ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla, 21 de diciembre de 2019
                               
 

Aguinaldos 2019

Era una de tantas costumbres de la Navidad sevillana que se han perdido, como la de vender pavos vivos para darles matarile para la cena de Nochebuena. Pavos que vendían en corraletas que ni las taurinas de la Venta de Antequera, de donde el comprador elegía el más lustroso y carnoso que le gustara. Pavos que, no sé por qué, siempre eran para regalárselos al médico de cabecera, no sé qué harían los galenos con tantísimo pavo vivo.

Otra de las costumbres era la tarjeta de aguinaldo. Era, por así decirlo, una felicitación de Navidad de peaje. Señores que no habías visto a lo largo del año ni tenías el gusto de conocerlos se te presentaban en la puerta de tu casa y te entregaban sin sobre una tarjetita, que más o menos decía: "El barrendero del barrio le desea Felices Pascuas y Próspero Año Nuevo". Y tenías que apoquinarle al barrendero el aguinaldo, que era la felicitación en metálico, la propina anual por los servicios prestados... o no. Y quien dice el barrendero, se te presentaba el cartero, y el repartidor de telegramas, y el basurero, y el sereno, y el regador, y los oficios más raros. Hasta el cosario de tu pueblo se presentaba para pedirte el aguinaldo. Entregándote todos su tarjetita, que era de serie, generalmente una litografía en color, que en algunos casos hasta tría unos versillos elogiando la tarea de ese oficio a lo largo del año. La verdad que había auténticas joyas de arte "naif" en estas tarjetas. Tarjetas de aguinaldo-sablazo afortunadamente desaparecidas con el reconocimiento de derechos laborales y la paga de Navidad. Muchos servidores públicos tenían que buscarse una especie de paga extra de Navidad yendo casa por casa con la tarjetita dichosa del aguinaldo. Que cuando ya le habías dado la propina navideña, siempre te decían:

-- ¿Le importa devolverme la tarjeta, que me sirve para otro vecino?

Si hoy existiera esa afortunadamente desaparecida costumbre, estas felicitaciones navideñas de peaje serían a cargo de otros oficios cotidianos y actuales. Es que las estoy viendo y leyendo... y aflojándome el bolsillo para dar el aguinaldo:

El conductor del camión de la basura que todas las noches le despierta a las 3 de la mañana con el ruido que forma retirando contenedores le desea Feliz Navidad.

El repartidor de correo comercial que siempre llama a su telefonillo, con la cantidad de ellos que hay en el bloque, le desea Felices Fiestas y Próspero Año Nuevo.

El cartero que le trae los certificados de infarto con el membrete de la Agencia Tributaria le desea Felices Pascuas y que el año 2020 le sea leve y sin sobresaltos fiscales.

El inspector del chaleco amarillo de la zona azul que le pone el papelito de la multa cuando ha rebasado el tiempo de estacionamiento le desea Feliz Navidad.

El vecino del bloque paredaño que le roba la señal de Wifi por la cara porque ha descifrado su facilísima contraseña le desea Felices Pascuas y que en 2020 pueda seguir gañoteándole megas para que su niña se baje películas.

Los ocupantes del piso turístico de la sexta planta que le tienen hasta las tantas cada vez que organizan una botellona gamberra en su casa le desean Felices Fiestas.

El mensajero que te tutea cuando te dice "José, fírmame aquí" cada vez que trae un paquete, te desea Felices Fiestas sin que me tengas que decir el número de tu carné de identidad, José.

El policía local que no le deja pasar hacia San Esteban cuando hay una restricción de paso en la Puerta Carmona le desea Felices Fiestas y que el Plan Centro que se anuncia otra vez le sea leve.

Pero la mejor tarjeta de aguinaldo sería la que nos mandara, probablemente por SMS o por WhatsApp, la niña de Vodafone: "La niña de Vodafone que cada tarde cuando está usted estroncaíto después del almuerzo pegando el butacazo le despierta con su llamada, preguntándole si es usted el titular de la línea, le desea unas Felices Siestas". No "Felices Fiestas", no: "Felices Siestas". La que la dichosa niña nos estropea todas las tardes del año. Enseguía vamos a darle aguinaldo a esa...

 

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