Lo dijo la otra noche Ángel Expósito en su programa "La linterna" de la COPE. Ángel Expósito es quizá el periodista español con mayor experiencia en temas militares y un verdadero divulgador de la más que necesaria Cultura de Defensa. Desde los lugares más recónditos del mundo ha hecho en directo programas especiales, en caliente, dedicados a nuestras Fuerzas Armadas desplegadas en misiones de paz por el exterior, de Mali a Letonia. Y a propósito de los Leopard y de su envío como ayuda de los países de la OTAN a la invadida Ucrania, dijo que eso de llamar "tanques" a los carros de combate produce erisipela a nuestros militares. Así que ya lo sabe usted: si oye que alguien le llama "tanque" a un carro de combate de la serie Leopard o de cualquier otro modelo anterior, es señal que anda cortito con agua en materia de conocimiento de los temas militares en que Expósito es experto divulgador.
¿Saben de dónde viene lo de llamar "tanque" a los carros de combate? Pues del inglés "tank", nombre en clave empleado por los británicos en 1915, durante la construcción de los primeros carros de combate para la I Guerra Mundial. Hicieron creer al espionaje que se trataba de vehículos sobre los que se estaban montando depósitos de gran tamaño para transporte de líquidos al frente, de tanques de agua. Y eran, en verdad, los primeros carros de combate, "vehículo de guerra armado, blindado y motorizado que, moviéndose sobre una llanta flexible o cadena sin fin, puede ir por terrenos escabrosos".
En la polémica de si es "tanque" o "carro de combate", me he acordado de mi ahijado Francisco Palacios "El Pali", el Trovador de Sevilla. Que, igual que muchos otros artistas, como El Beni de Cádiz sin ir más lejos, aparte de cantaor era un gran filósofo popular del sentido común, que decía frases geniales llenas de gracia. La del Pali viene al pelo en estos días. Cuando la guerra fría estaba en un momento complicado, El Pali dijo aquello ya tan famoso de: "Menos misiles y más pavías de bacalao".
"Tanque" aparte de la militar, tiene una acepción sevillanísima: vaso grande de cerveza. En aquella escala de continentes de espumosa que se hizo famosa en el viejo Baturones de la Ronda: caña, doble, tanque, maceta y campana. El tanque es un buen vaso de cerveza en El Tremendo, pongo por caso, o en Casa Ricardo, por citar un escenario que Francisco Palacios frecuentase. Y seguro que ahora El Pali, si escuchara la polémica de los Leopard y de los problemas de represalias rusas por el envío de carros de combate al frente que Putin ha abierto al invadir Ucrania, seguro que pondría al día su famosa frase de los misiles y los pavías, en la parte de Asuntos Exteriores que con tanta gracia explicaba el Trovador de Sevilla, leyendo el ABC empernacado en su silla a la puerta de su casa en la calle Aduana. Seguro que El Pali diría ahora: "Hacen falta menos carros de combate y más tanques, pero tanques de cerveza de la Cruz del Campo, espumosa y fresquita". Con un cañonazo de pescado frito.
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