ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 4 de abril  de 2016               
                             
 

Lista de Schindler del Cardenal Segura

Hoy voy a hablar de Sevilla en forma de libro. Algo que si me conceden la merced de seguirme habrán advertido que no suelo: comentar libros. Entre otras cosas, porque sobre Sevilla salen cada día seis mil o siete mil libros. Ý eso, sin exagerar. Y a cuál más interesante. Pero el que voy a comentar merece la pena. Por su autor y por su asunto. El autor es Carlos Ros, un veterano sacerdote sevillano, cultísimo, hagiógrafo de muchos santos nuestros, que durante muchos años llevó la información del Arzobispado, donde lo conocí y le tomé el aprecio que advertirán en este artículo sobre su libro. Sobre un asunto apasionante: el Cardenal Segura. Sevilla en tiempos del Cardenal Segura. La España imposible de Segura, que tenía la mitra muy bien puesta y era tan independiente y amante de la Verdad y del cumplimiento del Código de Derecho Canónico que consiguió que lo expulsara de España el Gobierno de la II República y que luego Franco, llegado a Sevilla para suceder al Cardenal Ilundain, le pusiera la proa y a punto estuviera de que lo pusieran otra vez en la frontera. ¿Por qué todo? Por su fidelidad a su fe, a sus ideas monárquicas y al Rey Don Alfonso XIII, a quien, siendo obispo de Coria (Cáceres) había llevado a Las Hurdes, para que conociera las miserias y atrasos de su Reino en aquel tiempo.

Este tono que estoy empleando para hablar de Segura no es precisamente el que tiene el documentadísimo libro de Carlos Ros, "Pedro Segura y Sáenz, semblanza de un Cardenal selvático", que está más bien en contra del personaje. Yendo a fuentes primarias, escarbando archivos y excavando documentos que se daban por perdidos, Ros reconstruye una visión muy realista de Segura, por encima de los tópicos de que excomulgaba a los ayuntamientos que permitían el baile "agarrao" y por encima incluso del antifalangismo y antifranquismo del contradictorio Segura, al que en muchas casas sevillanas, como en la mía, de niño, se tenía por Norte de la verdad y de la fe. A mí me fascina Segura tenìéndoselas tiesas con Franco y con los falangistas, poniendo una excusa para quitarse de enmedio cada vez que el dictador visitaba Sevilla y no consintiendo que pusieran la Cruz de los Caídos en los muros de la Catedral, por lo que la plantaron en los del Alcázar, junto a la Puerta del León. Ante lo cual, los falangistas le hicieron en la mismísima entrada del Palacio Arzobispal una pintada histórica, que se mantuvo hasta poco antes de la Expo. Le pintaron "Franco, Franco, Franco" a plantilla y cuentan que fue el propio Dionisio Ridruejo quien dirigió la Escuadra Azul de la Brocha para aquella venganza contra el Cardenal alfonsino.

Carlos Ros revela muchos escándalos de la vida del cardenal, que no voy a referir ahora, y nos ofrece un dato absolutamente desconocido. Segura tuvo una misericordiosa y particular "Lista de Schindler" para sacar de la cárcel de Carmona a los curas separatistas vascos que cumplían allí condena tras haber perdido la guerra, presos junto al bueno y valiente de Don Julián Besteiro, que aunque le ofrecieron largarse de España, se quedó en su Patria y en la cárcel murió. ¿Estaría la mentalidad de Segura lejos de los curas separatistas vascos presos en Carmona? En las antípodas. Pero puso todo su poder para lograr su libertad. Se valió de una ley de 1937 sobre redención de penas por el trabajo para los rojos condenados: "Que se rediman los curas vascos de su pena trabajando como curas", pidió. Y así sacó de la cárcel e hizo popularísimo y celoso párroco de San Julián a Don Santos Arana. Y así sacó a Don Ángel Urcelay, a quien hizo canónigo y maestro de capilla, y fue quien compuso el himno a a la Virgen de los Reyes, fundó su Escolanía y salvó a los seises. Aquel elegantísimo Don Ángel Urcelay que recordamos en la procesión del Corpus, dirigiendo el canto de motetes de los seises y de la Escolanía con sus ropones de terciopelo azul. Todo gracias a aquel polémico Cardenal, tan en su sitio siempre, tan leal a su Rey Don Alfonso XIII, de quien estoy tan a favor como mi querido Carlos Ros en contra.

 

CorreoSi quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico  Correo

 

           

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio