ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  17 de febrero  de 2021
                               
 

Qué tabarra otra vez

Si habíendolo hecho tan mal con la pandemia como ministro de Sanidad ha sacado Salvador Illa 651.027 votos de los catalanes y salvado de la ruina a un PSC que el bailón de Iceta tenía poco menos que en niveles testimoniales, o sea, como Ciudadanos de Inés Arrimadas o una cosa así, ¿qué habría pasado si llega a hacerlo bien contra el Covid y a esta hora no tuviéramos que lamentarnos de sus mentiras presentadas como verdades, de sus inhibiciones y silencios presentados como cogobernanzas, y del lío de las 17 medidas sanitarias distintas, 17, más Ceuta y Melilla, que nos ha sumido a los españoles en una confusión continua de restricciones, que no sabemos si la castigada hostelería abre o no abre, si el toque de queda es a las 8 o a las 9, si en la mesa se pueden sentar cuatro o seis y si las peluquerías de señoras son negocios de urgente necesidad o no?

A mí me hubiera gustado que el Efecto Iván Redondo, perdón, el Efecto Illa, se hubiera producido con todas sus conecuencias, y que don Salvador hubiese sacado mayoría suficiente para gobernar solo o en compañía de otros, por ejemplo, en tripartito con ERC. Pero a Iván Redondo, con lo listo que es y con lo que ha demostrado serlo poniendo las elecciones el día de San Valentín, "yo no te olvido", no pensó en la posibilidad de que el Pacto del Tinell fuese a tener una segunda edición: "¡Iceta el último que pacte con Illa!". Y así, claro, nuestro gozo de que la Constitución sería aproximadamente respetada, en un pozo. Y otra vez tendremos aquí a los independentistas dando el coñazo. Los delincuentes sediciosos otra vez nos amenazan con la tabarra del Procés. Que no me negarán que es una pesadez: otra vez la monserga del referéndum y de la República Catalana; otra vez la quema de banderas españolas sin que pase nada porque, claro, eso es, y va a a serlo más todavía, libertad de expresión; otra vez los Jordis que no son Pujol en toda su plenitud y gloria de héroes de la patria catalana; otra vez las quemas de retratos del Rey, que tampoco es delito, que es libertad de expresión...y de mechero. Total, una pesadez, como cuando en "Cine de Barrio" vuelven a poner por segunda o tercera vez una españolada, pero una catalanada en este caso.

Tanto gasto y tanto amaño de fechas propicias, para que estemos otra vez como estábamos, pero peor. Con el de la fregona en la cabeza en Versalles partiendo el bacalao a distancia y acudiendo a la Unión Europea estaba muy calmadita últimamente la coña del "Procés". Que otra vez tendremos que sufrir en toda su pesadez. ¿Para este viaje se necesitaban esos trajes para vestir de buzos a los componentes de las mesas en el tramo dedicado a los que o tienen el virus o debían haberse quedado en casita, confinados y sin andar por ahí contagiando a la gente? Porque de toda esta tabarra del día de San Valentín lo que más me ha sorprendido ha sido tanta aparente carísima seguridad para que fuera a votar medio censo, sin saber si ese señor que llegaba a depositar su urna ante la mesa de buzos había contagiado a dos docenitas de personas mientras iba a su colegio electoral.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio