ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla, 14 de mrrzo  de 2021
                               
 

El pitote

Madre, la que se ha formado por culpa de ese partido que nunca nos pareció claro a muchos y que con el pitote que ha liado parece que irá derecho a lo que fue el CDS de Suárez: a la desaparición por la vía de la buena voluntad. Lo de Inés Arrimadas y Ciudadanos nunca me lo expliqué. Un partido que consigue lo más difícil (más que barrer una escalera para arriba, que decía Picoco), cual era ganar las elecciones en Cataluña y quedar como primer partido frente a los separatistas enarbolando la bandera de España y de la Constitución, va y tira ese capital de esperanza a la calle sin presentarse a la presidencia. No se trataba de ganar, que con los independentistas haciendo la piña que ahora sostiene a Sánchez era imposible; se trataba de desgastar al adversario y de dar esperanza a los votantes que se sentían españoles en Cataluña.

Y así le fue cuando salió huyendo de su propia victoria. Este señora Arrimadas es imprevisible. Se ve que no ha hecho los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. Si no, habría tenido en cuenta antes de plantear y pactar por lo bajini este pitote que tenemos en Madrid, en Murcia (y en otras autonomías porque no puede), lo que decía San Ignacio y conviene cumplir en política: "En tiempos de tribulación, no hacer mudanza". ¿Qué más tribulaciones quiere esta señora para ponerse hace ya tiempo a negociar escondidamente con Sánchez la forma de quitar de enmedio al PP en las autonomías donde no manda esta España Una, pero nada Libre y mucho menos Grande, que mantiene de presidente del Gobierno a quien no tiene otro objetivo que encantarse de haberse conocido en el poder y la gloria, y a los verdaderos problemas de los españoles que les vayan dando? ¿Había necesidad de armar este pitote político, hasta con elecciones de por medio, teniendo España los más graves problemas de su reciente Historia? Ciudadanos se le ha revelado a muchos votantes confiados en el color naranja tal como apareció Albert Rivera en aquella primera campaña electoral: en pelota picada, o sea, "in puribus". Yo creo que ni ellos mismos saben ya qué son y a quién sirven. Desde luego que no a sus confiados y bien intencionados votantes, que buscaban en ellos la esperanza de una Tercera España que nos está haciendo falta también ahora, votantes que están horrorizados con este pìtote. Para el que han puesto excusas ridículas, como que lo de Murcia ha sido por cuestión de un quítame allá esas vacunas... Anda, Inés, cuéntame ahora un chiste del Oeste, que ese no se lo cree nadie.

Y en éstas, hubo un hombre enviado no sé si por Dios, pero sí por el sentido común y por el respeto a los votantes, cuyo nombre era Juan. Y cuyo apellido Marín. Cuando le acusaban de que había estado zascandileando por todos los partidos, ha sido el único de Ciudadanos que ha demostrado sentido de la realidad y no ha roto con el PP ni con Juanma Moreno en Andalucía. Con la peor crisis sanitaria, económica, laboral y política, y con este Gobierno en Madrid, no está España para estos pitotes inútiles.

 

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