Entre lo que pasó ayer en el Reino Unido de la Gran Bretaña y lo que puede pasar mañana aquí en el Reino de España, bastante desunido por cierto, pues los separatistas quieren najarse como los ingleses de la UE, lo mejor es poner una sonrisa y buena cara al mal tiempo político que nos ha tocado vivir. A este no tomarse las cosas tan a pecho, vistas como están, responde el título de este artículo. ¡Igualito Cameron de las Islas (Británicas), que le ha faltado tiempo para dimitir, que nuestros apalancados políticos, que aunque queden como Cagancho en Almagro siguen! Tras perder un referéndum que algún día tendrá que explicarnos para qué demonios y por qué puñetas lo convocó, Cameron ha dicho eso que es tan de Londres como de Sevilla cuando se tiene dignidad, bien cada vez más escaso en este mundo sin valores:

-- ¿Que nos vamos de Europa? No, el que se va soy yo. Ahora mismo. ¡Ea, ya estoy yo en mi casa!

Como digo, ¡igualito que aquí! Por las que hilan. Aquí los mismos políticos que no consiguieron ponerse de acuerdo tras las elecciones de diciembre, y que han tenido a España prácticamente paralizada seis meses, son los mismos que mañana vuelven a presentarse, como si no hubiera pasado nada, y no se hubieran hartado de defraudar a sus votantes, de traicionarlos, de engañarlos con pactos contra natura y sin sentido. Eso, por lo que respecta a los 4 candidatos, 4, principales, que siguen los tíos erre que erre con la misma monserga que en diciembre. Y en las listas, lo mismos. Salvo algunos cambios y sustituciones de los que han cogido metiendo la mano en la talega del pan o cosas así, los que van rellenando unas listas en las que nadie conoce a nadie son los mismos de diciembre. No los conocíamos entonces y no los conocemos ahora. Y como nadie ha sido responsable de nada, ni de la paralización de España por la prevalencia del "ego" de cada cual sobre el bien de la nación, pues tienen los tíos el rostro de volver a pedirnos el voto. Y No Passsa Nada.

Lo que ha ocurrido en Gran Bretaña me parece perfectamente lógico: que se quieran ir. ¿Cómo va a estar Cameron de las Islas, que dimite cuando fracasa, en la misma Unión Europea que España, donde la gente sigue en el cargo aunque les saquen los ERE, a Bárcenas, la Gürtel, lo de Panamá, Bankia, lo de las tarjetas negras. Aquí nadie se pone colorado ni con las tarjetas negras y sigue aferrado al cargo.

Es más: lo que no sé es qué demonios pintaba en la Unión Europea un Reino como el británico, donde no se avergüenzan de gozar de una Monarquía histórica; donde tienen a orgullo aclamar a Su Majestad la Reina, en vez de abuchearla en la final de Copa; donde cuando suena el "God save the Queen" se cuadran, en vez de silbar a su Marcha Real; donde se circula por la izquierda; donde las distancias se miden por millas, pies y yardas, los pesos por libras y los líquidos por galones, como los sargentos. Donde no han hocicado servilmente ante el euro, y mantienen sus libras esterlinas de toda la vida, con sus peniques, sus guineas y todos sus avíos. Y donde, sobre todo, honran a sus Ejércitos y al que pone la bandera en el balcón, la Union Jack, no le llaman facha, sino patriota. ¿Qué hacía un chico como tú, Cameron, y un Reino como el vuestro, señores británicos, en esta Unión de países donde quienes triunfan son los corruptos, los sinvergonzones, los profesionales de la subvención y los que no la doblan y ponen la mano? Han hecho ustedes, pues, divinamente con el Juannjela de Levante europeo. Y ya puestos, como en Gibraltar sí querían seguir siendo de la Unión Europea, no les deis el disgusto a esos llanitos, hombre, y a ese Picardo que cada día se parece más a El Mani. Se tira la verja y se hace una novena provincia andaluza con el territorio usurpado que llamáis con nombre de cubito de hielo: The Rock; o sea, el Peñón de toda la vida. Aunque no creo que los gibraltareños traguen: es muy fuerte pertenecer a una nación donde los políticos fracasados no dimiten ni aunque se lo mande el médico.

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