Qué casualidad, hoy es
2 de mayo... Y qué nos van a contar a los sevillanos de los franceses que no sepamos. Nos
los sabemos así. Desde el zapatón de Daoiz en su monumento de la Gavidia al expolio del
Mariscal Soult, el primero que cargó camiones y camiones de antigüedades para
llevárselos fuera de Sevilla, mucho antes de que desmantelaran el imperio del Moro en la
Cuesta del Bacalao. De los franceses sabemos que aquí también se armó el 2 de mayo,
aunque luego vino Pepe Botella y las cofradías se daban bofetadas por hacerle la rosca.
Son las cosas de Sevilla, que pasa sin inmutarse, qué falsa, de Daoiz y Velarde a abrirle
el Alcázar al Rey José y a hacerle la pelota, diciendo que el intruso monarca gabacho es
que ni probaba el tinto de Casa Morales. De Daoiz queda el zapatón de la Gavidia y el
desfile de una batería de Artillería cada 2 de mayo, si es que queda en Sevilla algún
regimiento de Artillería... De los afrancesados, como no les hicieron monumento, no queda
ni memoria. Para recordarnoslo, han venido los franceses de Continente, que son los que
marcan el nuevo mapamundi comercial de Sevilla. Creo que ya sale perfecto el chiste del
maestro que preguntaba al niño cuáles eran los cinco Continentes:
--- Pues, señor maestro, los
cinco continentes son: el Continente Aljarafe, el Continente Macarena, el Continente
Aeropuerto, el Continente Dos Hermanas... y Ecovol, que es el Continente que Valentín le
ha vendido a los franceses.
Precisamente para eso Alvarez
Vigil, el que se alzó contra los franceses, ha vendido su ex-sevillanísimo Ecovol: para
que al niño de los garbanzos de Gandía le salga también redondo el chiste de los cinco
Continentes. Ya tenemos en Sevilla los cinco Continentes y Valentín enmedio, como el
pañuelo de Reverte. Que fuera antes alcalde de Móstoles, sublevando a los sevillanos
contra la invasión francesa del código de barras, poco importa. Pecados de juventud.
Gracias a Valentín aprendimos que los productos que tenían un numerito que empezaba por
no se qué, eran de Francia, y a los franceses, ni agua (de Vichy o Perrier,
naturalmente), entre los ojos, que no cojeen, tiros a la caja registradora...
A los franceses --decía
Valentín, en plan alcalde pedáneo de Móstoles--, que nos vuelcan los camiones y que
acaban con las empresas netamente sevillanas como la mía, lo que hay que hacer es no
comprarles ni una goma de borrar. Con dos cojones, Valentín, así me gusta a mí, me
encanta tu paternalista filosofía de telepredicador del comercio hispalense, venga, vamos
a seguirte, Sevilla está contigo, como se te ha quemado el negocio vamos a meter todos el
hombro, como una cuadrilla, ¡al cielo de los 18.000 millones con él, para que siga
enganchando en Feria...!
Al fin y al cabo, Valentín,
del barrio de la Feria y que allí empezó en la tiendecita de ultramarinos, hizo contra
los franceses lo que siempre se hace en La Feria: el motín del Pendón Verde. Como lo de
Valentín fue siempre el economato, más que el sector de la alimentación y esas cosas,
el economato de toda la vida, que tiene ese aire tan cuartelero, tan chusquero, tan de
economato de la Legión, pues a mí la legión de los consumidores de la Compañía
Sevillana de Electricidad, que con la ayuda de un fiscal franquista que es secretario
general de la empresa vamos a levantar el motín del Pendón Verde del economato Elces de
la calle Trastamara. Y alzados los pendones contra Spar, y talado su abeto, vayamos juntos
y yo el primero por la senda de la constitución de Ecovol, en plan Padre Peyton, del
rosario en familia con carrito y latas de melva canutera: "La familia que compra
unida". Pues la familia que compra unida de momento le paga una cuota a Valentín
todos los meses y ya tiene Valentín resueltos los gastitos generales, qué listo es este
Valentín con su filosofía de la Familia, el Municipio y el Sindicato.
Todo eso, claro, es historia.
Como siempre ocurre en la Muy Leal Ciudad de Sevilla, los alcaldes de Móstoles acaban de
afrancesados. Valentín brinda con la botella del Rey José por el pelotazo que ha pegado
con los franceses.
-----------Puntas del Diamante-------
EL CÓDIGO DE BARRAS.- Fue
el primero que usó en España el código de barras, que se había inventado en 1973 en
Estados Unidos. Poco después de que en 1974 se inaugurase en Ohio el primer punto de
venta con escáner de la historia, Ecovol ya lo tenía, a fin de que el código de barras
uniera más a la familia que compra unida. Desconocíamos entonces que el código
de barras de Ecovol incluyera fecha de caducidad para su paternalista filosofía
comercial.
TODOS LOS FUEGOS, EL FUEGO.-
En 1995 ardió Ecovol. Fue como si a los sevillanos se nos hubiera quemado algo propio.
Valentín, hundido, daba lástima, y todo el mundo lo ayudó. Para que vean qué se ha
quemado ahora en el incendio sin llamas de la venta a los franceses, recordamos lo que
dijo en una entrevista: "Verdaderamente estoy profundamente agradecido ante el
sinnúmero de llamadas, cartas, telegramas y visitas recibidas para expresarme su
condolencia y manifestar su deseo de ayuda. La que más me ha impactado es la de una
señora que me remite una carta a la que adjunta una peseta de aquellas de papel de los
años cincuenta, indicándome que era de su marido, que la conservaba con gran estima, y
que la enviaba, a mero sentido simbólico, para ayudar a la reconstrucción de
Ecovol." ¿Le devolverá ahora Valentín esa peseta a aquella señora? Con intereses,
claro...
"SEVILLA LE QUIERE".-
Fue "Sevillano del año" en 1985. Le dieron la Medalla del Trabajo. Paseó los
mejores enganches en la Feria. Siempre era puesto como ejemplo cuando se decía que en
Andalucía faltaban empresarios. Una vez, en un semáforo, se le acercó un hombre y le
dijo: "Don Valentín, que sepa que Sevilla le quiere. ¡Usted siempre hacia
adelante!" ¿Qué le dirán ahora a Valentín en los semáforos? Me gustaría
saberlo. Porque sus viejas palabras suenan ahora a sarcasmo: "Yo no permito llamar
negocio a mi empresa. La empresa, a mi manera de entender, es antagónica del concepto
negocio. La empresa es algo maravilloso. Es creación de riqueza, pero riqueza para todos:
sociedad, trabajadores y también inversores, y este orden no es casualidad, es pura
justicia." Y eso que no era negocio, Valentín, hijo. Anda que si llega a serlo...
Volver al indice de la seccion "Sevilla con sevillanos"
ABEL
INFANZON "LA ESE 30"