ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  3 de enero de 2019
                               
 

Qué Juanma ni Juanma

Todas las cartas están sobre el tapete para que antes de que acabe enero el trío de ases de Partido Popular, Ciudadanos y Vox, sumando el voto de sus escaños, invista como presidente de la Junta a Juan Manuel Moreno Bonilla, vulgo Juanma. Se escribe Juan Manuel Moreno, pero se pronuncia Juanma. Y a esto es lo que voy: será buena ocasión su proclamación como el primer presidente no socialista de la Junta para que él mismo y los suyos dejen de usar tanto Juanma, Juanma para arriba, Juanma para abajo, y oficialmente sea citado como siempre lo fueron sus predecesores: con su nombre de pila completo y su apellido. Llamar oficialmente Juanma en los papeles al presidente de la Junta es una invitación a tomarlo por el pito de un sereno. Y por el propio prestigio de la institución autonómica, por degradada y manipulada que haya sido durante el Socialato, el presidente de la Junta y, con él, Andalucía y todos los andaluces, se merecen un respeto y no ese compadreo.

Cierto que todos los anteriores presidentes socialistas de la Junta han tenido un nombre familiar derivado suyo de pila. Para sus íntimos, Rafael Escuredo era Rafa, y para algunos hasta Rafaelito; pero en los papeles y en los periódicos nunca se le llamó así, "Rafa Escuredo". En ellos era, cuanto menos y oficialmente, don Rafael Escuredo Rodríguez.

Caso curiosísimo fue el de su sucesor: don José Rodríguez de la Borbolla y Camoyán, de los Borbolla de Sevilla de toda la vida, de la avenida de la Borbolla, de la hermandad del Calvario y de nuestro Betis bueno. Aunque de viva voz y coloquialmente todo el mundo le llamaba "Pepote", sus íntimos (¿verdad, José Antonio Gómez Marín, que fuiste sociólogo consultor de su Gabinete?) no le decían nunca así; en todo caso, "Pepe": Pepe Borbolla. No sé de dónde saldría lo de Pepote. No sé si saltó quizá desde el Colegio Portaceli a la Casa de los Sánchez Dalp en la calle Monsalves, donde estuvo la Presidencia hasta que él la trasladó a San Telmo, tras firmar el acuerdo con el cardenal Amigo Vallejo entre la Junta y la Mitra hispalense. Y desde luego que esto de Pepote donde nunca salía era en los documentos oficiales, ni aparecía en los comunicados del partido o en las menciones de las ruedas de prensa.

Del mismo modo, nunca en la forma de mentarlo el siguiente presidente fue "Manolo". Chaves fue siempre don Manuel Chaves González, a pesar de que ahora esté esperando la sentencia de los ERE tras haber estado sentado en el banquillo. Ni por eso se le aplicó nunca ese articulo determinado que antiguamente se usaba para los presuntos delincuentes: "El Chaves". Como tampoco su sucesor de sillón presidencial y de banquillo de imputados por los ERE, José Antonio Griñán Martínez tuvo nombre familiar alguno. En todo caso era "Jóse" para sus muy, pero que muy allegados. Para todos los andaluces y para España entera fue siempre Griñán.

Y lo mismo Susana Díaz, a la que nadie nunca le dijo "la Susi", como el personaje de Eduardo Mendicutti, y ese tipo de cosas durante su mandato, antes de entregar la cuchara en las urnas de una elecciones con cuya convocatoria se equivocó tanto que le costaron el poder. Seguro que en su hermandad de la Esperanza de Triana, en su labor catequética juvenil en la iglesia de La O, en su concejalía de Triana o en su barrio la llamaban de otra forma, pero nunca se supo públicamente y como presidenta siempre fue Susana, Susana Díaz Pacheco.

Por eso me extraña que sigan desde su propio partido erre que erre, dale que te pego con Juanma para el futuro presidente Moreno Bonilla. Que, por cierto, se ha quitado últimamente de hecho este Bonilla de su segundo apellido y ya apenas lo usa. No sé si a causa de cierto parecido fonético que le saqué con toda la guasa y cachondeíto fino del mundo, y que no era precisamente la Nutella de la merendilla de los niños, sino la competencia de esa marca de crema de chocolate y avellanas. Seguir llamando Juanma al presidente de todos los andaluces me parece una falta de respeto más que a él, a nuestra tierra. Así que a ver si vamos dejando lo de Juanma para el habla coloquial, como en su día fue lo de Pepote, y el presidente don Juan Manuel Moreno Bonilla es por lo menos don Juan Manuel Moreno, o "Presidente Moreno", que suena a nombre de fragata de Marina sudamericana, qué Juanma, ni Juanma...

 

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