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Curro Romero, la esencia
Antonio Burgos

Antonio Burgos, se ha puesto en la piel de Curro Romero para contarnos, en primera persona, la vida del que Camarón definiera "la esencia de los toreros". A continuación se ofrecen algunas de las reflexiones de Curro sobre distintos aspectos, momentos y personas del mundo del toro recogidas en Curro Romero, la Esencia

Curro Romero
La Lidia   Ciudades   Personajes  Momentos

Curro Romero. Del maestro se puede destacar la definición que de él hizo Manuel Ramírez -nombre y pensamiento-, así como la opinión que manifiesta sobre aspectos de la vida como el amor y la felicidad, los negocios y el pasado.

* Si queremos tener una definición adecuada de Curro Romero dentro del mundo del toro, el mimo torero recuerda la que en su tiempo hiciera de él Manuel Ramírez y que queda plasmada en la obra de Antonio Burgos: "Unan temple y espantá, lamentos y miedos, almohadillas y arte, quejío y bronca, cima y sima, suspiro y hechizo, amores y odios, hojalatas y oros, amapolas y cardos, locuras y apatía, calambres y pellizcos, infinito y cero, repeluco y aroma, esencias y maneras, andares y huída, descomposición y grandeza, desconcierto y crispación, privilegio y maldición, luces y sombras, resplandores y agonía, limón y magisterio, limón y magisterio, menta y pena, canela y llanto, emoción y magia, fantasmas y espinas, todo y nada, acabose y desgana, inspiración y veneno, sabor y gloria (...). Unánlo todo, exprímanlo en el pensamiento y quizás -ay- les salga un nombre: Curro; y un sentimiento: Romero.

* El maestro sevillano reflexiona sobre temas de la vida. En cuanto al amor y la felicidad, considera que "son cuestión de suerte. Por mucho que se busque la felicidad, esta tiene que venir dada. Cuando llega uno se tiene que agarrar como a un hierro ardiendo, esa es la verdad. Pero a veces te quedas en la vida que no tienes clavo donde agarrarte. Lo digo como dice el cante": 

El querer quita el sentío,
lo digo por experiencia
porque a mí me ha sucedido

* Respecto a los negocios y el campo, Antonio Burgos recoge la siguiente declaración de Curro en la que se refleja la relación amor-odio del torero con estos temas: "En el campo hay que mandar, y mandar es una cosa tremenda para mí, se me hace muy cuesta arriba. Mandar, a los toros, no a los hombres... Con lo bonito que es el campo, si yo tuviera campo, y con lo que me gusta el campo, creo que iba a ser infeliz. El campo es muy duro, se gana muy poco, y a la gente que trabaja contigo tenerla contenta es muy difícil. Siempre he pensado que no va conmigo ese negocio. Ni ningún negocio". En iguales términos se expresa el matador respecto a las cosas del pasado y los recuerdos. Así afirma: "Yo he dado muchísimos capotes en mi vida, y muchos trajes de torear, y tengo siempre un montón de gente a la espera. Y cabezas de toro que yo he matado, qué sé yo la de ellas que hay por ahí en peñas y casas particulares. Pero a mí no me gusta tener nada de estas cosas, yo no conservo más que el recuerdo de las cosas bonitas. Que son los mejores recuerdos que se pueden guardar".

La lidia. En este apartado se encuentran definiciones de Curro Romero respecto a momentos importantes de la lidia del toro como, los reglamentos, el torear y el toro bravo, el capote, la verónica, desengañar al toro, la cogida o la mutilación de las orejas.

* Curro Romero considera excesiva la existencia de los reglamentos taurinos. De este modo considera lo siguiente: "...que los reglamentos en el toreo me parecen una barbaridad, como lo de los puyazos. Si el toro es el que te pide un puyazo, o dos puyazos, o incluso tres, o te piden cuatro, si eso no se puede hacer con un libro en la mano. Es como si estuvieran reglamentados los tercios de los palos del cante. El toreo es libre como el cante y tiene que ser libre como el cante". Y a modo de conclusión, cierra su reflexión argumentando: "Con el tiempo dejarán a los toreros a su aire. Y si se equivocan se equivocarán ellos, pero no como ahora que las equivocaciones ya vienen impuestas por el reglamento".

* El maestro tiene una concepción propia de lo que es torear y toro bravo. Curro Romero define el toreo como "convertir algo violento en algo bello; saber que llevas dentro la verdad te da una seguridad enorme". Por su parte, del toro bravo, que es el toro de Curro, destaca la fijeza y el dominio que se tiene sobre él con el capote, "es el toro fijo. (...). El toro bravo es el que se empieza a dominar con el capote. Cuando un toro bravo mete la cara y obedece, le haces tanto daño con el capote como con dos o tres puyazos. (...). Y un toro bravo cuando tiene esa fijeza y obedece, se rompe cuando lo estás toreando con el capote, como en la goyesca de Antequera del 98, que un toro con diez o doce pases hace así, se rompe, y es como si te dijera:  - Ya no puedo más....

* La verónica y el capote son elementos sujetos también a reflexión por parte de Curro en la obra de Antonio Burgos. Del capote destaca la importancia para dominar al toro -"los toros se dominan con el capote y hay veces en que los toros se le paran a uno con el capote, sin necesidad de tener que ir al caballo ni nada. Y a un toro bueno se le puede hacer la faena con el capote y entrar a matar con el capote. Tiene que ser la maravilla de las maravillas"-, mientras que de la verónica resalta su importancia para una buena faena de capote: " Y el caso es que para torear bien con el capote, el capote tiene más exposición que la muleta. Para torear puro con el capote hablamos. Con la muleta tiene uno más defensa, porque hay unos toques que se le dan al toro y se queda ahí. Pero con el capote no se le pueden pegar estirones, porque desplazas al toro. Para llevarlo cosido ahí a tu capote hay que hacerlo con mucho temple para que el toro no se te vaya de lo bueno. Yo la verónica la pego con todo el cuerpo, desde los pelos hasta la uña del dedo gordo. Esta sintiéndolo uno todo. Eso es sentir. Y el día que salen las cosas... por eso tiene la fuerza de la pureza. La pureza de las cosas, como yo digo siempre. Te dejas llevar por el sentimiento y la pureza tiene que salir"-.

Una de las verónicas de Curro Romero
Una de las verónicas de Curro Romero

* La expresión "desengañar al toro" la menciona Curro al recordar los comentarios del público en la plaza cuando dicen "Ya está Curro quitándole las moscas al toro".  A ello responde el maestro de Camas: " Y no saben que no es quitarle las moscas, que eso siempre se ha llamado torear de pitón a pitón. Eso es de torero y eso siempre ha existido. De pitón a pitón y poderle al toro, con la intuición que tenemos los toreros para poderle. La palabra es desengañar: desengañar al toro. 

* El hecho de cortar las orejas al toro hace florecer la humanidad de Curro Romero que prefiere hablar de mutilación. Así, considera que "cortarle las orejas a un animal que se ha entregado a una cosa desagradable, es mutilar a un animal bello cuando ya no puede defenderse". Por su parte, el matador recuerda especialmente la cogida de Mallorca el 11 de agosto de 1962. En ella "me dio una cornada un toro de Juan Pedro, una cornada de espejo, tremenda. Me pegó una voltereta, y en el suelo, me pegó en la cara, en la región auricular, con la pala del pitón o con lo que fuera, al lado del ojo. (...) Se me puso la cabeza monstruosa, hinchada toda: aunque como luego quedó tapadita por la ceja, no me ha dejado señal esa cornada, así que me miro al espejo por las mañanas y no me veo esa cornada de espejo que tengo... me lo hicieron perfecto. No fue como aquella vez que me tuvieron que coser en vivo en Zafra sin anestesia. Eran otros tiempos ya."

CIUDADES. Si hay algunas ciudades íntimamente vinculadas a la vida de Curro Romero, éstas son Lisboa, el parecido entre Sevilla y Lima, y México

* La primera de ellas fue Lisboa. Allí fue Curro a hacer el debú en la plaza de Campo Pequeño. De esa tarde dice el torero "y fue tan bonito aquella tarde que me cogieron a hombros, que allí no hay costumbre de coger a los toreros a hombros, y me llevaron hasta el hotel que estaba lo menos a cinco kilómetros. Y los guardias por la calle: -¿Pero esto qué es, una manifestación?-".

* A lo largo de las páginas de Curro Romero, la Esencia, el matador destaca el parecido entre Lima y Sevilla: "La impresión que me dio Lima es que parecía que estaba en Sevilla por algunos sitios, igual de abierta que nosotros. Lima me entusiasmó mucho, y la afición era muy buena, y una plaza muy torera, la del Acho, que ellos presumieron siempre que era como la Maestranza de América. El público se iba a la plaza con dos o tres horas de anticipación, y cuando empezaba el paseo, gritaban y tiraban cohetes".

* En 1962, Curro debuta en la Monumental de México el 24 de febrero. También toreó en la del Toreo. En las dos plazas del Distrito Federal. "En la Monumental me dio la alternativa Humberto Moro y testigo fue Diego Huerta, porque allí en México los toreros tiene españoles tenemos que confirmar la alternativa".

PERSONAJES. Entre los personajes que Curro Romero recuerda en su obra destacan Manolo González, Fernández Pineda y Manuel Prado Colón de Carvajal.

* De Manolo González guarda el recuerdo del primer triunfo en Sevilla en la corrida del Corpus de 1960, con la lidia de un sobrero de Clemente Tassara. 1960 fue el año de la despedida de Manuel González, que también toreó ese año en septiembre por la corrida de San Miguel. Recuerda Curro a propósito de esa tarde de junio: "Le pegó un par de volteretas el toro a Manolo González en aquella corrida. Yo le corté una oreja a cada toro...La gente decía que se  iba un torero de Sevilla, pero que venía otro. Que era yo.

Tarde del Corpus de 1960
Tarde del Corpus de 1960, el día del sobrero de Clemente Tassara

* Fernández Pineda, presidente de la peña de Curro en Camas, estuvo acompañando al torero en los primeros momentos de su carrera: "La primera vez que me vestí de torero en La Pañoleta me vestí en su casa. Era un gran partidario mío desde el primer momento, y muy buen aficionado.  Y eso que era futbolista: jugaba en el Camas. Pero su mayor afición era el toreo, más que el fútbol, y eso que era futbolista del Camas...".

Ese carácter desprendido para los negocios vuelve a reflejarse en la anécdota acontecida con Manuel Prado Colón de Carvajal. Comenta Curro: "... una vez, cuando en España todo el mundo hablaba del pelotazo, y de hacer negocios, y de amasar pelotas de dinero, Manolo Prado Colón de Carvajal me dijo: "Hombre, Curro, si tienes dinero guardado, yo podría aconsejarte dónde invertirlo y hacerlo productivo".  Y le dije: "Pero Manolo, si lo que yo tengo me lo como en un resfriado". En cambio artísticamente es distinto. Ahí, sí que soy ambicioso. Avaricioso de arte, diría. Por eso sigo aquí".

MOMENTOS. Dos de los momentos más importantes para Curro Romero cobran especial importancia el debut en La Pañoleta, en 1954, y en 1957 su debut en La Maestranza. 

* Del primero de ellos recuerda el maestro: "En ese año 54 que fue mi presentación en La Pañoleta toreé cuatro novilladas sin caballos y una con picadores. Y en el 55, como ese invierno me cogió ya Miguel Moreno, me llevó en enero a Barcelona, me hizo allí una publicidad tremenda, que para eso quería también que yo me hiciera un retrato con el vestido de torear en el estudio de Arjona el fotógrafo".

   

Debut de Curro en 1954 en Camas

En El Esparragal, con Antonio Gallardo, Miguel Montenegro y otros novilleros

Debut de Curro en 1954 en Camas

En El Esparragal, con Antonio Gallardo, Miguel Montenegro y otros novilleros

        

* 1957 fue el año de su debut en La Maestranza que se dibuja en la mente del torero de la siguiente forma: "La novillada de Benítez Cubero fue maravillosa. Si a aquellos dos novillos no les da por embestir, yo a lo mejor no hubiera llegado a nada. Eran dos novillos bravísimos. El primero, el novillo del debú, que luego he visto que se llamaba Vidrioso, número 90, castaño, tomó cuatro varas y derribó dos veces el caballo. Y el otro, el segundo mío, al que le corté las dos orejas, que se llamada Radiador, número 101, negro zaíno, tomó seis varas y derribó cuatro veces en el caballo".

Publicidad de la revista Oiga tras el debut de Curro en La Maestranza
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Publicado en Portal Taurino. "Toros en Sevilla"     

Agradecemos este resumen a doña Rocío Fernánez López, redactora de "Portal Taurino-Toros en Sevilla" y a don Francisco Gallardo, director 

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