ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla, 29 de mrrzo  de 2021
                               
 

Nostalgia sin cuadrante

Hubo un tiempo, que parece que hace un siglo, en que hoy, Lunes Santo, al despertarte todavía saboreabas cuanto habías visto en el Domingo de Ramos, ese día en que hasta el Giraldillo pone su palma de bronce en lo más alto de la torre mayor. Te acordabas todavía de la emoción de La Estrella delante de la capilla del Baratillo. Te acordabas, como si volvieras a vivirlo, del paso de La Amargura junto a los Hércules de la Alameda, atardeciendo el día en que la ciudad se estrenaba a sí misma. O de La Hiniesta por la calle Rubios, antes de que le tocaran "Los Campanilleros" en El Pumarejo. Tenías en la memoria, de año en año, los gozos de un día en el que te parecía que el tiempo empezaba a correr más de prisa, porque con lo larga que era una cofradía con tantos nazarenos, corta te parecía ahora al recordarla.

Hubo un tiempo en que a estas horas te disponías a vivir el Lunes Santo, y pensabas ya en irte a la calle San Miguel para ver el impresionante silencio de Santa Marta, con el Cristo muerto al que de una mano le caía una última gota de sangre transformada en rosa. Y te ibas para la Puerta de Triana, dispuesto a encontrarte con lo mejor de los barrios del Arrabal y Guarda, con la cofradía del Tardón, los blancos nazarenos de San Gonzalo. Pensando en que luego, a la noche, te habrías de encontrar al salir de la Catedral con la Virgen de las Aguas, "Omnes sitentes venite ad Aquas", tras haberte emocionado con el escorzo expirante de su Cristo.

Aunque llevabas en el bolsillo el cuadrante del horario e itinerario recortado de ABC, para nada necesitabas mirarlo. Te sabías, de año en año, el exacto tiempo y lugar de cada gozo, marcado por ese péndulo de plata oliendo a incienso que dice Rafael Montesinos en un verso inmortal. Me he acordado del cuadrante que inventó Filiberto Mira aquí en ABC con la "situación aproximada" de las cofradías, cuando Juan Miguel Vega me ha mandado "El Llamador" de papel de este año, sin ninguna imagen en la portada, sino con una tipografía que recuerda del libro de Núñez de Herrera. Yo creía, y así lo dije en mi elogio a los 41 años del programa de Barea el del bacalao, de "El Nazareno", que en estos años sin cofradías en la calle, al no haber cuadrante, no editaba Canal Sur Radio este utilísimo manual de bolsillo de Semana Santa, como desde 1990, cuando el inolvidable Luis Baquero, con Luis Baras y Fran López de Paz, supo convertir la radio pública andaluza en la emisora imprescindible de las horas de cofradías en la calle, con sus informaciones a pie de faldón con unos entonces complicados aparatos de transmisión de la palabra y, sobre todo, del sonido ambiente, que ponías el transistor y te parecía estar en la bulla de los ciriales delante el paso. No hay cola este año en la sede de Canal Sur Radio para recoger "El Llamador" de papel porque no trae el cuadrante, que este año no existe, como tampoco lo publica ABC para que recortemos la hoja. No hace falta cuadrante alguno para que te reencuentres con la nostalgia de la Semana Santa de aquel tiempo en que había nazarenos y cofradías por la calle, y que ahora te parece tan lejano.

 

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