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ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  30 de abril de 2020
                               
 

El plato al centro

No sé si lo he dicho, y si no lo proclamo ahora: Juan Marín, el vicepresidente de la Junta, cada vez lo está haciendo mejor. Juan Marín, de puertas afuera al menos, ha sido quien ha se cargado con todo el complejo y difícil papeleo de la propuesta andaluza al Gobierno central para lo que hasta ayer por la mañana llamaban "desconfinamiento" o "desescalada". Lo del desconfinamiento me recordaba la tradición de muchas cofradías no precisamente de la Baja Andalucía, que liberan un preso cada Viernes Santo. Parecía que Sánchez, hermano mayor de esa cofradía, nos iba a sacar a todos del desconfinamiento, del tirón, de esta inmensa cárcel en que ha convertido nuestros hogares en toda España. Y lo llamaban también "desescalada", que sonaba totalmente a alpinismo de aficionados, cuando han subido al pico más alto de la sierra e intentan bajar:

-- Tenga usted cuidado, no se vaya a resbalar al pisar la hierba seca.

"Desescalada" también me sonaba a esos deliciosos gatitos chicos casi recién destetados que se suben a un árbol y después no saben los pobres cómo bajar ni se atreven, por lo que tienen que venir a rescatarloa los bomberos, que es una maniobra completamente enternecedora para los que amamos a los felinos (que, por cierto, parece haber condenado el Ayuntamiento en sus colonias callejeras de gatos ferales).

Pero ni desconfinamiento ni desescalada. En una especie de sudoku verbal complicadísimo, con Fase Cero, Fase 1, Fase 2 y Fase 3, Sánchez se llevó el tío más de una hora en la tele habla que te habla, ¡qué logorrea, hijo!, explicando que vamos hacia otra cosa distinta: a la "nueva normalidad". Lo cual es un sofisma como una catedral. La "nueva normalidad" tiene mucho de cículo cuadrado o de manteca asada porque, una de dos, lo diré por fases, que es lo que le gusta a este gachó:

Fase 1: Si es nueva, no es normalidad.

Fase 2: Y si es normalidad, no es nueva, sino de siempre.

Todo esto lo ha hecho Sánchez sin más consulta que sus expertos no en sanidad ni en economiza, sino en márquetin, como el guru Iván Redondo, que es a la demagogia de la "nueva normalidad" lo que el Tío de la Rebequita a las cifras diarias de contagio del coronavirus. Ni ha consultado con el Congreso, como ha hecho Macron en Francia con la Asamblea Nacional, ni ha tenido en cuenta lo que pedían muy razonadamente las comunidades autónomas. A las que ha hecho dar un paso atrás importante. De la comunidad autónomoma como unidad política hemos vuelto a la provincia que inventó mi tocayo gaditano Javier de Burgos. Usted no puede pasar de una provincia a otra, como si hubieran puesto una frontera o una aduana entre Chucena y Pilas o entre Villamanrique y Almonte.

¡Con lo bien hecho que llevaba Juan Marín todos los deberes y todos los papeles de la desescalada, para que los bomberos pudieran bajar de los árboles todos los gatos que tiene en la barriga Sánchez! Pues ni ha mirado esos papeles. Con gran dolor de mi corazón. Porque entre los papeles de la desescalada de Marín había algo maravilloso, referido a los restaurantes: se prohibían los malditos "platos al centro". Soy enemigo de los platos al centro porque si pides al centro un plato que te guste tela, se lo come todo el mundo y tú, que te encanta, casi ni lo pruebas. Lo de Juan Marín era maravilloso. Que cada cual pida su plato y así nadie se come el que te encanta a ti y te lo ponen al centro para el cuchareo ajeno. Pero Sánchez, por lo visto, es muy amigo de los platos al centro y por eso ni le ha echado cuenta a las propuestas de la Junta. Las fases de Sánchez para la "nueva normalidad" (que ni es nueva ni es normalidad, es el viejo comunismo aprovechando la pandemia) son como un plato al centro de los que quería prohibir Marín: se lo ha guisado y comido él solito, sin consultar ni con la oposición, ni con el Congreso, ni con las autonomías ni con nadie. Sólo con sus socios antisistema de Podemos, que paralizando la economía, haciendo depender a todos los parados de la paguita del "ingreso mínimno vital" y anulando la división de poderes nos llevan que escarbamos a Venezuela o a Cuba...

 

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