Hoy he amanecido de un Bambino subidísimo. Ya saben: Bambino, Miguel Vargas Jiménez (1940-1999), aquel cantante utrerano de la calle Nueva de tantísimo compás, que chorreaba compás, que metía por bulerías o rumbas todas las canciones de moda. Por ejemplo, la que le valió su nombre artístico, "Bambino"; que no era otra que la versión castellana de "Guaglione" de Renato Carosone, muy en la estética de los mejores años de las canciones del Festival de San Remo. Digo lo de Bambino porque se hizo famoso, aparte que con esa versión a compás, a mucho compás, de Carosone, con una canción que le escuchamos muchas veces: "Te he dado aun más que me pides/ y tó te parece poco". Y yo hago mía la letra popularizada por Bambino y la aplico a un genio de las canciones, que el lunes recibe, más que justa y merecidamente, el título de Hijo Predilecto de Andalucía: Manuel Álvarez-Beigbeder Pérez, "Manuel Alejandro" en el siglo de los cientos de canciones que nos sabemos de memoria sin que sepamos su autor, haciendo verdad el aserto de Manuel Machado sobre popularidad de las coplas. Para el que todo me parece poco. Tras la petición de Álvaro Zancajo a la que nos sumamos aquí, Manuel Aljandro recibe por fin el título de Hijo Predilecto de esta tierra suya, cuya sensibilidad ha plasmado en cientos de canciones escritas todas con ese bolígrafo prodigioso que nos enseñó en "El Hormiguero", programa donde muchos descubrieron la genialidad, el humor, la gracia, la ironía del inspiradísimo compositor jerezano. Pero con esto de las distinciones pasa como con juego de las siete y media: que o te pasas o no llegas. Con Manuel Alejandro tardaron muchos años en llegar, en reconocer la valía de canciones suyas universales como «Voy a perder la cabeza por tu amor», «Manuela», «Lo mejor de tu vida», «Te voy a dejar de querer», «Que no se rompa la noche», «Como yo te amo», «Si amanece», «Algo se fue contigo», «Hablemos del amor», «Mi gran noche». Canciones que, como dije, la gente cree que son de Raphael, de Rocío Jurado, de Marisol, cuando en realidad fue Manuel Alejandro quien las escribió para ellos. Pensando en ellos, en la línea en la que Rafael de León componía pensando en Concha Piquer muchas de sus canciones a las que musicaba el Maestro Quiroga.
A Manuel Alejandro le reconoce su tierra su genialidad, pero, como en el juego de las siete y media que citaba, creo que debemos intentar pasarnos y no quedarnos cortos. Manuel Alejandro no sólo merece ser Hijo Predilecto de Andalucía, sino el premio Princesa de Asturias de las Artes. A muchos se lo han dado por una obra menos importante, menos popular, menos imperecedera, menos conocida por todos. ¿Qué, nos metemos en carretera, en la "Carretera de Asturias" del maestro Salvador Guerrero que cantaba Antoñita Moreno, y comenzamos a pedir para Manuel Alejandro ese premio de la Fundación Princesa de Asturias? Yo, por mi parte, así lo hago. Igual que Jerez y Andalucía lo han hecho Hijo Predilecto o le dieron la Medalla de Bellas Artes, el autor de "Hábleme del mar, marinero" merece el Princesa de Asturias.
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