ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 1 de septiembre de 2015                 
                                
 

Gorrillas y chalecos

En la ciudad donde los seises son diez y los caños de Carmona no venían de Carmona, sino desde Alcalá, llámanse gorrillas a los que no la llevan y se dedican al arte de encontrar aparcamiento para cobrar luego una especie de impuesto revolucionario, porque en cuanto que le dejan a usted el coche estacionado se despreocupan en absoluto del vehículo, ya lo multen, ya lo roben. Llamar gorrillas a los que ya no la llevan es lo lógico. Total, ¿no van sin sotana los calonges y los seguimos llamando señores capitulares del turístico Parque Temático Patriarcal y Metropolitano? ¿No va Kichi de Cai en mangas de camisa a presidir los plenos y la gente lo sigue teniendo por alcalde, aunque haya resuelto que los asuntos importantes los decida un jurado, vamos, como si fuera el primer premio de chirigotas en el concurso del Falla? ¿No van los militares sin vestir de caqui por la calle, en esta Sevilla donde no ves más uniformes que los de los turistas? Sí, los turistas van uniformados de turistas, a saber: pantalones cortos, camiseta de tirantas, mochila, chanclas, botella de agua mineral y mugre.

Los gorrillas tuvieron gorra antaño. Trataban de suplantar así a los guardacoches oficiales, que los hubo en Sevilla, organizados por la ANIC (Asociación Nacional de Inválidos Civiles) y creados por Antonio Ferrera Comeseña, el muy culto quiosquero de la Puerta de la Carne que por las tardes, en su silla de ruedas, hacía tertulia en el Nova Roma de la calle Asunción con Plácido Fernández Viajas, el ejemplar juez que no creía en Andalucía, razón por la cual su partido, el PSOE, que tampoco creía, lo hizo presidente de la Junta preautonómica.

Los gorrillas se compraron en el Jueves las inservibles gorras de plato grises con cinta roja de una Policía Armada transformada en democrática Policía Nacional y uniformada en color madera. (¿De ahí lo de "los maderos" en la jerga de los delincuentes?). El gorilla se calaba su gorra de plato y se creía una autoridad con derecho a cobrar por usar un aparcamiento. Pasando el tiempo, se fueron quitando las gorras, como se las quitó todo el mundo. Hasta la Policía Municipal se quitó la gorra de plato, aquella que cuando se trataba de imponer en el Ejército hizo decir en un debate parlamentario a Gumersindo de Azcárate (el de la calle en el Retiro Obrero) que los oficiales de Infantería lo que necesitaban era más plato y menos gorra.

En Sevilla pasan los alcaldes, pero los gorrillas quedan. Todos quieren acabar con ellos y ninguno lo consigue. Zoido, que aún no se sabe qué amplió más, si veladores o plazas de zona azul, quiso acabar con ellos en Bami, fastidiando a los trabajadores de los hospitales y a los comerciantes del barrio. Espadas quiere quitar esa zona azul. Claro, ¿cómo quien es alcalde gracias al portavoz de IU que se anuncia en los carteles como "Rojo Sevillano" va a mantener la zona azul, el color del facherío? Pero los vecinos dicen que si quitan la zona azul, vuelven los gorrillas.

¿Saben lo que les digo? Que peor que los gorrillas son los chalequillos. Como antes el signo de autoridad era una gorra de plato, ahora es un chaleco reflectante, en verde fluorescente. Tú te pones un chaleco fluorescente y la gente se cree que eres autoridad. Chaleco fluorescente llevan los inquisidores cobradores de la zona azul. Chaleco fluorescente llevan esos albañiles que de pronto te cortan una calle por su cuenta y ponen más vallas de prohibición que dentro tiene la Catedral, que ya es decir. Chaleco fluorescente llevan ahora como signo de autoridad los policías locales. A los que por cierto felicito, y con ellos al alcalde, por la furgoneta estable de la Policía Local que han colocado en estos días visiblemente en la acera del Nervión Plaza, con lo que los manteros de discos y películas piratas y de bolsos, cinturones, gafas y pañuelos de falsas marcas han desaparecido golpe. ¿Será esa furgoneta de la Policía Municipal estacionada permanentemente en Bami una solución contra los gorrillas que ya no llevan gorra? O sea, chalecos fluorescentes contra gorrillas...

 

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