ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  23 de febrero de 2019
                               
 

Tango para Antonio Martín

A este tango, compare del alma, compare de Carnaval, le falta tu música. Como nos faltan para cantarlo las voces de los compañeros de nuestro Coro de la Viña que ya están en la batea de la luz eterna de un Lunes de Carnaval con el cielo entoldado por las nubes grises sobre los muros de la Plaza. Le faltan la voz de tu medio tocayo Felipe Martín García, el del aerolito viñero, el que quería darle un partido-homenaje a mi gabardina de escuchar tantos tangos en la plaza, "La Plastilina" mismo, donde tenías esas dos novias bonitas que el sentido te quitan las dos por igual, que son Cádiz y Andalucía. A este tango, laureado maestro don Antonio Martín García, le falta la voz veterana de Basilio Martín. O la voz de bajo de Jesús Monzón. O la de Manolo Torres vistiendo el disfraz que él mismo había ideado como sastre del Carnaval, yendo a Tánger a comprar las más brillantes telas de la fantasía, que su capacidad de creación tenía el mismo nombre que el inmortal coro de Quirós, el de "Gaditana, mi rosita temprana". Y ahora que hablamos de rosas, le falta quizá a este homenaje la música de tu pasodoble inmortal, esa rosa cuya letra y música es, como toda tu obra de 50 años de Carnaval, la flor más bella de Andalucía.

Sin que me mandes en una casé la letra de medida por ti cantada con tu guitarra en tu casa de La Laguna, Andalucía le ha puesto la música al tango de tu vida entregada al Carnaval y a su poesía en forma de Medalla. Y como estamos en Carnaval, en pleno concurso del teatro, aquí va el primer golpe de este tango: no es que a Antonio Martín le hayan dado la Medalla de Andalucía. Es que a la Medalla de Andalucía le han dado el arte carnavalesco gaditano de Antonio Martín como homenaje a su inmensa capacidad de creación en todas las modalidades del Carnaval. Desde aquellos Mayordomos con los que muchos vivimos el Mayo del 68 corriendo no delante de los guardias en París, sino tras tu comparsa en las Fiestas Típicas Gaditanas: "El tanguillo gaditano/ se está perdiendo/ y es una pena". Hasta tu emocionante despedida besando las tablas del teatro, que es "Ley de vida", no ni ná, como los grandes, en la plenitud de tu gloria. Te retiraste en el 2017 en el Falla como tu amigo Curro Romero en La Algaba: sin anunciarlo. Y nos dejaste unas obras completas que son historia viva del Carnaval. No creo que haya habido nada como lo tuyo de 1990, en el Teatro Andalucía, con el Falla en obras, en que ganaste el primer premio en cada una de las tres modalidades. En coros, con el «Bátmonos que nos vamos» que escribimos juntos. En comparsas, con «La mar de coplas» de aquel gorro donde un barquito de palma rizada navegaba por tu inspiración. Y en chirigotas, con «Hasta que la muerte nos separe», aquella bandera de la Legión del Carapalo, con el meneíto de mi borlón, con el tacatá de mi mosquetón, en la que se iba a Melilla de legionario hasta el carnavalesco perro del Petra, disfrazado de carnero de los novios de la muerte. Ay, la muerte. Cómo describiste la tuya, a lo César Vallejo, con tu pasodoble de "Los Héroes del 3 por 4": "El día que yo me muera/que nadie me mande flores". Ni el día que te impongan la merecidísima Medalla de la Andalucía de tus coplas te mandaremos felicitaciones, sino que tus compares de Carnaval, como hago ahora, te escribiremos un tango para que le pongan música las olas de la Caleta, "que es plata quieta". Qué suerte la tuya, niño de la calle San Vicente, que tu plaza de la Cruz Verde la has hecho verde...y blanca en tantos pasodobles. Envidiaba tu suerte de poder gritar "yo nací caletero" hasta que Cádiz me adoptó como hijo gracias a tu iniciativa. Porque la gente de Cai nacemos donde nos sale de los...¡quillo! Tu Medalla de Andalucía lleva un cordón con el blanco de la cal de las torres-miradores y el verde de la mar de la Caleta entre las barquillas con el nombre de Carmela en la proa mi barca. Con sólo repetir su nombre, "Caleta, Caleta", le dedicaste el mejor piropo a ese primer paraíso, que el segundo está en el teatro, escuchando tus pasodobles de comparsa o tus tangos viñeros. Así que con el takatá, chin, chin, pom, pom, vámonos que nos vamos a Venecia del tirón, compare. A la más honda Andalucía. Desde lo alto de esta Piera Cuadrá de la presentación de "Caleta", medio siglo de la hermosura de la Andalucía de tus coplas nos contempla.

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