Diario El Mundo Pinche para conectar con la CiberPirámide del Faraón de Camas

El Recuadro

 Antonio Burgos

El Mundo, lunes 21 de junio  de 1999


El gatillazo

 

Soledad Becerril, con Pimentel y Amalia Gómez, la noche del gatrillazo electoral
Soledad Becerril, con Pimentel y Amalia Gómez, la noche del gatrillazo electoral

Soledad Becerril se va a salvar por los pelos... Porque derogaron la Ley de Vagos y Maleantes. Y quien dice Soledad Becerril dice Díaz Berbel, o Luisa Fernanda Rudi, o el alcalde de Teruel, o el de León, o el de Soria, o el de Santiago. De estar en vigor la Ley de Vagos y Maleantes, se la aplicarían a todos los alcaldables más votados pero sin mayoría absoluta. Y harían muy bien, sí señor. Por insolventes, por indeseables. Incurrieron todos en el más terrible de los delitos que se pueden cometer en una democracia: ser la lista más votada. Pero sin llegar a la mayoría absoluta. Sacar más votos que nadie, como ustedes saben, es un pecado que sólo se perdona si se logra la indulgencia plenaria de la mayoría absoluta. Solamente Vázquez en La Coruña, Teófila Martínez en Cádiz o Celia Villalobos en Málaga aparecen a esta hora libres del pecado original de la ley electoral. ¿A los demás? Venga, apuntad bien con el pacto de progreso, compañeros y compañeras: entre las cejas, que no cojeen.

Los alcaldes más votados son presentados a esta hora infamantemente, como los del gatillazo electoral. Los que no han conseguido llegar a cumplir los fines del matrimonio electoral, que, en el terrible sustrato de unanimidades franquistas que nos queda, es la mayoría absoluta. Por eso ese Tribunal de la Rota por lo civil que son las mesas de negociación de los autotitulados pactos de progreso presentan al matrimonio de estos alcaldables con sus electores como rato pero no consumado. Y al igual que la Rota, aseguran que como no llegaron al gustirrinín en el tálamo del escrutinio de la noche de bodas electorales, pues es como si no se hubiera celebrado el matrimonio. Claro, son unos alcaldables fríos, que no se entregan a la modernidad ni al progreso a calzón quitado, que no logran el orgasmo del electorado. Algunos no han levantado los resultados de 1995 ni con la Viagra del aumento del PIB y de la mili suprimida. Esperaban que por el solo hecho de la gracia recibida en el matrimonio con el partido de Aznar iban a poder cumplir con los fines del sacramento electoral, pero lo mismo que el presidente ha bajado los impuestos, a ellos se les ha bajado el ya me entiendes y no hay forma de aquello entre en erección absoluta. Y ya lo ven. Gatillazo que te crió... Por eso hay por ahí cientos de miles de electores con complejo de esposa insatisfecha, que posiblemente quedarán encantados en cuanto conozcan en sentido bíblico al tío del butano, que viene por las escaleras trayendo la bombona del pacto de progreso.

"¡Aprende, Kiki!", dirá en plena refriega de la negociación, con los ojos en blanco, la electora de Granada que se verá liberada del gatillazo de Díaz Berbel gracias al pacto de progreso que llevará a la alcaldía al tío del butano. Por lo demás, quéjense mucho todos en estos días de esta ley electoral que se confirma que la redactó Kafka. Y, como siempre, olvídense de reformarla en cuanto se constituyan los ayuntamientos. Dentro de cuatro años habrá otros gatillazos. Y otra vez iremos a nuestro particular sistema de segunda vuelta. Aquí la segunda vuelta consiste en poner de vuelta y media a los que sacaron más votos.

 

 

 

 


Pinche para conectar con El Mundo, edición íntegra en Internet
Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España.
 

Portada de "Reloj, no marques las horas"

¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


Volver al comienzo de esta página

Regresar a la pagina principal


 

Enviar correoCorreo

banderandalucia.gif (1172 bytes)