No, el título de este artículo de Martes Santo (y no Santo Martes) no contiene errata ni vulgarismo alguno. Ustedes saben mejor que yo, y siempre referido al de Semana Santa, que se escribe "El Programa", pero que en sevillano se pronuncia "Er Pograma". El programa que a poca experiencia que se tenga en callejear y atravesar bullas y sillitas de los chinos para ver cofradías no necesita la inmensa mayoría de los sevillanos. Como tampoco para caminar por la ciudad necesitamos esos planos extendidos que los turistas llevan, quizá como reclamo para los carteristas, que saben que no falla: un señor en la calle Alemanes con un mapa extendido, buscando por dónde se va a Triana, es un turista de todas, todas. Lo saben mejor que nadie los rateros, nacionales o importados, que se trabajan tanto el interior como los alrededores de la Catedral para robar carteras.
Con la Semana Santa pasa igual que con los planos de Sevilla. Si son observadores, habrán visto que los que van a ver las cofradías programa en mano suelen ser chavales jóvenes que se están estrenando en el arte de la sevillanía. O visitantes de por ahí, que quizá nada entienden del cuadrante de los horarios e itinerarios que inventó en estas paginas de ABC el recordado Filiberto Mira Blasco y que ahora copia todo el mundo. Algunos, más para confirmar horarios que para otra cosa, nos echamos al bolsillo el utilísimo "Llamador" de papel de Canal Sur Radio, que todos los años, tradicionalmente, le mango a mi admirado Fran López de Paz. Los sevillanos, que solemos repetir nuestros itinerarios y horarios personales para ver las cofradías o incluso para estar en las sillas o en los palcos, no necesitamos Er Pograma. Todos los días. Menos hoy. Hoy, con tantos cambios para que el Martes Santo no vuelva a ser Santo Martes, habrá bofetadas por encontrar un programa para saber por dónde van las cofradías. No habrá ABC sin la página del cuadrante de la "Situación aproximada de las cofradías" sin recortar y sin echar en el bolsillo. Habrá quien dé veinte euros por un "Llamador" de papel.
Me acuso, Padre de todos nosotros que estás en San Lorenzo, que hasta los más rancios y callejeados sevillanos viendo las cofradías no nos echaremos hoy a la calle sin Er Pograma. No por nada, sino porque sin Pograma hoy estás perdido. Ha cambiado absolutamente todo. No es ya, como dijeron con humor en la propia Hermandad, que San Esteban entre a la hora de La Borriquita. Es que Los Estudiantes no salen a la hora en que solían, ni van por el itinerario que acostumbraban. ¿Habrá alguien tan listo que se haya aprendido, sin necesidad de Pograma, el nuevo orden del Martes Santo y los itinerarios de hoy? Lo dudo. Esto de que Los Javieres vaya detrás de San Benito, o que La Candelaria siga al Cerro no hay quien se lo aprenda. Es de nota. De "cum laude" cofradiero, vamos. Hoy no vale el "monitum" de mi admirado y querido Arzobispo Asenjo, harto de coles, a las hermandades del Martes Santo tras los cambios y recambios: "Que nos dejen en paz". Hoy hay que cambiar la frase arzobispal: "Que no nos dejen sin Pograma, por favor; porque, si no, no va a haber manera de poder ver las cofradías, menudo lío nos vamos a formar".
Así a ojo de buen cubero, y con "El Llamador" de papel en la mano, como Dios manda, lo único que me parece que no cambia es que la última sigue siendo Santa Cruz. Yo me puse la mar de contento al saberlo, porque creí que iba a volver a pasar por mi rincón favorito de Molviedro y Doña Guiomar. Pero que si quieres arroz... Va a La Campana por El Postigo y Castelar. Pero en vez de seguir hacia el Compás de la Laguna y los vencejos del atardecer, hace un quiebro y tira por Gamazo a la Plaza Nueva y Tetuán. Como digo, un lío. Hoy es día de Pograma en el bolsillo. Obligatorio.
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