En el mundo de los espectáculos ha habido una transformación importante, que hemos podido ver gracias al cristal azulgrana si por él se mira la actualidad. De la figura de la madre de la artista, fundamental en el mundo de folklóricas y flamencas, hemos pasado a la importancia del padre del futbolista, de quien depende la valoración y la carrera del niño, que le da tan bien a la pelota que pronto tendrá una cláusula de 700 millones. La madre de la artista fue imprescindible en el mundo de la copla y de los grandes éxitos del teatro con las obras de Quintero, León y Quiroga o de Ochaíta, Valerio y Solano. Madre de las artistas de la copla y del flamenco, de las guapas bailaoras. Las que como "la niña es mocita y pierde", las acompañaban a todas partes, todas las noches hasta las mismas tantas esperándolas en el tablao. Y como decía aquel viejo aficionado al flamenco:
-- Cuando sacan un plato de jamón, la madre de la artista es la que más pronto se lo come del mundo.
Todas con una gran bolsa en la que no sé lo que llevaban, guardadoras en plan carabina de que la niña no se fuera a ir con cualquiera. Con aquella gracia ordinaria y corralera que le salía de vez en cuando al refinadísimo Rafael de León, decía de la madre de una famosa artista de la canción:
-- Siempre cuidando a la niña para que no se fuera con nadie porque era mocita, y pasaban los años y no se casaba. Y cuando con cerca de cuarenta ya la tuvieron que casar, en la noche de bodas, para poder romperle aquello, tuvieron que llamar...¡a los mineros de Asturias!
Ahora son los padres de los futbolistas los que parten el bacalao. Hay que hablar con el padre del muchacho antes de cualquier movimiento de plantilla o fichaje. El futuro inmediato de Messi lo han decidido un burofax famoso... y su padre. Cuando todo el mundo estaba en si se iba o no se iba del Barsa, se serenó el panorama cuando dijeron:
-- Ya ha llegado a Barcelona el padre de Messi.
Y ahora, cuando el ocaso de Messi surge el orto del bisauguineano Ansu Fati y su triunfo con la selección española, donde ha sido el más joven de toda la historia en marcar un gol, a sus 17 años, cobra toda la importancia la figura del padre del futbolista. A deferencia de la madre de la artista, que era la vigilante de su virginidad mientras un representante a menudo sinvergonzón se ocupaba de los contratos y los dineros, el padre del futbolista es fundamental para determinar el futuro económico de una figura. Como este Ansu Fati que ha impresionado a todos por su capacidad, su serenidad, su desparpajo, su genialidad frente a Ucrania, como ya demostró en la primetra plantilla del Barsa en pocos partidos que ha jugado. Desde Guinea-Bissau el padre de Ansu Fati llegó a España de emigrante, como antes había estado en Portugal, y le dijeron que en Marinaleda le podían dar trabajo. Y allá que fue. El alcalde Sánchez Gordillo lo colocó de conductor de un camión de la basura en el consorcio de la limpieza en Herrera, el pueblo más cercano, donde se asentó y donde el niño Ansu empezó su virtuosismo con la pelota, hasta que lo vieron pronto los patrones de pesca del Sevilla F.C., con el que el padre firmó sólo un año, esperando mejores oportunidades. Que pronto las tuvo, disputándoselo el Madrid y el Barcelona. Ahora, por haberlo acogido, el alcalde de Marinaleda, Sánchez Gordillo, quiere apuntarse los éxitos de Ansu Fati y dice que su tanto histórico a Ucrania fue un «golazo a la ultraderecha», ¡que tontería más grande! Sólo le faltó decir que la famosa chilena fue un homenaje a la Unidad Popular de Salvador Allende. Lo que digo es que el padre de Messi y el de Ansu Fati le han ganado por goleada a la madre de la Pantoja.
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