Cai, el caso es que somos... ¿Sabe usted qué? Pues el cachondeo nacional, hijo, el cachondeo nacional...

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