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ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  3 de junio  de 2022
                               
 

El IVA de los boyeros

Todo empezó con Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda. En cuanto Rajoy llegó al poder, como "agradecimiento" a lo que había ayudado Sevilla con sus votos a la victoria del PP, mandó a sus inspectores a las casetas de la Feria para pedirles el comprobante de haber pagado el IVA por la instalación de los cuartos de baño, y que no se había pagado en negro a los fontaneros. Descubrió el tontinacua de Montoro un filón para Hacienda: las fiestas populares y la religiosidad popular. Luego vino ya, con otros gobiernos, el famoso IVA de los abonos de las sillas de la carrera oficial. Se consideraba el paso de las cofradías como un espectáculo, no como una estación de penitencia ni como una manifestación religiosa, de ahí que no consideraran su exención. En la que, como saben, todavía están pleiteando, porque Hacienda se empeña en cobrar el IVA de las sillas que el Consejo de Cofradías incluso ha devuelto.

Y ahora, la Agencia Tributaria ha descubierto un filón recaudatorio en el Rocío. Las 125 hermandades filiales rocieras han recibido un escrito de la Agencia Tributaria en el que se les insta a comunicar con quién contratarán los animales que tiran de las carretas para esta romería, el número de bueyes o mulas que utilizan y los que utilizaron y contrataron en 2019, así como a remitirles la guía de transporte de los animales. De ahí a pedir la declaración de la renta a los almonteños que llevan a la Virgen queda sólo un paso. Que se dará. Y ya verás cuando empiecen con las carriolas, a pedir papeles, y con los alquileres de las casas.

Pero lo absurdo de los boyeros es preocupante. Por lo que tiene de ensañamieno con Andalucía y sus tradiciones. ¿Le piden el IVA a los vascos que cortan troncos y arrastran piedras como fiesta popular? Parece mentira que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sea sevillana. Porque meter la lupa fiscal al mundo de las tradiciones rocieras es desconocer que muchos de esos boyeros son aficionados de las propias hermandades, y que el montaje de las carretas es una tradición. Que, por el contrario, merecería todas las ayudas en cuanto mantenimiento de una costumbre popular. Si no fuera por las filiales del Rocío y por la romería, ¿cuántos bueyes y carretas quedarían en un campo totalmente mecanizado? No lo tienen en cuenta, pero esas comitivas de carretas, con sus carreteros, con los bueyes subiendo la escalinata de la iglesia de Villamanrique son un museo vivo de etnografía que merecería todo apoyo, en vez de ponerse a pedir los papeles del IVA.

¿A que va a pasar con los carreteros lo mismo que con los caseteros en la Feria de Sevilla? Si aparte del IVA empiezan a querer contar sus horas de trabajo, de sol a sol, adiós, caminos del Rocío. O tendrán que llevar las hermandades doble turno de carreteros para no incumplir las horas de trabajo. Todo es tan descabellado que parece una mala broma rociera. Habrá que cambiar la letra de la sevillana rociera antigua: "Ten cuidao, carretero,/con la joyanca,/que si no pagas IVA,/vamos al agua".

 

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